Ejercitar la resiliencia
4 de mayo de 2020
La palabra resiliencia, en psicología, se define como la capacidad que tiene una persona de recuperarse tras situaciones difíciles. La habilidad de levantarse, reponerse y salir fortalecido de las adversidades, aprender de la experiencia.
¿Y cómo podemos ser más resilientes? Al ser una habilidad, podemos desarrollarla, por ejemplo, con estas recomendaciones
que os presentamos a continuación:
- Adaptarnos al cambio entrenando la flexibilidad mental. Intentar pensar en diferentes posibles soluciones a nuestro problema nos permitirá mejorar nuestra flexibilidad.
- Fijarnos en nosotros mismos, en nuestros avances, nuestras posibilidades y limitaciones, no compararnos con el resto.
- Aceptar que todos tenemos aspectos a mejorar y ser conscientes que podemos cambiarlos.
- Responsabilizarnos de nosotros mismos. Debemos evitar echar la culpa a los demás y focalizar qué podemos hacer nosotros para solucionar el problema.
- Aprender a aceptar y gestionar nuestras emociones. Necesitamos las emociones. Por eso no debemos bloquearlas, hay que dejar que fluyan de la forma adecuada.
Las personas pasamos por dificultades, que a veces superan nuestros límites. La resiliencia nos ayuda a superar estos retos y conseguir un buen equilibrio emocional y físico. Aunque si lo necesitamos siempre podemos acudir a profesionales de la salud mental para que nos ayuden con la situación.
En opinión del Dr. Carbonell,
practicar todo aquello que nos ayude a enfrentarnos a las dificultades en la vida nos protege de cara a poder mantener una buena higiene mental.
Los cambios estacionales como las altas temperaturas o el frío pueden suponer un papel importante en la variación emocional de algunas personas, pero más allá de esto, los ciclos anuales de invierno, primavera, verano y otoño, también pueden interferir en el comportamiento y estado de ánimo. En el artículo Echeburúa, E. denomina a este suceso como “meteorosensibilidad”, esto se puede manifestar de diferentes formas: - En zonas geográficas o épocas en las que hay inviernos largos con poca luz solar se produce una disminución de serotonina (neurotransmisor clave para el estado de ánimo, la motivación y la energía) y alteraciones en la melatonina que pueden producir trsiteza, pensamientos negativos, cansancio, sentimientos de culpabilidad, entre otros. - En zonas donde hay mucho viento se asocia con sensación de irritabilidad, agobio, insomnio y fatiga. También con nerviosismo, problemas de concentración y dolores de cabeza. - En casos de olas de calor bruscas pueden descompensar a pacientes con ciertos trastornos mentales graves. En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, es importante tener en cuenta como influyen estos factores en nuestro estado de ánimo, sobre todo en personas que ya se encuentran en manos de profesionales de la salud mental, para así poder llevar a cabo un buen seguimiento y apoyo ante la posibilidad de experimentar alguno de estos síntomas.

El Dr. José Carbonell explica que cuando alguien rompe una relación y deja un vacío lleno de dolor, es normal sentirse destrozado y vivir un proceso de duelo. Subraya que no se puede forzar a otra persona a quedarse, por lo que lo esencial es aceptar su decisión y empezar a mirar por uno mismo. Recomienda dar espacio, cortar los contactos que dificulten la recuperación y permitirse sufrir sin buscar compensaciones inmediatas. Señala que este tiempo de reconstrucción personal ayuda a reconectar con uno mismo, crecer y transformarse en una mejor versión, recordando que siempre habrá luz al final del túnel.

El Dr. José Carbonell explica que cuando el sexo en pareja deja de ser satisfactorio, lo fundamental es hablarlo con claridad y complicidad , aunque resulte difícil expresarlo. Señala que es importante comunicar si el deseo ha cambiado o si la experiencia ya no resulta gratificante, y hacerlo sin miedo, buscando soluciones conjuntas. Recomienda, además, recurrir a un terapeuta o especialista en sexualidad si la comunicación directa no basta, de manera que se pueda intentar recuperar la conexión antes de considerar el fin de la relación.


