¿Has tirado la toalla?

25 de diciembre de 2024

El Dr. José Carbonell aborda el concepto de "tirar la toalla" y reflexiona sobre las circunstancias en las que esto ocurre. Según él, decidir no continuar con algo puede ser válido si se basa en una decisión consciente, como darse cuenta de que una situación no es conveniente, saludable o no nos beneficia. En estos casos, retirarse no es una derrota, sino un acto de autovaloración y decisión.


Sin embargo, el Dr. Carbonell advierte que muchas veces las personas consideran abandonar no porque la situación sea realmente insalvable, sino porque se sienten sobrepasadas, inseguras o carentes de fuerzas en un momento particular. En estos casos, sugiere que, en lugar de tirar la toalla, debemos "dejarla al lado", tomarnos un respiro y buscar ayuda profesional o apoyo externo para gestionar mejor nuestras emociones y desafíos. La clave está en no tomar decisiones permanentes basadas en sentimientos temporales.


Tirar la toalla, en su opinión, no debe ser una opción por simple frustración o porque las cosas no están saliendo como uno esperaba. En lugar de verlo como un fracaso, propone replantear las expectativas y trabajar en soluciones de manera proactiva. Solo en situaciones donde claramente no queremos o no nos conviene seguir, abandonar es una forma válida de priorizarnos.



Finalmente, invita a reflexionar sobre nuestras decisiones y a no asociar el "tirar la toalla" con una falta de éxito, sino a gestionarlo desde una perspectiva consciente y equilibrada.

Por Instituto Carbonell 10 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que los altibajos forman parte natural de cualquier relación y que no existen parejas que vivan en un estado idílico permanente. Señala que, así como las personas tienen días buenos y malos, también las parejas atraviesan momentos de gran complicidad y otros de desconexión, ya sea por estrés, cansancio, desacuerdos o situaciones personales. Subraya que una relación sana no se basa en la perfección, sino en el trabajo diario: comunicación constante, comprensión de las necesidades del otro, mostrar amor y cariño, y estar atentos a evitar actitudes que puedan generar sentimiento de rechazo. Añade que la presión social por aparentar relaciones ideales —siempre felices, siempre en viajes, siempre perfectas— es irreal y perjudicial. El Dr. José Carbonell concluye que estas fluctuaciones no son fallos de la relación, sino parte de su esencia. El amor, el respeto y el apoyo mutuo se construyen día a día, especialmente en los momentos difíciles.
Por Instituto Carbonell 9 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando la pareja se sumerge en el móvil durante los momentos compartidos —en una cita, paseando o incluso en la intimidad en casa— se genera una desconexión emocional que puede vivirse como abandono o invisibilidad. Señala que muchos llevamos una “vida digital paralela” que no es necesariamente negativa, pero que sí puede despertar inseguridad: la sensación de que el otro está más presente en redes, amistades o incluso aplicaciones de citas que en la relación real. Advierte que, cuando uno toma el móvil, el otro suele imitarlo, y así ambos terminan desconectados, como esas parejas que vemos en restaurantes sin hablarse. Ese tiempo perdido no fortalece la relación y, por el contrario, la debilita, porque “todo lo que no suma, resta”. Por ello, recomienda acordar límites claros sobre el uso del teléfono, especialmente durante los momentos de calidad. Subraya que incluso quienes trabajan con el móvil deben aceptar que su pareja pueda pedirles espacio libre de pantallas. La idea central es proteger la relación y priorizar el vínculo por encima de la distracción digital.
Por Instituto Carbonell 8 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que la deslealtad suele doler porque damos por hecho que los demás actuarán como nosotros: con coherencia, respeto, discreción y fidelidad. Señala que muchas decepciones, ya sea en amistades, pareja o trabajo, nacen de esperar que otros mantengan compromisos, cuiden lo que sabemos de ellos o respeten nuestra confianza del mismo modo en que nosotros lo hacemos. Sin embargo, aclara que cada persona interpreta la realidad de manera distinta y que, a veces, incluso quien nos hiere cree que nosotros hemos fallado primero. Por ello recomienda no crearse expectativas rígidas, asumir que los demás no necesariamente piensan igual y evitar compartir información íntima con cualquiera. Concluye que ciertos temas personales deben reservarse para espacios seguros —como un terapeuta— para protegernos y reducir el impacto de la deslealtad.