No juegues conmigo

26 de septiembre de 2025

El Dr. José Carbonell advierte sobre las relaciones en las que una persona muestra indecisión constante, generando desgaste emocional y frenando el desarrollo personal del otro. Explica que este juego de idas y vueltas mina la autoestima y puede llevar a depender de la esperanza de un cambio que nunca llega. Subraya la necesidad de poner límites claros, evitar prolongar indefinidamente la espera y priorizar el propio bienestar. Según él, es preferible afrontar un sufrimiento puntual por poner fin a la situación, que continuar sufriendo de manera indefinida a causa de la indefinición ajena.

Por Instituto Carbonell 26 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que algunas personas adoptan el papel de víctimas para obtener lo que desean sin asumir responsabilidades, mientras que otras han pasado por situaciones difíciles de manera genuina. Para distinguir entre víctimas auténticas y manipuladores, es clave analizar patrones de comportamiento en relaciones previas y poner límites claros. Si la relación se vuelve unidireccional y centrada únicamente en las necesidades egoístas de la otra persona, probablemente se trate de una manipulación. En cambio, si el cariño mutuo permite que la persona deje de sentirse víctima y la relación se equilibre, la relación puede ser saludable y avanzar.
Por Instituto Carbonell 25 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando sentimos que “no podemos ni ver” a alguien, suele ser consecuencia de la acumulación de frustración, decepción o rabia por interacciones fallidas o relaciones conflictivas. Recomienda gestionar esta sensación tomando espacio, verbalizando lo que sentimos si es posible, y evitando confrontaciones que puedan intensificar la emoción. Además, sugiere que el tiempo ayuda a normalizar los sentimientos y que, en muchos casos, acudir a un terapeuta es la forma más efectiva de procesar la rabia y recuperar el equilibrio emocional.
Por Instituto Carbonell 24 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que sentirse desagradecido o desagradecida en una relación ocurre cuando damos mucho cariño, atención o esfuerzo y sentimos que la otra persona no lo corresponde. Esto puede suceder en relaciones de pareja, familiares o con hijos. Advierte que la falta de reciprocidad no siempre indica mala intención, sino que muchas personas no tienen la capacidad emocional de corresponder del mismo modo. Por ello, recomienda analizar cómo la otra persona interpreta la situación y, si se desea mantener la relación, equilibrar la entrega propia con la capacidad de la otra persona, fomentando la comunicación y ajustando expectativas para que la relación fluya de manera más saludable.