La importancia de las experiencias positivas en la infancia

29 de noviembre de 2019
La infancia es la etapa que va desde el nacimiento hasta la adolescencia. Durante este periodo se construyen los primeros vínculos y se viven las primeras experiencias, que posteriormente serán la base de nuestra salud mental. En función de cómo sean estas relaciones y experiencias en la infancia, afectará de diferente manera en la edad adulta. Investigadores de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg (Estados Unidos) han analizado estas repercusiones.

El estudio consistía en evaluar el efecto de las experiencias positivas y negativas de la infancia en la vida adulta de 6000 personas. Comprobaron, por un lado, que aquellas personas que habían sufrido experiencias adversas durante la infancia, como situaciones de violencia, abusos y/o conflictos familiares, tenían mayor riesgo de sufrir una enfermedad mental, como trastornos de ansiedad o depresivos. Y, por otro, que cuantas más experiencias positivas y relaciones afectuosas se tenga de pequeño, menor es la probabilidad de tener problemas de salud mental.

Por lo tanto, es importante desde pequeños, tener vínculos sanos y vivir situaciones agradables. ¿Y cómo podemos conseguir esto? En primer lugar, los niños tienen que recibir cariño por parte de su entorno, mediante relaciones saludables. Los niños deben poder expresar sus sentimientos y emociones a su familia y amigos, sin reproche o comentario negativo. Así se sentirán respaldados por su entorno y tendrán un vínculo positivo. Esto no significa que no se le pueda decir cuándo se equivocan, lo importante es saber cómo decirlo para forjar una relación de confianza.

En segundo lugar, hay que intentar que los niños tengan el mayor número posible de experiencias positivas, tanto con su familia, en el colegio, en el parque, …. Ejemplos de estos momentos pueden ser participar en tradiciones familiares, sentirse integrado en el colegio y en otros grupos de su misma edad, sentir protección por parte de los padres y adultos conocidos, realizar actividades de ocio en familia o con amigos, … Todo esto hará que aprendan valores y conductas adecuadas, y tengan un buen desarrollo psicológico.

En opinión del Dr. Carbonell, es importante prestar atención al modelo educacional que utilizamos en los niños y adolescentes, ya que tiene un gran papel primordial en su salud mental cuando sea adulto, frente adversidades es ideal recurrir a un profesional que le ayude afrontarlo de manera adaptativa.
Por Instituto Carbonell 12 de junio de 2025
El Dr. Carbonell analiza el comportamiento de las personas excesivamente insistentes, aquellas que, a pesar de no recibir respuesta o interés, siguen buscando contacto a través de llamadas, mensajes, correos o apariciones frecuentes. Este tipo de insistencia, que puede comenzar como una muestra de interés legítimo, se convierte en un problema cuando no se respetan los límites que la otra persona intenta establecer. Según el Dr. Carbonell, es comprensible que al principio alguien insista con la intención de demostrar interés o de confirmar si hay una posibilidad real de vínculo. El problema surge cuando esa insistencia se vuelve invasiva, persiste frente a señales claras de rechazo o incomodidad, y no se acepta un “no” como respuesta. Por eso, el Dr. Carbonell recomienda establecer límites firmes y expresarlos de forma clara y directa. Es importante comunicar sin ambigüedades que no se desea continuar el contacto, que la otra persona está actuando unilateralmente y que su comportamiento está empezando a generar un impacto negativo. Si, pese a ello, la insistencia persiste y se traspasan los límites del respeto y la libertad personal, es necesario considerar la posibilidad de acudir a recursos legales para proteger el bienestar y la integridad emocional.  En resumen, el Dr. Carbonell subraya la importancia de no permitir que una relación indeseada o desequilibrada invada el espacio personal. La claridad, el autocuidado y, si es necesario, la intervención formal, son esenciales para poner fin a este tipo de situaciones.
Por Instituto Carbonell 11 de junio de 2025
El Dr. Carbonell aborda el fenómeno de la doble vida, un comportamiento que, aunque sorprendente, ha observado en numerosas ocasiones a lo largo de su experiencia clínica. Explica que existen personas que son capaces de mantener dos vidas paralelas —en ocasiones, incluso dos familias distintas— sin que una sepa de la existencia de la otra. Este tipo de comportamiento no siempre está asociado a perfiles extravagantes o fácilmente sospechosos; al contrario, muchas veces proviene de personas aparentemente normales, discretas y sencillas, lo que genera una gran sorpresa en quienes las rodean. El Dr. Carbonell subraya que su función como profesional no es juzgar, sino comprender y acompañar. No obstante, pone el foco en quienes sufren las consecuencias de estas dobles vidas: las víctimas, que pueden descubrir años después la existencia de otra familia, otros hijos, u otra vida completamente desconocida. A esas personas les recuerda que no tienen ninguna culpa de lo ocurrido y que la responsabilidad recae únicamente en quien eligió vivir con ocultamientos y engaños. En cuanto a las personas que llevan esa doble vida, muchas veces, cuando intentan justificar sus actos, reconocen que la situación se les fue de las manos. Afirman que no supieron cómo ponerle fin, ni a quién elegir, y que, finalmente, aprendieron a sostener ambas realidades simultáneamente, aunque ello implicara una gran carga emocional y, en muchos casos, daño colateral. En definitiva, el Dr. Carbonell confirma que sí, existen personas capaces de llevar una doble vida, pero lamentablemente, los que más sufren no son quienes la viven, sino quienes la descubren tarde y deben reconstruir su mundo emocional a partir de esa traición.
Por Instituto Carbonell 10 de junio de 2025
El Dr. Carbonell reflexiona sobre una situación común en las relaciones sociales: cuando dos personas cercanas, amigos o conocidos, presentan versiones diferentes de un mismo conflicto y nos piden que tomemos partido. Ante esta disyuntiva, subraya que ambas personas pueden tener razón desde su propia perspectiva, ya que cada uno interpreta la realidad a través de su experiencia emocional y subjetiva. El Dr. Carbonell aconseja no intervenir directamente ni posicionarse a favor de una de las partes. En cambio, propone escuchar con empatía a ambos, recordando que, muchas veces, lo único que buscan es ser comprendidos, más que tener razón. Tomar partido solo puede llevar a tensiones innecesarias, e incluso al deterioro de las relaciones con uno u otro amigo. Además, advierte que involucrarse en un conflicto ajeno, incluso si nos presentan pruebas como mensajes, vídeos o imágenes, puede colocarnos en una posición incómoda o comprometida. Al brindar apoyo a uno, es fácil que el otro se sienta traicionado o juzgado, algo que no es deseable si se quiere mantener una relación saludable con ambos. En conclusión, el Dr. Carbonell recomienda mantener una postura neutral y no dejarse arrastrar por dinámicas de confrontación entre terceros. Cada uno tiene su versión legítima de los hechos y no es nuestra responsabilidad resolver un conflicto que no nos pertenece.