NI DEMASIADO RÍGIDO NI SIN FILTROS

13 de marzo de 2025

En la vida, muchas veces nos preguntamos cuándo es mejor hablar o callar, actuar o esperar. Algunas personas tienen tanto autocontrol que se reprimen demasiado, mientras que otras dicen y hacen lo primero que se les ocurre sin pensar en las consecuencias.


El psicólogo Tomás Navarro nos explica que ninguno de estos extremos es bueno y que lo mejor es encontrar un punto medio. Tener equilibrio entre el autocontrol y la espontaneidad nos ayuda a tomar mejores decisiones y a sentirnos bien con nosotros mismos y con los demás.


Nuestro cerebro tiene dos maneras de ayudarnos a decidir cómo actuar:

  1. El centro ejecutivo, que nos impulsa a hacer cosas, tomar decisiones y avanzar en la vida.
  2. El centro de inhibición, que nos ayuda a detenernos cuando es necesario, pensar antes de actuar y controlar nuestros impulsos.

Ambos son importantes, pero a veces las personas se inclinan demasiado hacia uno de los dos lados.


Cuando hay demasiado control
Algunas personas han aprendido desde niños que es mejor no molestar, no llamar la atención y no expresar lo que sienten. Esto puede hacer que, con el tiempo, se vuelvan demasiado reservadas y tengan miedo de mostrarse tal como son. Vivir así puede afectar su autoestima, hacer que se sientan solas y dificultar sus relaciones con los demás.


Cuando falta control
Por otro lado, están quienes dicen y hacen lo que quieren sin pensar en las consecuencias. Aunque ser libre está bien, vivir en sociedad significa que nuestras acciones pueden afectar a los demás. No pensar antes de actuar puede traer problemas en la vida personal, en el trabajo o con la familia.



En opinión del Dr. Carbonell y E. Llinas, vivir bien no significa ser completamente controlado ni actuar sin filtro. Se trata de encontrar el punto justo en cada momento. Saber cuándo avanzar y cuándo frenar nos ayuda a llevar una vida más tranquila, mejorar nuestras relaciones y sentirnos más seguros de nosotros mismos.



Por Instituto Carbonell 17 de julio de 2025
El Dr. José Carbonell , médico y psiquiatra, reflexiona en este texto sobre una actitud defensiva y común en personas que atraviesan un mal momento emocional: “yo estoy bien, el problema son los demás”. Esta postura puede aparecer cuando amigos o familiares intentan acercarse con preocupación genuina, señalando cambios negativos o señales de sufrimiento, y reciben como respuesta una negación total acompañada de un discurso que proyecta el malestar en el entorno. Carbonell describe cómo estas personas, a menudo sin darse cuenta, adoptan una percepción distorsionada de la realidad, viéndose como víctimas constantes de su entorno y rechazando cualquier crítica o sugerencia de ayuda. Aun así, el Dr. Carbonell subraya la importancia de no abandonar a quienes se encuentran en esa situación. Si queremos y valoramos a esa persona, debemos procurar mantenernos a su lado con paciencia, sin confrontaciones, acompañando el proceso sin dejarnos arrastrar emocionalmente por su visión negativa o su aislamiento. Es crucial, según el doctor, conservar nuestro propio equilibrio: no asumir como verdad todo lo que la persona dice, ni dejarnos afectar por su percepción distorsionada. Al mismo tiempo, hay que entender que, en ciertos casos, la mejor forma de ayudar es recomendar que esa persona busque apoyo profesional. No siempre podremos cambiar o convencer a alguien desde el afecto o la amistad; hay ocasiones en las que la intervención de un terapeuta o psiquiatra es necesaria para iniciar un verdadero cambio.  El mensaje final de Carbonell es claro: el apoyo emocional es valioso, pero debe ir acompañado de límites sanos y de la conciencia de que ayudar no siempre significa resolver, sino a veces guiar hacia quien sí puede hacerlo.
Por Instituto Carbonell 16 de julio de 2025
El Dr. José Carbonell , médico y psiquiatra, nos invita en este mensaje a establecer una conexión terapéutica directa con él, destacando la accesibilidad de sus servicios a través de la modalidad online. Señala cómo, especialmente desde la pandemia, tanto los pacientes como los profesionales de la salud mental se han acostumbrado a mantener consultas a distancia, permitiendo así un acompañamiento cercano, sin importar la ubicación geográfica. Desde su base en Palma de Mallorca, el Dr. Carbonell atiende a muchas personas que, aunque pasaron por la isla, continúan sus tratamientos con él desde cualquier parte del mundo. Ya sea por videollamada en WhatsApp, Skype, Zoom u otras plataformas, él y su equipo de psicólogos garantizan una atención flexible y adaptada a las herramientas disponibles para cada paciente.  Con años de experiencia realizando terapias online, el Dr. Carbonell asegura que este tipo de atención es efectiva y confiable. Su mensaje es claro: si estás buscando apoyo profesional en salud mental, puedes contactarlo fácilmente a través del enlace que aparece en la plataforma del video. Él mismo se compromete a ofrecer una atención cercana, personalizada y de calidad, estés donde estés.
Por Instituto Carbonell 15 de julio de 2025
El Dr. José Carbonell aborda en este texto el difícil momento en el que una persona se enfrenta a un sufrimiento emocional tan intenso que ya no puede funcionar con normalidad. Describe con claridad ese punto de agotamiento profundo, en el que incluso después de haber intentado terapias, cambios de estilo de vida, mejoras en las relaciones y en el entorno laboral, la persona sigue atrapada en pensamientos negativos persistentes, falta de energía, alteraciones del apetito y un bloqueo general frente a la vida. Reconociendo el estigma que todavía pesa sobre estos medicamentos y sobre los propios psiquiatras, aclara que la medicación no solo es segura —con más de 50 años de uso clínico—, sino que en casos de depresión grave, se ha comprobado mediante estudios de neuroimagen que el cerebro reduce su actividad funcional, lo que puede requerir apoyo farmacológico para recuperarse. El Dr. Carbonell insiste en que lo verdaderamente preocupante no es tomar medicación, sino seguir viviendo en un estado de sufrimiento crónico que impide llevar una vida digna y funcional. Si bien la terapia psicológica es fundamental y valiosa, reconoce que en algunos casos la combinación con antidepresivos, o incluso su uso independiente, puede ser decisiva para recuperar el equilibrio.  Su mensaje final es claro: no hay que temerle a los antidepresivos, hay que temerle a una enfermedad que no te deja vivir. Buscar ayuda médica no es un signo de derrota, sino una forma de empezar a reconstruir la vida desde un lugar de mayor estabilidad y salud.