Puedo con todo

2 de mayo de 2025

El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, expone en este mensaje una crítica clara al ideal moderno de tener que “poder con todo”, una presión que afecta tanto a mujeres como a hombres. Describe cómo muchas personas, sobre todo mujeres, caen en el llamado “síndrome de la superwoman”, intentando ser perfectas en todos los roles: madre, pareja, profesional, amiga, hija… mientras que muchos hombres también se ven forzados a demostrar fortaleza emocional constante, a sobrellevar el cansancio, la ansiedad y las obligaciones sin mostrar debilidad.


Carbonell subraya que este estilo de vida idealizado e inalcanzable no solo es irreal, sino profundamente dañino para la salud mental. Nos exigimos demasiado: rendir en el trabajo, estar emocionalmente disponibles, ser físicamente activos, tener una vida social activa y, además, mantener una actitud positiva constante. Todo eso genera un desgaste enorme y muchas veces silencioso.


El mensaje central del Dr. Carbonell es claro: no podemos con todo, y no tenemos por qué poder con todo. Reconocer nuestros límites no es una señal de debilidad, sino de humanidad. Aceptar que hay días con menos energía, menos ánimo o menos productividad es parte de vivir con equilibrio y salud mental.



Solo cuando desarrollamos una tolerancia amorosa hacia nosotros mismos, podemos vivir de forma más realista, ser más empáticos con los demás, y mantener relaciones más sanas. En lugar de perseguir un ideal de perfección, Carbonell invita a abrazar lo humano, a ser más compasivos y menos exigentes con nosotros mismos.

Por Instituto Carbonell 16 de junio de 2025
El Dr. José Carbonell aborda en este texto una reflexión sobre la culpabilidad personal en las relaciones y situaciones cotidianas. Sostiene que no siempre es culpa tuya lo que ocurre en una interacción o conflicto, aunque a veces uno pueda llegar a sentirse así. Según Carbonell, es común caer en dinámicas en las que, sin importar lo que se haga o diga, uno termina siendo señalado como responsable de todo lo negativo. Esta percepción distorsionada de culpa puede surgir incluso sin que haya una figura manipuladora evidente, como una persona narcisista o un entorno tóxico de amigos. Aun así, el resultado es el mismo: asumir un rol de culpable constante. Carbonell subraya la importancia de establecer límites emocionales y personales para no cargar con una responsabilidad que no es enteramente propia. Reconoce que todos pueden tener una parte de responsabilidad en los conflictos, pero advierte sobre el riesgo de adoptar ese rol de manera automática y constante. También menciona cómo esta actitud lleva a que los demás refuercen esa visión, haciendo aún más difícil romper el ciclo de la autoinculpación.  El autor invita a revisar y cuestionar ese sentimiento de culpa , especialmente cuando este surge por haber sido tratado mal, ignorado o manipulado emocionalmente. Considera que sentirse culpable en estas circunstancias no es útil ni justo , y propone trabajar activamente para salir de esas dinámicas. En resumen, el Dr. Carbonell nos anima a dejar de lado la culpabilidad irracional, a replantear nuestra posición en las relaciones y a cuidar nuestra salud emocional estableciendo límites claros.
Por Instituto Carbonell 15 de junio de 2025
El Dr. Carbonell analiza cómo el miedo, aunque en ocasiones natural y comprensible, puede convertirse en una barrera que nos impide avanzar y desarrollarnos plenamente. Explica que muchas personas se enfrentan a momentos clave de la vida —ya sean relacionados con la pareja, el trabajo, o decisiones personales— en los que el miedo adquiere un protagonismo excesivo y paralizante. El Dr. Carbonell distingue entre una preocupación razonable y un miedo desproporcionado. La primera, dice, es válida e incluso necesaria para evaluar riesgos y actuar con responsabilidad. Sin embargo, cuando el miedo deja de ser una señal de alerta y se convierte en un freno constante, comienza a afectar gravemente nuestra capacidad de tomar decisiones, afrontar cambios y evolucionar como personas. Habla de esos miedos persistentes como una especie de mochila emocional que cargamos sin saber bien cómo quitárnosla. Son miedos difusos, pero poderosos, que pueden hacer que nos estanquemos en situaciones insatisfactorias solo por no atrevernos a enfrentar lo desconocido.  En este contexto, el Dr. Carbonell recomienda no resignarse a convivir con el miedo. Si este se vuelve limitante, insiste en la importancia de buscar ayuda profesional. Acudir a un terapeuta no es un signo de debilidad, sino un acto de valentía para dejar de ser víctimas de esos temores y recuperar el control de la propia vida.
Por Instituto Carbonell 14 de junio de 2025
El Dr. Carbonell reflexiona sobre la creciente tendencia de muchas personas a elegir conscientemente la soledad, no como una situación impuesta, sino como una forma de vida válida y satisfactoria. Señala que no es necesario haber tenido malas experiencias familiares o de pareja para valorar el hecho de estar solo. Muchas personas, incluso después de haber formado familias o mantenido relaciones estables, descubren que la vida en solitario les ofrece una libertad y una autonomía que no habían experimentado antes. El Dr. Carbonell destaca que la soledad no debe interpretarse como un síntoma de aislamiento patológico o de enfermedad, sino como una elección legítima. Cada vez más individuos encuentran placer en hacer cosas por su cuenta, como ir al cine, salir a cenar o disfrutar de su tiempo libre sin la necesidad constante de compañía. Esta capacidad para estar solo, lejos de ser una carencia, es en realidad un signo de madurez emocional y autoconocimiento. Aunque reconoce que las dinámicas familiares o de pareja pueden aportar momentos de gran valor en determinadas etapas de la vida, también insiste en que estas no son la única vía para lograr bienestar. Por el contrario, estar solo puede resultar igual de beneficioso, siempre que se trate de una decisión personal y consciente. En conclusión, el Dr. Carbonell aboga por normalizar la soledad como una forma más de estar bien, una opción tan válida y respetable como cualquier otra forma de vínculo o convivencia.