Ya me he cansado

14 de mayo de 2024

El Dr. Carbonell aconseja que si nos cansamos en una relación, hay que tratar de poner solución.

Por Instituto Carbonell 15 de junio de 2025
El Dr. Carbonell analiza cómo el miedo, aunque en ocasiones natural y comprensible, puede convertirse en una barrera que nos impide avanzar y desarrollarnos plenamente. Explica que muchas personas se enfrentan a momentos clave de la vida —ya sean relacionados con la pareja, el trabajo, o decisiones personales— en los que el miedo adquiere un protagonismo excesivo y paralizante. El Dr. Carbonell distingue entre una preocupación razonable y un miedo desproporcionado. La primera, dice, es válida e incluso necesaria para evaluar riesgos y actuar con responsabilidad. Sin embargo, cuando el miedo deja de ser una señal de alerta y se convierte en un freno constante, comienza a afectar gravemente nuestra capacidad de tomar decisiones, afrontar cambios y evolucionar como personas. Habla de esos miedos persistentes como una especie de mochila emocional que cargamos sin saber bien cómo quitárnosla. Son miedos difusos, pero poderosos, que pueden hacer que nos estanquemos en situaciones insatisfactorias solo por no atrevernos a enfrentar lo desconocido.  En este contexto, el Dr. Carbonell recomienda no resignarse a convivir con el miedo. Si este se vuelve limitante, insiste en la importancia de buscar ayuda profesional. Acudir a un terapeuta no es un signo de debilidad, sino un acto de valentía para dejar de ser víctimas de esos temores y recuperar el control de la propia vida.
Por Instituto Carbonell 14 de junio de 2025
El Dr. Carbonell reflexiona sobre la creciente tendencia de muchas personas a elegir conscientemente la soledad, no como una situación impuesta, sino como una forma de vida válida y satisfactoria. Señala que no es necesario haber tenido malas experiencias familiares o de pareja para valorar el hecho de estar solo. Muchas personas, incluso después de haber formado familias o mantenido relaciones estables, descubren que la vida en solitario les ofrece una libertad y una autonomía que no habían experimentado antes. El Dr. Carbonell destaca que la soledad no debe interpretarse como un síntoma de aislamiento patológico o de enfermedad, sino como una elección legítima. Cada vez más individuos encuentran placer en hacer cosas por su cuenta, como ir al cine, salir a cenar o disfrutar de su tiempo libre sin la necesidad constante de compañía. Esta capacidad para estar solo, lejos de ser una carencia, es en realidad un signo de madurez emocional y autoconocimiento. Aunque reconoce que las dinámicas familiares o de pareja pueden aportar momentos de gran valor en determinadas etapas de la vida, también insiste en que estas no son la única vía para lograr bienestar. Por el contrario, estar solo puede resultar igual de beneficioso, siempre que se trate de una decisión personal y consciente. En conclusión, el Dr. Carbonell aboga por normalizar la soledad como una forma más de estar bien, una opción tan válida y respetable como cualquier otra forma de vínculo o convivencia.
Por Instituto Carbonell 13 de junio de 2025
El Dr. Carbonell plantea una reflexión sobre el exceso de exigencia personal al que muchas personas se someten en su vida cotidiana. A través de su experiencia como médico y psiquiatra, comenta que con frecuencia atiende en consulta a individuos que intentan cumplir con estándares altísimos en todos los ámbitos: familiar, profesional, académico, emocional y de pareja. Estas personas persiguen una perfección que, en realidad, no existe, y en el proceso se olvidan de sí mismas y de su bienestar. El Dr. Carbonell advierte que vivir intentando cumplir con tantas responsabilidades y expectativas externas tiene un precio elevado, que termina afectando seriamente la calidad de vida. Cuando todo empieza a sentirse “demasiado”, es señal de que se ha cruzado un límite importante. Por eso, invita a hacer una pausa, a reevaluar prioridades y a adoptar una mirada más compasiva hacia uno mismo. En lugar de seguir empujando los propios límites hasta el agotamiento, propone poner el foco en el equilibrio personal y en la necesidad de recuperar el disfrute del día a día. Recomienda dejar de lado el perfeccionismo y aprender a decir que no, poniendo la salud mental y emocional por encima de las obligaciones impuestas o autoimpuestas. En conclusión, el Dr. Carbonell recuerda que no se debe jugar con la salud. Cuando la vida se vuelve abrumadora, es fundamental dar un paso atrás y priorizar el propio bienestar antes que las expectativas ajenas o la necesidad de cumplir con todo.