Los ansiolíticos no producen demencia
25 de mayo de 2020
Desde siempre ha habido mucho estigma en relación al hecho de tomar medicación para enfermedades de la salud mental. Además, mucha gente piensa que este tipo de medicamentos son más perjudiciales que la propia enfermedad.
A todo ello, se añade una tendencia a divulgar información falsa relacionada con los efectos secundarios. Uno de estos es que la medicación ansiolítica, como llamamos vulgarmente tranquilizantes, produce pérdidas de memoria.
Un estudio publicado en la American Journal of Psychiatry analizó si los medicamentos para la ansiedad (ansiolíticos) pueden aumentar el riesgo de padecer demencia a largo plazo. Los resultados fueron que no existe relación entre tomar ansiolíticos y tener demencia en pacientes con trastornos afectivos (ansiedad, depresión, ...)
Este tipo de medicamento es uno de los más recetados en todo el mundo, debido a su eficacia en personas con ansiedad y depresión.
En opinión del Dr. Carbonell, hay muchos mitos erróneos relacionados con la psiquiatría. Este estudio desmonta uno de ellos. Frecuentemente, me preguntan en la consulta si la medicación es más perjudicial que la propia enfermedad y este estudio demuestra claramente que no produce deterioro cognitivo a largo plazo.
Los cambios estacionales como las altas temperaturas o el frío pueden suponer un papel importante en la variación emocional de algunas personas, pero más allá de esto, los ciclos anuales de invierno, primavera, verano y otoño, también pueden interferir en el comportamiento y estado de ánimo. En el artículo Echeburúa, E. denomina a este suceso como “meteorosensibilidad”, esto se puede manifestar de diferentes formas: - En zonas geográficas o épocas en las que hay inviernos largos con poca luz solar se produce una disminución de serotonina (neurotransmisor clave para el estado de ánimo, la motivación y la energía) y alteraciones en la melatonina que pueden producir trsiteza, pensamientos negativos, cansancio, sentimientos de culpabilidad, entre otros. - En zonas donde hay mucho viento se asocia con sensación de irritabilidad, agobio, insomnio y fatiga. También con nerviosismo, problemas de concentración y dolores de cabeza. - En casos de olas de calor bruscas pueden descompensar a pacientes con ciertos trastornos mentales graves. En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, es importante tener en cuenta como influyen estos factores en nuestro estado de ánimo, sobre todo en personas que ya se encuentran en manos de profesionales de la salud mental, para así poder llevar a cabo un buen seguimiento y apoyo ante la posibilidad de experimentar alguno de estos síntomas.

El Dr. José Carbonell explica que cuando alguien rompe una relación y deja un vacío lleno de dolor, es normal sentirse destrozado y vivir un proceso de duelo. Subraya que no se puede forzar a otra persona a quedarse, por lo que lo esencial es aceptar su decisión y empezar a mirar por uno mismo. Recomienda dar espacio, cortar los contactos que dificulten la recuperación y permitirse sufrir sin buscar compensaciones inmediatas. Señala que este tiempo de reconstrucción personal ayuda a reconectar con uno mismo, crecer y transformarse en una mejor versión, recordando que siempre habrá luz al final del túnel.

El Dr. José Carbonell explica que cuando el sexo en pareja deja de ser satisfactorio, lo fundamental es hablarlo con claridad y complicidad , aunque resulte difícil expresarlo. Señala que es importante comunicar si el deseo ha cambiado o si la experiencia ya no resulta gratificante, y hacerlo sin miedo, buscando soluciones conjuntas. Recomienda, además, recurrir a un terapeuta o especialista en sexualidad si la comunicación directa no basta, de manera que se pueda intentar recuperar la conexión antes de considerar el fin de la relación.


