SUNDAY SCARIES O SÍNDROME DEL DOMINGO POR LA TARDE

3 de marzo de 2025

El Síndrome del Domingo por la tarde se describe como un conjunto de síntomas relacionados con la vuelta a la rutina y el comienzo del trabajo que se suele experimentar los últimos días antes finalizar las vacaciones y las últimas horas del domingo. Se explica que la persona puede presentar ansiedad, pensamientos negativos y repetitivos sobre la vuelta al trabajo y aspectos pendientes sobre este, tristeza e incluso síntomas físicos como tensión muscular, dolores estomacales y problemas para dormir.

González explica que estos sentimientos se suelen producir mayormente los domingos y en concreto por la tarde debido a que hay un periodo de tiempo relativamente corto entre “estar libre y volver a la rutina”. Explica que esto les puede ocurrir tanto a las personas que no les gusta su trabajo como a las que sí, lo que ocurre es que se produce una fuerte ansiedad anticipatoria debido a que nos centramos en aquello que tenemos pendiente produciéndose un mayor cortisol lo que da lugar a ese sentimiento de inquietud. Que esto se produzca en mayor o menor medida va a variar según la capacidad que tiene cada persona de gestionar y tolerar el estrés, la incertidumbre y la frustración.

En el artículo, nos aconsejan para intentar combatir el Síndrome del Domingo: establecer una rutina para el domingo que permita desconectar y recargar energía para el comienzo de la semana; establecer límites entre el tiempo personal y la carga laboral; planificar con antelación la semana para así ayudar a reducir la incertidumbre.

En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, es importante establecer límites respecto a los horarios de desconexión para poder afrontar la vuelta al trabajo con mayor motivación, sin embargo, es conveniente estar pendiente a si la sensación de malestar perdura en el tiempo buscar ayuda de un profesional de la salud mental.


Por Instituto Carbonell 6 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que los microdesprecios, aunque pequeños y a veces inconscientes, son de las conductas que más desgastan una relación. Señala que estos gestos —no tenerte en cuenta en planes, dejarte al margen en detalles cotidianos o ignorarte en situaciones sociales— minan poco a poco la autoestima y deterioran vínculos con parejas, familiares, amigos o compañeros de trabajo. Propone como prueba clave imaginar si la otra persona se sentiría despreciada si tú hicieras lo mismo: si la respuesta es sí, entonces estás ante un microdesprecio. Concluye que la única forma de protegerse es identificarlos, confrontarlos y, si es necesario, tomar distancia para no permitir que sigan afectando tu bienestar emocional.
Por Instituto Carbonell 5 de diciembre de 2025
Según el Consejo General de la Psicología de España, con la pérdida de un ser querido, suelen aparecer emociones como la tristeza, la culpa y el resentimiento. Desde un punto de vista psicológico, es importante aprender a gestionar el duelo. Algunas recomendaciones para transitar estas etapas son las siguientes: Poder dedicarte tiempo, hacer actividades placenteras como hacer deporte, escuchar música y salir con los amigos, son de gran ayuda. Recordar que permitirse tener sensaciones placenteras no significa que ha olvidado a su ser querido, sino que tiene la fortaleza para seguir adelante. Permítete ser flexible y respetar tus emociones a la hora de enfrentarte a las reuniones navideñas. En opinión del Dr. Carbonell, las etapas del duelo son un proceso natural. Aprender a aceptarlas y gestionarlas de manera saludable es clave para transitar el duelo. Recordar al ser querido con alegría puede ayudar a gestionarlo de manera más adaptativa y saludable.
Por Instituto Carbonell 5 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que el fenómeno de “los princesos” surge de un cambio generacional en el que muchos hombres han pasado de llevar toda la iniciativa —a veces incluso en exceso— a adoptar una postura más pasiva, buscando seguridad para no sentirse rechazados. Señala que hoy las relaciones se entienden más desde la igualdad y la negociación, dejando atrás la idea rígida de roles entre hombres y mujeres. Por ello, recomienda no caer en la pasividad mutua: para gestionar este tipo de dinámicas, ambas partes deben asumir que la iniciativa es cosa de dos y que, si nadie da el paso, la relación simplemente no avanza.