Afrontando el futuro de la mejor manera en tiempos de COVID-19
30 de abril de 2020
Las personas necesitamos pensar que hay luz al final del túnel. Proyectar nuestros sueños hacia el futuro. Nada es eterno, como la situación en la que nos encontramos. Tarde o temprano se conseguirá un tratamiento y una vacuna. Mientras esperamos, hay que llevar de la mejor forma posible nuestro día a día.
Pero, a veces, nos aparecen miedos e inseguridades, como el fracaso, los pensamientos negativos, el no tener reconocimiento de los demás, entre otros. Debemos tener en cuenta que el miedo mira hacia el pasado, por eso hay que poner toda nuestra energía a no caer en las preocupaciones.
¿Y cómo podemos pensar en el futuro de forma positiva?
- Potenciar conductas que dependan de uno mismo (ejercicio, dieta, socializar, …)
- No agobiarnos con temas externos (que no dependen de nosotros) como la recuperación financiera.
- Ser realistas. No pasa nada por tener fantasías, pero debemos tener en cuenta que en nuestra lista solo debe haber sueños factibles, que nos aporten ilusión y motivación.
- Poner un objetivo a nuestros sueños. Un sueño cobra sentido cuando tiene un propósito. Si hay un motivo, seremos más constantes y alcanzaremos lo que nos proponemos.
- No poner fecha a nuestros objetivos. Estamos en una situación de incertidumbre, por lo que no hay que agobiarse por no saber cuándo podemos cumplir los sueños. Debemos confiar en nosotros mismo y mirar hacia delante.
En
opinión del Dr. Carbonell, la situación excepcional en la que vivimos nos genera una indefensión que solo potenciando aquello que depende de nosotros mismos podremos afrontar mejor.
Los cambios estacionales como las altas temperaturas o el frío pueden suponer un papel importante en la variación emocional de algunas personas, pero más allá de esto, los ciclos anuales de invierno, primavera, verano y otoño, también pueden interferir en el comportamiento y estado de ánimo. En el artículo Echeburúa, E. denomina a este suceso como “meteorosensibilidad”, esto se puede manifestar de diferentes formas: - En zonas geográficas o épocas en las que hay inviernos largos con poca luz solar se produce una disminución de serotonina (neurotransmisor clave para el estado de ánimo, la motivación y la energía) y alteraciones en la melatonina que pueden producir trsiteza, pensamientos negativos, cansancio, sentimientos de culpabilidad, entre otros. - En zonas donde hay mucho viento se asocia con sensación de irritabilidad, agobio, insomnio y fatiga. También con nerviosismo, problemas de concentración y dolores de cabeza. - En casos de olas de calor bruscas pueden descompensar a pacientes con ciertos trastornos mentales graves. En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, es importante tener en cuenta como influyen estos factores en nuestro estado de ánimo, sobre todo en personas que ya se encuentran en manos de profesionales de la salud mental, para así poder llevar a cabo un buen seguimiento y apoyo ante la posibilidad de experimentar alguno de estos síntomas.

El Dr. José Carbonell explica que cuando alguien rompe una relación y deja un vacío lleno de dolor, es normal sentirse destrozado y vivir un proceso de duelo. Subraya que no se puede forzar a otra persona a quedarse, por lo que lo esencial es aceptar su decisión y empezar a mirar por uno mismo. Recomienda dar espacio, cortar los contactos que dificulten la recuperación y permitirse sufrir sin buscar compensaciones inmediatas. Señala que este tiempo de reconstrucción personal ayuda a reconectar con uno mismo, crecer y transformarse en una mejor versión, recordando que siempre habrá luz al final del túnel.

El Dr. José Carbonell explica que cuando el sexo en pareja deja de ser satisfactorio, lo fundamental es hablarlo con claridad y complicidad , aunque resulte difícil expresarlo. Señala que es importante comunicar si el deseo ha cambiado o si la experiencia ya no resulta gratificante, y hacerlo sin miedo, buscando soluciones conjuntas. Recomienda, además, recurrir a un terapeuta o especialista en sexualidad si la comunicación directa no basta, de manera que se pueda intentar recuperar la conexión antes de considerar el fin de la relación.


