Apego desorganizado

24 de agosto de 2023

“Apego desorganizado. Soy el doctor José Carbonell, soy médico, soy psiquiatra. El otro día hablando con una amiga me comentaba a ver cuál era la diferencia entre el apego desorganizado, el apego dependiente y los diferentes tipos de apego. ¿En qué consiste? Pues muchas veces esas situaciones cuando estás con tu pareja, pues oye, no le aguantas. Te saca de quicio, lo único que quieres es tu espacio, pero cuando no está tu pareja contigo, te desesperas y estás continuamente pendiente de las redes sociales, de qué hace, qué no hace, con quien ha ido, con quién ha estado, dónde va, cuáles son sus planes, si hace planes sin ti, te molesta, etc. Etc. Y estamos hablando de esos tipos de apegos. Y yo estaba pensando: ¿cómo se puede gestionar cuando tú tienes un apego de estas características? ¿cómo puedo hacer que esa persona se encuentre bien cuando tiene este tipo de problema y lo primero que yo pienso es ¿cómo han sido los apegos que has tenido tu con tus otras parejas? ¿te ha pasado siempre lo mismo? ¿o cómo eran las relaciones que tenías con las personas que había a tu alrededor? ¿también te pasaba lo mismo? ¿también te pasaba que no aguantabas estar con tus compañeros de trabajo o con esas personas y luego echabas de menos poder estar con ellos?

Entonces muchas veces cuando intentamos analizar el tipo de apego que nosotros tenemos nos volvemos un poco hacia atrás en el tiempo y analizamos cuál ha sido nuestra relación con las personas más importantes de nuestra vida: nuestros padres, nuestras madres, nuestros hermanos… y volvemos un poco al concepto de autoestima: cuánto te quieres, cuánto te valoras, cómo te sientes tú contigo mismo, sabes lo que quieres, si sabes lo que buscas en las personas, qué expectativas tienes de las personas que tienes a tu alrededor.. entonces la pregunta al final, si te fijas, se desvía de el tipo de relación que tienes con esa persona a cómo eres tú, cómo te sientes, qué autoestima tienes. Cuánto te valoras… y creo que por ahí está la respuesta. Muchas veces ese trabajo terapéutico que puedes hacer contigo misma o mismo, es lo que puedes hacer para encontrar la respuesta a esa pregunta. Si os ha gustado el vídeo, dejad vuestros comentarios y compartidlo.”


Por Instituto Carbonell 14 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que no existe una diferencia de edad perfecta en la pareja, porque lo verdaderamente determinante no son los años, sino la conexión emocional. Señala que en consulta ha visto parejas con grandes diferencias de edad —tanto hombres mayores con mujeres más jóvenes como a la inversa— que funcionan muy bien gracias a su complicidad, afinidad intelectual, intereses compartidos y energía similar. Destaca que ninguna edad garantiza que una relación vaya a durar, del mismo modo que tampoco lo hacen otros factores como la cultura, los hijos o los proyectos en común. Por ello, recomienda no dejarse influir por la opinión social y centrarse en lo que la relación aporta a quienes la viven. Concluye afirmando que, más allá de estadísticas o prejuicios, lo esencial es cómo cada pareja cuida su vínculo y afronta sus propias complejidades.
Por Instituto Carbonell 13 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que en la vida, y especialmente en el amor, no todo vale. Señala que aunque tengamos objetivos personales o afectivos, jamás debemos alcanzarlos a costa de manipular, engañar o pasar por encima de los sentimientos de los demás. Advierte que actuar sin límites éticos nos convierte en personas que buscan su propio placer o gratificación sin considerar el daño causado, y eso tiene consecuencias. Subraya que vivimos rodeados de personas con emociones reales, que confían en nuestras palabras y pueden sufrir si usamos esas palabras solo para obtener lo que queremos. Concluye recordando que, igual que no queremos que nos hagan daño, tampoco debemos causarlo: no todo vale y nuestras acciones siempre tienen impacto.
Por Instituto Carbonell 12 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando una relación no fluye de manera natural —ya sea con amistades del pasado, con una expareja, con hijos o con los propios padres— forzarla solo genera desgaste y tensiones innecesarias. Señala que es legítimo intentar recuperar la cordialidad, pero también es esencial reconocer el punto en el que el esfuerzo deja de ser sano y empieza a perjudicar nuestro bienestar. Añade que no debemos supeditar nuestra vida al deseo de obtener perdón o restaurar algo que no avanza por sí solo. Concluye que, si las cosas fluyen, adelante; pero si no, no vale la pena sacrificar la salud emocional intentando que funcione lo que no está preparado para funcionar.