Cocaína

Adicciones

COCAÍNA
La cocaína es una droga poderosa que estimula el cerebro. Las personas que la consumen pueden desarrollar una fuerte adicción. Es posible que tengan que consumir cada vez más droga para estimularse. Se vende en las calles en forma de polvo blanco y fino. Existen dos formas de cocaína: sal de hidroclorato y cristales de cocaína (crack). La sal se disuelve en agua. Las personas pueden inyectársela en una vena o inhalarla por la nariz. Los cristales pueden fumarse. La forma de la cocaína que se fuma se conoce como crack.

Independientemente de la forma en que se consuma, la cocaína es peligrosa. Algunos de los problemas comunes más graves son:
  • Problemas cardíacos, incluyendo infartos
  • Efectos respiratorios, incluyendo insuficiencia respiratoria
  • Problemas en el sistema nervioso, incluyendo derrame cerebral
  • Problemas digestivos
Cualquiera de ellos puede ser mortal. El consumo de la cocaína combinado con las bebidas alcohólicas es una causa común de muerte relacionada con las drogas.

¿Cómo afecta la cocaína al cerebro?

La cocaína es un estimulante poderoso del sistema nervioso central. Incrementa la concentración del neurotransmisor dopamina en los circuitos del cerebro que regulan el placer y el movimiento.

Normalmente, la dopamina es liberada en estos circuitos por las neuronas en respuesta a una gratificación potencial (por ejemplo, el olor rico de una comida) y luego es reciclada de nuevo a la célula que la liberó, apagando así las señales entre las neuronas. La cocaína actúa evitando que se recicle la dopamina, haciendo que cantidades excesivas del neurotransmisor se acumulen en la sinapsis, que es el punto de comunicación entre las neuronas. Esto amplifica la señal de la dopamina y en última instancia interrumpe la comunicación normal del cerebro. Es este flujo de dopamina que causa la euforia característica de la cocaína.

Cuando se consume de forma repetida, la cocaína puede inducir cambios a largo plazo en el sistema de gratificación del cerebro así como en otros sistemas del cerebro, lo que puede llevar a la adicción. El consumo repetido a menudo también crea tolerancia a la cocaína. Muchos usuarios de cocaína informan que tratan en vano de conseguir que la droga les produzca el mismo placer que sintieron la primera vez que la usaron. Algunos usuarios aumentan la dosis para tratar de intensificar y prolongar los efectos eufóricos, pero esto también puede incrementar el riesgo de efectos psicológicos o fisiológicos perjudiciales.

¿Qué otros efectos adversos a la salud tiene la cocaína?

El uso de la cocaína tiene una variedad de efectos en el organismo. Contrae los vasos sanguíneos, dilata las pupilas e incrementa la temperatura corporal, el ritmo cardiaco y la presión arterial. También puede causar dolor de cabeza y complicaciones gastrointestinales tales como dolor abdominal y náuseas. Ya que la cocaína tiene la tendencia a disminuir el apetito, muchos usuarios habituales también pueden sufrir de desnutrición.

Entre los efectos más graves, las personas que consumen cocaína pueden sufrir ataques cardiacos o cerebrales, que pueden resultar en la muerte súbita. Las muertes relacionadas con la cocaína a menudo son el resultado de que el corazón deja de latir (paro cardiaco) seguido de una paro respiratorio.

Algunos efectos de la cocaína dependen del método de consumirla. Por ejemplo, la inhalación regular de la cocaína puede llevar a la pérdida del sentido del olfato, hemorragias nasales, problemas para tragar, ronquera y secreción nasal crónica. La ingestión bucal de la cocaína puede causar gangrena intestinal grave debido a la reducción del flujo sanguíneo. La inyección de la cocaína puede provocar reacciones alérgicas graves y un mayor riesgo de contraer el VIH, la hepatitis C y otras enfermedades de transmisión sanguínea.

Los episodios de uso repetido de la droga al estilo “binging” pueden llevar a un estado de irritabilidad, desasosiego y ansiedad. Los consumidores de cocaína pueden además experimentar sensaciones fuertes de paranoia, un periodo temporal de psicosis paranoica total, durante el cual el usuario pierde el sentido de la realidad y padece de alucinaciones auditivas.

Abstinencia de la cocaína

La abstinencia de cocaína ocurre cuando una persona que consume mucha cocaína reduce o abandona el uso de esta droga.
Causas:
La cocaína produce una sensación de gozo extremo al hacer que el cerebro libere mayores cantidades de lo normal de algunos bioquímicos. Sin embargo, los efectos de la cocaína en otras partes del cuerpo pueden ser muy graves e incluso mortales.

Cuando se suspende el consumo de la cocaína o se termina su efecto, se presenta el derrumbamiento casi inmediatamente después, acompañado de un deseo vehemente de más cocaína. Los síntomas adicionales comprenden fatiga, ausencia de placer, ansiedad, irritabilidad, somnolencia y en ocasiones agitación o paranoia extrema.

La abstinencia de la cocaína usualmente no exhibe síntomas físicos visibles como vómitos y temblor que suelen acompañar la abstinencia de la heroína o del alcohol.

En el pasado, la gente subestimaba qué tan adictiva puede ser la cocaína. Sin embargo, esta droga es adictiva cuando la adicción se define como un deseo por más droga, a pesar de las consecuencias negativas.

El nivel de deseo vehemente, irritabilidad, depresión demorada y otros síntomas producidos por la abstinencia de la cocaína igualan o superan lo que se siente con otros síndromes de abstinencia.
Síntomas:
Entre los síntomas primarios se encuentran:
  • Agitación y conducta inquieta
  • Desánimo
  • Fatiga
  • Malestar generalizado
  • Aumento del apetito
  • Sueños demasiado intensos y desagradables
  • Disminución de la actividad
El deseo vehemente y la depresión pueden durar meses luego de abandonar el consumo intenso (en especial a diario) por un período prolongado. En algunas personas, los síntomas de la abstinencia también pueden asociarse con ideas suicidas.

Durante la abstinencia, pueden presentarse deseos poderosos e intensos de consumir cocaína. Sin embargo, la “borrachera” asociada con el consumo progresivo se torna menos y menos placentera y puede ocasionar una experiencia de temor y paranoia más que de gozo. De la misma manera, los deseos pueden seguir siendo intensos.
Posibles complicaciones:
  • Depresión
  • Deseo vehemente y sobredosis
  • Suicidio
Debido a que muchos consumidores abusarán de más de una droga, es necesario descartar otros síndromes de abstinencia, como el del alcohol.
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