Te quieres divorciar de mi

19 de julio de 2025

El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, aborda con sensibilidad y realismo la difícil situación que implica una separación o divorcio en una relación de pareja. Preguntarse “¿te quieres divorciar de mí?” no es solo una expresión de crisis emocional, sino también el inicio de un proceso complejo que va mucho más allá del rompimiento afectivo.


Carbonell reconoce que los motivos para divorciarse pueden estar más que justificados, pero advierte que tomar esa decisión trae consigo una serie de repercusiones legales, emocionales, familiares y personales que no siempre son consideradas al principio. Por eso, recomienda enfáticamente que el proceso se lleve a cabo con apoyo profesional: un buen abogado, para afrontar los aspectos legales correctamente, y un terapeuta, ya sea psicólogo o psiquiatra, que acompañe emocionalmente tanto a los adultos como a los hijos, si los hay.


El doctor subraya que el divorcio es, en esencia, un cambio vital de gran impacto, que puede implicar mudanzas, reorganización de rutinas, reestructuración familiar y, en muchos casos, una doble forma de educar a los hijos. Es precisamente por esta complejidad que Carbonell insiste en no afrontar el proceso en soledad ni con improvisación, sino con una estructura sólida de apoyo profesional.



En su experiencia clínica, ha visto cómo el acompañamiento adecuado puede transformar el caos en un camino más ordenado y humano. Su mensaje es claro: si estás considerando una separación o enfrentando un divorcio, hazlo con responsabilidad emocional, cuidando no solo tu bienestar, sino también el de los hijos y el entorno cercano. Buscar ayuda no es una muestra de debilidad, sino un acto de madurez y respeto hacia uno mismo y hacia los demás.

Por Instituto Carbonell 6 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que los microdesprecios, aunque pequeños y a veces inconscientes, son de las conductas que más desgastan una relación. Señala que estos gestos —no tenerte en cuenta en planes, dejarte al margen en detalles cotidianos o ignorarte en situaciones sociales— minan poco a poco la autoestima y deterioran vínculos con parejas, familiares, amigos o compañeros de trabajo. Propone como prueba clave imaginar si la otra persona se sentiría despreciada si tú hicieras lo mismo: si la respuesta es sí, entonces estás ante un microdesprecio. Concluye que la única forma de protegerse es identificarlos, confrontarlos y, si es necesario, tomar distancia para no permitir que sigan afectando tu bienestar emocional.
Por Instituto Carbonell 5 de diciembre de 2025
Según el Consejo General de la Psicología de España, con la pérdida de un ser querido, suelen aparecer emociones como la tristeza, la culpa y el resentimiento. Desde un punto de vista psicológico, es importante aprender a gestionar el duelo. Algunas recomendaciones para transitar estas etapas son las siguientes: Poder dedicarte tiempo, hacer actividades placenteras como hacer deporte, escuchar música y salir con los amigos, son de gran ayuda. Recordar que permitirse tener sensaciones placenteras no significa que ha olvidado a su ser querido, sino que tiene la fortaleza para seguir adelante. Permítete ser flexible y respetar tus emociones a la hora de enfrentarte a las reuniones navideñas. En opinión del Dr. Carbonell, las etapas del duelo son un proceso natural. Aprender a aceptarlas y gestionarlas de manera saludable es clave para transitar el duelo. Recordar al ser querido con alegría puede ayudar a gestionarlo de manera más adaptativa y saludable.
Por Instituto Carbonell 5 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que el fenómeno de “los princesos” surge de un cambio generacional en el que muchos hombres han pasado de llevar toda la iniciativa —a veces incluso en exceso— a adoptar una postura más pasiva, buscando seguridad para no sentirse rechazados. Señala que hoy las relaciones se entienden más desde la igualdad y la negociación, dejando atrás la idea rígida de roles entre hombres y mujeres. Por ello, recomienda no caer en la pasividad mutua: para gestionar este tipo de dinámicas, ambas partes deben asumir que la iniciativa es cosa de dos y que, si nadie da el paso, la relación simplemente no avanza.