Planificar nuestro día reduce la ansiedad
2 de marzo de 2020
¿Por qué algunas personas realizan muchas actividades (deporte, trabajo, familia, …) y les queda tiempo? ¿Por qué parece que tienen tiempo para todo? El motivo puede ser que estas personas utilicen una estrategia para gestionar bien su tiempo. Esta estrategia es planificar nuestra rutina, nuestro día a día.
Planificar no es solo hacer listas, supone invertir tiempo en organizar. Si lo llevas a cabo, a medio y largo plazo serás más organizado, puntual y eficaz con tu tiempo profesional y personal. Planificar puede mejorar nuestra calidad de vida porque nos proporciona tranquilidad.
Patricia Ramirez, psicóloga, en el artículo “¿Por qué algunas personas tienen tiempo para todo?” (ABC, 2020), propone los siguientes hábitos para ayudarnos a planificar:
1)
Tener una agenda donde escribir nuestro día a día, y dedicar 10 minutos por la mañana a visualizar que tenemos programado para ese día. Tener una imagen visual de nuestras tareas hace que el cerebro se prepare para ello.
2)
Hacer listas o anotar las cosas nos ayuda a ejercitar la memoria. Cuando escribimos ayudamos al cerebro a comprender mejor lo que tenemos que hacer.
3)
Ser puntual. Es importante saber cuánto tiempo invertimos en cada cosa que hacemos. Por eso, podemos seguir estrategias como calcular el tiempo de los trayectos o de las tareas.
4)
Decidir qué es prioridad y qué es una urgencia. Esto nos ayuda a administrar bien el tiempo. Por ejemplo, en el trabajo, saber qué tarea es urgente para realizarla primero.
5)
Anticipar aquello que podemos controlar. Es decir, pensar soluciones a los problemas que nos puedan surgir en un proyecto o objetivos.
En opinión del Dr. Carbonell, en algún momento podemos sentir que tenemos demasiadas cosas y no podemos gestionarlas. Esto puede causar un estado ansioso que se puede llevar a agravar si no le ponemos solución. Por eso es importante acudir a profesionales de salud mental para que nos ayuden a sobrellevar esta etapa.

El Dr. José Carbonell ofrece pautas sencillas pero muy eficaces para gestionar el estrés cotidiano, partiendo de una idea central: la organización es clave. En primer lugar, recomienda planificar el día siguiente con antelación, identificando de forma clara no solo las tareas y obligaciones, sino también los momentos destinados específicamente al descanso. Este equilibrio es esencial, ya que el estrés no solo proviene del exceso de trabajo, sino también de la falta de pausas bien estructuradas. Explica que la atención y la concentración humanas tienen un límite natural, por lo que sugiere trabajar en bloques de aproximadamente 45 minutos, seguidos de descansos breves de unos 15 minutos. Además, destaca la importancia de incorporar pausas más largas a lo largo del día: una por la mañana, otra al mediodía y otra en la tarde o noche. El Dr. Carbonell subraya un punto esencial: la verdadera productividad no depende únicamente del número de horas trabajadas, sino de la calidad del descanso que se intercala entre las tareas. Por ello, invita a estructurar los días de manera consciente, dándole el mismo valor al tiempo productivo que al tiempo de recuperación mental y física. Esta estrategia, afirma, es una de las formas más efectivas de prevenir y manejar el estrés de forma saludable.

El Dr. José Carbonell lanza un mensaje claro y directo: "No pienses tanto, no le des vueltas a las cosas". Desde su experiencia como médico y psiquiatra, comparte que muchas personas llegan a su consulta atrapadas en un patrón de pensamiento excesivo y rumiativo, donde dudan constantemente de sí mismas, cuestionan si lo que piensan está bien o mal, o viven pendientes de lo que los demás puedan estar opinando sobre ellas. Explica que esta sobrecarga mental puede convertirse en una especie de bola creciente, difícil de detener, y que acaba afectando seriamente la estabilidad emocional. Muchas veces, añade, quienes sufren este tipo de pensamiento repetitivo ni siquiera reconocen que necesitan ayuda, y acaban atrapados en un ciclo que los lleva, una y otra vez, al mismo punto de partida: ansiedad, estrés, incertidumbre y malestar emocional. El Dr. Carbonell insiste en que es fundamental aprender a manejar el estrés, la ansiedad y, sobre todo, los propios pensamientos. Si uno puede establecer límites mentales y aplicar pautas de autorregulación por su cuenta, eso es positivo. Pero si este pensamiento excesivo —o overthinking— comienza a interferir con la vida diaria, impidiendo el descanso, la concentración o el bienestar general, es necesario acudir a un profesional. Buscar ayuda no es señal de debilidad, sino una manera responsable y valiente de recuperar el equilibrio mental y aprender herramientas eficaces para gestionar lo que ocurre en la mente.

El Dr. José Carbonell reflexiona sobre la importancia y efectividad de la terapia online, especialmente en contextos en los que la vida cotidiana dificulta el acceso presencial a un profesional de la salud mental. Señala que muchas personas —como madres con hijos pequeños, personas con familiares dependientes, profesionales con agendas muy exigentes o quienes viajan constantemente— simplemente no tienen el tiempo ni la posibilidad de desplazarse hasta una consulta. Ante esta realidad, el Dr. Carbonell afirma con claridad que la terapia online es una alternativa perfectamente válida y, en muchos casos, extraordinariamente efectiva. Aclara que, si bien lo ideal puede ser el encuentro presencial, es mucho mejor optar por la modalidad online que dejar de recibir ayuda por falta de tiempo. Subraya que no debemos permitir que las obligaciones diarias se conviertan en excusa para no cuidarnos emocionalmente, sobre todo cuando la solución puede estar tan cerca como una llamada o una videollamada. Desde la pandemia, asegura, la terapia online se ha convertido en una práctica habitual y sus resultados son muy positivos. Por tanto, anima a no descartar esta vía de apoyo y a priorizar el bienestar emocional sin importar las circunstancias.