Relaciones a distancia

20 de julio de 2025

El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, reflexiona sobre las relaciones a distancia, una realidad cada vez más común en su consulta y en la vida moderna. Lejos de considerarlas un obstáculo insalvable, plantea que no solo pueden funcionar, sino que incluso pueden aportar beneficios si se gestionan adecuadamente.


Carbonell menciona diversos casos que ha visto en su práctica clínica: parejas que se conocieron a distancia y han sostenido esa dinámica desde el inicio, otras que han tenido que separarse físicamente por motivos laborales, y también convivencias en las que uno de los miembros debe ausentarse durante la semana. Todas estas situaciones tienen en común un mismo reto: cómo se estructura y se vive la relación pese a la distancia.


Según el doctor, lo esencial no es la cercanía física, sino cómo se plantean y organizan los vínculos. Para algunas personas, la distancia incluso puede representar un alivio, permitiéndoles preservar su espacio personal y su independencia sin que eso implique una desconexión emocional.

No obstante, advierte que las relaciones a distancia requieren más esfuerzo consciente, especialmente en la comunicación, la gestión del tiempo y la claridad de expectativas. Ambos miembros deben comprometerse a estar presentes emocionalmente, incluso si no pueden estarlo físicamente. Esto incluye coordinar tiempos para hablar, mantener hábitos compartidos en la medida de lo posible y cuidar los detalles que refuercen la conexión.



En definitiva, el mensaje del Dr. Carbonell es claro y positivo: una relación a distancia no es necesariamente una relación frágil. Con compromiso, estructura y comunicación adecuada, puede ser tan sólida y satisfactoria como cualquier otra. La clave está en cómo se vive, no en la geografía.

Por Instituto Carbonell 6 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que los microdesprecios, aunque pequeños y a veces inconscientes, son de las conductas que más desgastan una relación. Señala que estos gestos —no tenerte en cuenta en planes, dejarte al margen en detalles cotidianos o ignorarte en situaciones sociales— minan poco a poco la autoestima y deterioran vínculos con parejas, familiares, amigos o compañeros de trabajo. Propone como prueba clave imaginar si la otra persona se sentiría despreciada si tú hicieras lo mismo: si la respuesta es sí, entonces estás ante un microdesprecio. Concluye que la única forma de protegerse es identificarlos, confrontarlos y, si es necesario, tomar distancia para no permitir que sigan afectando tu bienestar emocional.
Por Instituto Carbonell 5 de diciembre de 2025
Según el Consejo General de la Psicología de España, con la pérdida de un ser querido, suelen aparecer emociones como la tristeza, la culpa y el resentimiento. Desde un punto de vista psicológico, es importante aprender a gestionar el duelo. Algunas recomendaciones para transitar estas etapas son las siguientes: Poder dedicarte tiempo, hacer actividades placenteras como hacer deporte, escuchar música y salir con los amigos, son de gran ayuda. Recordar que permitirse tener sensaciones placenteras no significa que ha olvidado a su ser querido, sino que tiene la fortaleza para seguir adelante. Permítete ser flexible y respetar tus emociones a la hora de enfrentarte a las reuniones navideñas. En opinión del Dr. Carbonell, las etapas del duelo son un proceso natural. Aprender a aceptarlas y gestionarlas de manera saludable es clave para transitar el duelo. Recordar al ser querido con alegría puede ayudar a gestionarlo de manera más adaptativa y saludable.
Por Instituto Carbonell 5 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que el fenómeno de “los princesos” surge de un cambio generacional en el que muchos hombres han pasado de llevar toda la iniciativa —a veces incluso en exceso— a adoptar una postura más pasiva, buscando seguridad para no sentirse rechazados. Señala que hoy las relaciones se entienden más desde la igualdad y la negociación, dejando atrás la idea rígida de roles entre hombres y mujeres. Por ello, recomienda no caer en la pasividad mutua: para gestionar este tipo de dinámicas, ambas partes deben asumir que la iniciativa es cosa de dos y que, si nadie da el paso, la relación simplemente no avanza.