Amores de verano

2 de julio de 2025

El Dr. Carbonell reflexiona sobre los llamados amores de verano, esos vínculos intensos que suelen surgir durante las vacaciones, en momentos de desconexión total de la rutina y las responsabilidades. En ese contexto tan particular, explica, las personas tienden a dejar atrás sus cargas emocionales, sus roles habituales y su estrés cotidiano, adoptando una versión más ligera, libre y abierta de sí mismas. Esto crea un entorno ideal para que surjan encuentros aparentemente mágicos con otras personas que están en el mismo estado de ánimo.


Sin embargo, el Dr. Carbonell advierte que este tipo de romances se desarrollan en un escenario artificial. Las personas no se muestran en su contexto real: no están en su ciudad, en su trabajo, ni enfrentando sus problemas habituales. Por ello, lo que puede parecer una conexión ideal durante esos días, puede resultar inviable una vez que se regresa a la realidad.


El Dr. Carbonell subraya que si bien hay casos en los que una relación de verano puede prosperar —cuando, por ejemplo, las personas comparten valores, estilo de vida, o incluso viven cerca—, en muchos otros casos el regreso a la normalidad revela diferencias profundas que hacen muy difícil sostener esa ilusión inicial. El riesgo, según señala, está en aferrarse a un vínculo que nació en un contexto extraordinario y tratar de forzarlo para que funcione en el día a día, lo cual puede generar frustración y sufrimiento.



Finalmente, el Dr. Carbonell invita a disfrutar del momento con consciencia, pero también a mantener los pies en la tierra. No todo amor de verano está destinado a perdurar, y eso no le quita valor a lo vivido, siempre que se entienda como una experiencia más, y no como una promesa que deba cumplirse a toda costa.

Por Instituto Carbonell 3 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que comenzar una relación pensando que “no va a durar” es una forma de autoprotección, pero en realidad conduce a un autosabotaje. Señala que esta actitud hace que uno se enfoque en los aspectos negativos para confirmar su creencia de que la relación fracasará. Recomienda equilibrar la perspectiva: no se trata de idealizar ni de ignorar los problemas, sino de dar una verdadera oportunidad a la relación y permitir que la realidad demuestre si puede funcionar de manera natural.
Por Instituto Carbonell 2 de octubre de 2025
Los celos no siempre aparecen por lo que pasa en el presente. A veces surgen mirando al pasado, cuando la figura de la expareja de quien hoy es tu compañero o compañera se convierte en una sombra constante. A este fenómeno se le ha llamado “Síndrome de Rebecca”, inspirado en la novela de Daphne du Maurier. En la vida real, esta situación se traduce en lo que conocemos como “celos retrospectivos”: sentir que no se compite contra una persona, sino contra un recuerdo idealizado. Tal como indica Infante, C. en el artículo, los celos no son necesariamente patológicos. Son una emoción humana y universal. El problema surge cuando se vuelven la base de una relación: cuando todo gira en torno al miedo a perder al otro. En el artículo también se explica, la importancia de diferenciar entre lo que sentimos y lo que hacemos con ello. Sentir celos no es malo, pero usarlo como excusa para controlar o invadir la intimidad de la pareja sí lo es. Los celos pueden convertirse en un verdadero problema cuando dejan de ser una emoción pasajera y se instalan como un hábito en la relación, cuando la atención se centra de forma obsesiva en la expareja o cuando la relación parece sostenerse solo a partir de la inseguridad. En muchos casos, estos celos pueden surgir de inseguridades propias, experiencias pasadas o comparaciones que hemos aprendido a hacer desde nuestra historia personal. No se trata de controlar a la otra persona, sino de miedos internos sobre no ser suficiente o de sentir que podemos perder el afecto de quien queremos. En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, no podemos elegir qué emociones aparecen, pero sí aprender a gestionar cómo reaccionamos ante ellas. Compararnos con otros solo nos roba tranquilidad, cuando lo realmente importante es reconocer que cada persona tiene su propio valor. Y si los celos comienzan a afectar la relación o generan malestar en alguna de las partes, lo más recomendable es acudir a un profesional de la salud mental que pueda acompañar y orientar en este proceso.
Por Instituto Carbonell 2 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando en una pareja existe una diferencia en el deseo sexual, es fundamental abordarlo con comunicación y negociación constante. Señala que, así como se validan los intereses personales del otro en otros ámbitos, también debe reconocerse la importancia que el sexo puede tener para uno de los miembros. Advierte que ignorar este desequilibrio solo genera una grieta cada vez mayor en la relación. Recomienda hablarlo de forma directa, buscar acuerdos y, si es necesario, recurrir a un profesional que ayude a gestionar el problema, ya que lo esencial es no dejarlo sin resolver.