El acceso temprano a las redes sociales y el uso excesivo de pantallas están generando tensiones crecientes entre padres e hijos. Lo que para los adolescentes es un espacio natural de socialización, para muchos padres es un territorio desconocido que transitan con preocupación y sensación de descontrol. La educación digital tanto en padres como en hijos es importante para poder entender no sólo cómo usar una aplicación, sino también entender algoritmos, privacidad, manipulación digital y el impacto emocional de lo que consumen. Los expertos insisten en que la vigilancia constante a sus hijos puede dañar el vínculo de confianza y frenar el desarrollo de la autonomía. Por otro lado, la falta de límites claros deja a los menores expuestos a riesgos. Para establecer estos límites, se recomienda: Convertir el hogar en un espacio de diálogo. Pactar normas razonables, adaptadas a cada familia y explicadas desde la calma. Acompañar más que vigilar para que los jóvenes aprendan a moverse en la red con criterio y seguridad. En opinión del Dr. Carbonell, no se trata de demonizar la tecnología, sino de acompañar su uso con criterio, equilibrio y presencia emocional, para que tanto adultos como adolescentes puedan habitar este entorno sin perderse en él.

El Dr. José Carbonell explica que el éxito depende de lo que cada persona considere importante: dinero, carrera profesional, familia, tiempo libre o hobbies. Advierte que alcanzar el éxito tiene un precio, ya que dedicar demasiado tiempo a un área puede generar pérdidas en otras, como la familia, la pareja o la vida social. Por consiguiente, sugiere reflexionar sobre cómo organizar la vida para equilibrar el trabajo, las relaciones y el tiempo personal, buscando un éxito que sea integral y que contribuya al bienestar y la paz interior.