La salida de los niños: ¿qué tener en cuenta?

28 de abril de 2020
La situación actual, al igual que tiene consecuencia en la vida de los adultos, también está afectando a los más pequeños de la casa. El estrés mantenido que causa el estado de alarma, los miedos, la falta de información, la reducción de contacto social con los amigos, el aburrimiento, entre otros, son factores que pueden tener un impacto a nivel psicológico sobre los niños y adolescentes. Pero desde el 27 de abril, todo ha cambiado, los menores de 14 años pueden salir a la calle en compañía de un adulto. 

Aunque salir de casa venga acompañado de un conjunto de precauciones, sigue siendo un respiro dentro de este confinamiento. Pedro Rodríguez, psicólogo clínico, explica que esta medida les va a aportar positivamente, ya que recuperan la rutina de ver la luz, la calle, … mejorando su estado de ánimo. Y no considera necesario una preparación psicológica específica, sólo ir incorporando de forma gradual la rutina y hablarles claro, en función de la edad, sobre las recomendaciones que hay que tomar para evitar el riesgo al contagio. 

Por lo tanto, debemos tener en cuenta dos aspectos:

  • La actitud de los padres
Este punto es fundamental para que la vuelta a la normalidad sea favorable para los menores. Los padres son un referente para los hijos, ya que éstos imitan sus conductas.

  • Las sensaciones de los niños
La mayoría de los niños van a experimentar una reacción positiva al salir de casa, pero también  puede pasar que nuestro hijo tenga una actitud diferente. Debemos prestar atención a las sensaciones del menor, y si salir le causa ansiedad por miedo a contagiarse. En estos casos, los padres deben explicar qué cumpliendo las normas, no tiene porqué haber consecuencias. Dar información teniendo en cuenta la edad y cómo es el niño. No obstante, si el menor sigue teniendo miedo o sensación de peligro, es recomendable acudir a profesionales de la salud mental.

En definitiva, el confinamiento, el estado de alarma en el que nos encontramos, va a a ser una experiencia para los niños que van a integrar y, en un futuro, les va a servir para comprender la realidad y adaptarse mejor a las adversidades que tendrán que hacer frente. 
 
En opinión del Dr. Carbonell, frente a los momentos adversos que estamos viviendo, con respecto a los niños hay que intentar actuar con normalidad en el proceso de desescalada. Si vemos que tiene problemas en este proceso, es importante actuar con rapidez acudiendo a un profesional de la salud mental, minimizando así el impacto que pueda tener sobre ellos. 
 





Fuente: Consalud.com

Por Instituto Carbonell 27 de julio de 2025
El Dr. José Carbonell desmonta un mito muy común: la creencia de que solo se debe acudir al psiquiatra o al psicólogo cuando uno está en una situación crítica o "muy mal". Desde su experiencia médica y psiquiátrica, insiste en que es un error esperar a tocar fondo para buscar ayuda profesional. La terapia no está reservada únicamente para casos graves; al contrario, puede ser una herramienta valiosa para mejorar muchos aspectos de la vida cotidiana. Explica que los profesionales de la salud mental pueden ayudar en temas tan diversos como el insomnio, la alimentación, la ansiedad, los cambios de humor, o la gestión emocional dentro del entorno laboral o familiar. También se trabaja en mejorar la calidad de las relaciones personales, ya sea con padres, pareja o colegas, y en aprender a estructurar mejor el día a día para vivir con más equilibrio y bienestar.  El Dr. Carbonell resalta que acudir a terapia en las etapas iniciales del malestar —antes de que los problemas se agraven— es mucho más efectivo. La intervención temprana facilita un abordaje más preventivo y menos traumático, y permite construir herramientas emocionales para enfrentar la vida con mayor solidez. Por ello, anima a dejar atrás prejuicios y a considerar la terapia como una forma natural y positiva de autocuidado.
Por Instituto Carbonell 26 de julio de 2025
El Dr. José Carbonell ofrece pautas sencillas pero muy eficaces para gestionar el estrés cotidiano, partiendo de una idea central: la organización es clave. En primer lugar, recomienda planificar el día siguiente con antelación, identificando de forma clara no solo las tareas y obligaciones, sino también los momentos destinados específicamente al descanso. Este equilibrio es esencial, ya que el estrés no solo proviene del exceso de trabajo, sino también de la falta de pausas bien estructuradas. Explica que la atención y la concentración humanas tienen un límite natural, por lo que sugiere trabajar en bloques de aproximadamente 45 minutos, seguidos de descansos breves de unos 15 minutos. Además, destaca la importancia de incorporar pausas más largas a lo largo del día: una por la mañana, otra al mediodía y otra en la tarde o noche.  El Dr. Carbonell subraya un punto esencial: la verdadera productividad no depende únicamente del número de horas trabajadas, sino de la calidad del descanso que se intercala entre las tareas. Por ello, invita a estructurar los días de manera consciente, dándole el mismo valor al tiempo productivo que al tiempo de recuperación mental y física. Esta estrategia, afirma, es una de las formas más efectivas de prevenir y manejar el estrés de forma saludable.
Por Instituto Carbonell 25 de julio de 2025
El Dr. José Carbonell lanza un mensaje claro y directo: "No pienses tanto, no le des vueltas a las cosas". Desde su experiencia como médico y psiquiatra, comparte que muchas personas llegan a su consulta atrapadas en un patrón de pensamiento excesivo y rumiativo, donde dudan constantemente de sí mismas, cuestionan si lo que piensan está bien o mal, o viven pendientes de lo que los demás puedan estar opinando sobre ellas. Explica que esta sobrecarga mental puede convertirse en una especie de bola creciente, difícil de detener, y que acaba afectando seriamente la estabilidad emocional. Muchas veces, añade, quienes sufren este tipo de pensamiento repetitivo ni siquiera reconocen que necesitan ayuda, y acaban atrapados en un ciclo que los lleva, una y otra vez, al mismo punto de partida: ansiedad, estrés, incertidumbre y malestar emocional. El Dr. Carbonell insiste en que es fundamental aprender a manejar el estrés, la ansiedad y, sobre todo, los propios pensamientos. Si uno puede establecer límites mentales y aplicar pautas de autorregulación por su cuenta, eso es positivo. Pero si este pensamiento excesivo —o overthinking— comienza a interferir con la vida diaria, impidiendo el descanso, la concentración o el bienestar general, es necesario acudir a un profesional.  Buscar ayuda no es señal de debilidad, sino una manera responsable y valiente de recuperar el equilibrio mental y aprender herramientas eficaces para gestionar lo que ocurre en la mente.