Aprender a comunicarse
22 de mayo de 2020
La comunicación
es uno de los pilares fundamentales de una relación, ya sea de pareja como de amistad o familiar. Nuestra forma de comunicarnos puede llegar a influir en la calidad de la relación e incluso en si vamos a querer continuar esa relación o no.
El primer paso para tener una buena comunicación es intentar evitar quejarse cada vez que algo va mal. En su lugar, debemos intentar entender a la otra persona y hacer que los demás nos entiendan a nosotros para así poder resolver el problema. Otra cosa que nos puede hacer comunicarnos mal es dar por supuesto que el otro sabe de qué estamos hablando y está entendiendo a la perfección lo que estamos explicando.
Desde InstitutoCarbonell, os damos algunos consejos para mejorar la comunicación
en pareja y así evitar las siguientes situaciones:
1) Dar por hecho
A veces solemos pensar que sabemos que quiere o piensa la otra persona, y viceversa. Esto puede llevar a malentendidos. Por eso, no debemos dar por hecho las cosas, sino preguntar al otro cuándo tengamos dudas sobre lo que nos explican y preguntar si el otro nos entiende a nosotros.
2) Pensar en el pasado
Cuando alguien hizo algo que no nos gustó en el pasado, a veces tendemos a recordárselo en otra discusión diferente. Es importante recordar que si en su momento lo perdonamos, debemos comprometernos con eso.
3) No controlar nuestras emociones
Nosotros mismos conocemos nuestras emociones y sabemos cuándo podemos desbordarnos. Debemos intentar parar de hablar cuando nos estemos descontrolando. Cuando ocurra nos debemos tomar un tiempo fuera, por ejemplo, salir del sitio, despejarnos y volver a la conversación.
4) Solo ver nuestro punto de vista
La comunicación implica entender la posición del otro, qué siente y cuáles son sus motivos. Si solo nos quedamos con nuestro punto de vista, la conversación no será fluida, afectando a la relación.
En opinión del Dr. Carbonell, la comunicación es un punto clave del bienestar de una relación. Debemos dedicar tiempo a mejorar la calidad de la comunicación. Si vemos que aún aplicando estos consejos la comunicación no mejora, se recomiendo acudir a profesionales de la salud mental para que nos ayuden a gestionar los conflictos de la relación.
Los cambios estacionales como las altas temperaturas o el frío pueden suponer un papel importante en la variación emocional de algunas personas, pero más allá de esto, los ciclos anuales de invierno, primavera, verano y otoño, también pueden interferir en el comportamiento y estado de ánimo. En el artículo Echeburúa, E. denomina a este suceso como “meteorosensibilidad”, esto se puede manifestar de diferentes formas: - En zonas geográficas o épocas en las que hay inviernos largos con poca luz solar se produce una disminución de serotonina (neurotransmisor clave para el estado de ánimo, la motivación y la energía) y alteraciones en la melatonina que pueden producir trsiteza, pensamientos negativos, cansancio, sentimientos de culpabilidad, entre otros. - En zonas donde hay mucho viento se asocia con sensación de irritabilidad, agobio, insomnio y fatiga. También con nerviosismo, problemas de concentración y dolores de cabeza. - En casos de olas de calor bruscas pueden descompensar a pacientes con ciertos trastornos mentales graves. En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, es importante tener en cuenta como influyen estos factores en nuestro estado de ánimo, sobre todo en personas que ya se encuentran en manos de profesionales de la salud mental, para así poder llevar a cabo un buen seguimiento y apoyo ante la posibilidad de experimentar alguno de estos síntomas.

El Dr. José Carbonell explica que cuando alguien rompe una relación y deja un vacío lleno de dolor, es normal sentirse destrozado y vivir un proceso de duelo. Subraya que no se puede forzar a otra persona a quedarse, por lo que lo esencial es aceptar su decisión y empezar a mirar por uno mismo. Recomienda dar espacio, cortar los contactos que dificulten la recuperación y permitirse sufrir sin buscar compensaciones inmediatas. Señala que este tiempo de reconstrucción personal ayuda a reconectar con uno mismo, crecer y transformarse en una mejor versión, recordando que siempre habrá luz al final del túnel.

El Dr. José Carbonell explica que cuando el sexo en pareja deja de ser satisfactorio, lo fundamental es hablarlo con claridad y complicidad , aunque resulte difícil expresarlo. Señala que es importante comunicar si el deseo ha cambiado o si la experiencia ya no resulta gratificante, y hacerlo sin miedo, buscando soluciones conjuntas. Recomienda, además, recurrir a un terapeuta o especialista en sexualidad si la comunicación directa no basta, de manera que se pueda intentar recuperar la conexión antes de considerar el fin de la relación.


