ENGANCHES EMOCIONALES

17 de marzo de 2025

Los enganches o ataduras emocionales son dependencias que algunas personas desarrollan hacia ciertas emociones, relaciones o situaciones, lo que afecta su bienestar personal y emocional. Según la psicóloga María Dueñas, estas ataduras ocurren cuando una persona se vuelve demasiado dependiente de otros para sentirse bien consigo misma. Esto es común en situaciones donde alguien necesita constantemente la aprobación o el cariño de su pareja, amigos o familiares para sentirse feliz y completo. A veces, estas dependencias pueden ser tan fuertes que impiden a las personas crecer emocionalmente.


Las causas de estas ataduras emocionales pueden ser diversas. A menudo se originan en experiencias pasadas, como una infancia en la que no se recibía suficiente amor o apoyo. También pueden surgir cuando una persona tiene baja autoestima y busca constantemente validación de los demás para sentirse valorada.


Las consecuencias de estas ataduras emocionales pueden ser muy negativas. Las relaciones pueden volverse tóxicas y desequilibradas, lo que genera ansiedad y limita el crecimiento personal. Superar las ataduras emocionales puede ser un desafío, pero es posible. El primer paso es aprender a valorarse a uno mismo y establecer límites saludables con los demás.



En opinión del Dr. Carbonell y E. Llinás, las ataduras emocionales limitan nuestra capacidad de vivir una vida plena y saludable. Superarlas implica un proceso de autoconocimiento, establecimiento de límites y, si es necesario, apoyo profesional para lograr una mayor libertad emocional.


Por Instituto Carbonell 14 de octubre de 2025
Los cambios estacionales como las altas temperaturas o el frío pueden suponer un papel importante en la variación emocional de algunas personas, pero más allá de esto, los ciclos anuales de invierno, primavera, verano y otoño, también pueden interferir en el comportamiento y estado de ánimo.  En el artículo Echeburúa, E. denomina a este suceso como “meteorosensibilidad”, esto se puede manifestar de diferentes formas: - En zonas geográficas o épocas en las que hay inviernos largos con poca luz solar se produce una disminución de serotonina (neurotransmisor clave para el estado de ánimo, la motivación y la energía) y alteraciones en la melatonina que pueden producir trsiteza, pensamientos negativos, cansancio, sentimientos de culpabilidad, entre otros. - En zonas donde hay mucho viento se asocia con sensación de irritabilidad, agobio, insomnio y fatiga. También con nerviosismo, problemas de concentración y dolores de cabeza. - En casos de olas de calor bruscas pueden descompensar a pacientes con ciertos trastornos mentales graves. En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, es importante tener en cuenta como influyen estos factores en nuestro estado de ánimo, sobre todo en personas que ya se encuentran en manos de profesionales de la salud mental, para así poder llevar a cabo un buen seguimiento y apoyo ante la posibilidad de experimentar alguno de estos síntomas.
Por Instituto Carbonell 5 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando alguien rompe una relación y deja un vacío lleno de dolor, es normal sentirse destrozado y vivir un proceso de duelo. Subraya que no se puede forzar a otra persona a quedarse, por lo que lo esencial es aceptar su decisión y empezar a mirar por uno mismo. Recomienda dar espacio, cortar los contactos que dificulten la recuperación y permitirse sufrir sin buscar compensaciones inmediatas. Señala que este tiempo de reconstrucción personal ayuda a reconectar con uno mismo, crecer y transformarse en una mejor versión, recordando que siempre habrá luz al final del túnel.
Por Instituto Carbonell 4 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando el sexo en pareja deja de ser satisfactorio, lo fundamental es hablarlo con claridad y complicidad , aunque resulte difícil expresarlo. Señala que es importante comunicar si el deseo ha cambiado o si la experiencia ya no resulta gratificante, y hacerlo sin miedo, buscando soluciones conjuntas. Recomienda, además, recurrir a un terapeuta o especialista en sexualidad si la comunicación directa no basta, de manera que se pueda intentar recuperar la conexión antes de considerar el fin de la relación.