¿Adolescentes con problemas? Descartar siempre un TDAH

16 de noviembre de 2016

Los niños y adolescentes con TDAH en los que se observa sintomatología hiperactiva impulsiva son más propensos a presentar  trastornos de conducta.

Al perder fácilmente su capacidad de autocontrol, pueden mostrarse agresivos y con una baja tolerancia a la frustración.

Los principales trastornos asociados al TDAH según el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales, 5ª ed.), se describen a continuación:

Trastorno Negativista Desafiante (TND)

Presentan enfados frecuentes, irritabilidad, pataletas, rechazan las órdenes de los adultos, se niegan a cumplir las peticiones que se les hacen, molestan a la gente de su entorno, se muestran muy susceptibles cuando se les molesta y le echan la culpa de sus errores a los demás. Muestran una actitud desafiante y pueden ser rencorosos y vengativos. Entre la población con TDAH, la prevalencia de comorbilidad con TDN está entre el 40% y 50% .

Trastorno de Conducta Disocial

El rasgo principal del Trastorno disocial es, según el DSM-IV , “un patrón de conducta persistente en el que se transgreden los derechos básicos de los demás y las principales normas sociales propias de la edad”. Pueden presentar los siguientes síntomas: intimidación o acoso a otros, inicio de peleas físicas, crueldad con animales o con personas, robo, destrucción de la propiedad, mentir para conseguir favores o evitar obligaciones. En la época adolescente pueden saltarse las clases, escaparse de casa y dormir fuera de casa sin consentimiento.

El porcentaje de población con TDAH que puede padecer un trastorno disocial es del 40%-50%.

Trastorno por Uso de Substancias (TUS )

Tener TDAH aumenta el riesgo de desarrollar un trastorno por consumo de sustancias adictivas. Además el TDAH se ha asociado con un inicio más temprano del abuso de sustancias, con un mayor número de diagnósticos comórbidos de TUS y con mayores dificultades para mantener la abstinencia tras las desintoxicaciones.

Resulta complicado identificar a los pacientes con abuso de sustancias que también padecen TDAH, por que a menudo se asocian a otros trastornos psiquiátricos que se solapan con muchos de los síntomas del TDAH. Se ha estimado que un 52% de pacientes diagnosticados con TDAH presentan un trastorno por uso de substancias .

Trastorno Depresivo

Se caracteriza por un estado depresivo crónico, que se manifiesta la mayor parte del día la mayoría de los días. En niños y adolescentes, pueden estar irritables y presentar mínimo dos los siguientes síntomas: pérdida o aumento del apetito, falta de energía, baja autoestima, dificultades para concentrarse, insomnio o hipersomnia.

Los síntomas de la depresión pueden confundirse, ya que la agitación se puede confundir con hiperactividad y el retraso psicomotor con la falta de atención. La prevalencia de este trastorno en población con TDAH es de un 26,8%.

Trastorno de Ansiedad

Se caracteriza por inquietud o impaciencia, cansancio frecuente, problemas para concentrarse, irritabilidad, tensión muscular o alteraciones del sueño (dificultad para conciliar el sueño, sensación de falta de descanso al despertar).

Los trastornos de ansiedad más frecuentes en personas con TDAH son: ansiedad por separación, trastorno de angustia, trastorno obsesivo compulsivo (TOC), ansiedad generalizada.

El trastorno de ansiedad tiene una prevalencia de 34% en niños con TDAH pasando a un 40% en la población adulta con TDAH.

Trastorno del Aprendizaje

Dificultad en el aprendizaje y en el rendimiento escolar o en las actividades de la vida cotidiana que exigen habilidades para la lectura, escritura, cálculo matemático y desarrollo del lenguaje narrativo. Afecta también a la productividad y fluidez en el desarrollo de tareas que requieran organización. Presentan un vocabulario muy limitado, mala construcción de las frases y conjugan mal los tiempos verbales.

Los niños con TDAH que presentan mayor nivel de déficit de atención tienen más problemas asociados a trastornos de aprendizaje, que los que son hiperactivos-impulsivos. Se estima que afecta al 20% de los niños con TDAH.

Trastorno del Espectro Autista (TEA)

Presentan problemas de interacción social, problemas de comunicación y un patrón repetitivo de conductas. Según un estudio (1), el 33% de los niños con TEA presentan síntomas de TDAH de tipo inatento, el 26% de tipo combinado (déficit de atención e hiperactividad/impulsividad), el otro 41% no presenta comorbilidad.

Trastorno Bipolar

El niño o adolescente con Trastorno Bipolar, se caracteriza por haber padecido más de dos episodios en los que su estado de ánimo y nivel de actividad parecen alterados. Cambios de humor extremos, aumento del nivel de energía, pensamiento acelerado, disminución del sueño, posibilidad de síntomas psicóticos como alucinaciones o delirios.

Existe un solapamiento entre los síntomas del TDAH y del Trastorno Bipolar en niños, por lo que el diagnóstico es bastante controvertido. La prevalencia de este trastorno asociado al TDAH es del 10% siendo más frecuente en los niños.

Trastorno de Tics (Tourette)

Se caracteriza por movimientos o vocalizaciones involuntarias de forma rápida y recurrente, no rítmica que comienza repentinamente y en apariencia carece de finalidad. El estrés aumenta su frecuencia de reproducción y desaparecen durante el sueño. Este trastorno crea un gran malestar y deterioro de las relaciones sociales.

La mitad de los niños con TDAH presentan tics transitorios o crónicos. Un 11% de los niños con TDAH padece este tipo de trastorno asociado .

Visto lo anterior, según el Dr Carbobell es recomendable que frente a cualquier problema que presente un adolescente descartemos un posible TDAH de base. Por consiguiente el Dr. Carbonell opina que debería de manera rutinaria descartarse un posible TDAH en cualquier adolescente con problemas.

1.Goldstein S, Schwebach AJ. The comorbidity of Persavive Developmental Disorpder and Attention Deficit-Hyperactivity Disorder: results of a retrospective chart review. J Autism Dev Disord. 2004 Jun;34(3):329-39.

Por Instituto Carbonell 14 de octubre de 2025
Los cambios estacionales como las altas temperaturas o el frío pueden suponer un papel importante en la variación emocional de algunas personas, pero más allá de esto, los ciclos anuales de invierno, primavera, verano y otoño, también pueden interferir en el comportamiento y estado de ánimo.  En el artículo Echeburúa, E. denomina a este suceso como “meteorosensibilidad”, esto se puede manifestar de diferentes formas: - En zonas geográficas o épocas en las que hay inviernos largos con poca luz solar se produce una disminución de serotonina (neurotransmisor clave para el estado de ánimo, la motivación y la energía) y alteraciones en la melatonina que pueden producir trsiteza, pensamientos negativos, cansancio, sentimientos de culpabilidad, entre otros. - En zonas donde hay mucho viento se asocia con sensación de irritabilidad, agobio, insomnio y fatiga. También con nerviosismo, problemas de concentración y dolores de cabeza. - En casos de olas de calor bruscas pueden descompensar a pacientes con ciertos trastornos mentales graves. En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, es importante tener en cuenta como influyen estos factores en nuestro estado de ánimo, sobre todo en personas que ya se encuentran en manos de profesionales de la salud mental, para así poder llevar a cabo un buen seguimiento y apoyo ante la posibilidad de experimentar alguno de estos síntomas.
Por Instituto Carbonell 5 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando alguien rompe una relación y deja un vacío lleno de dolor, es normal sentirse destrozado y vivir un proceso de duelo. Subraya que no se puede forzar a otra persona a quedarse, por lo que lo esencial es aceptar su decisión y empezar a mirar por uno mismo. Recomienda dar espacio, cortar los contactos que dificulten la recuperación y permitirse sufrir sin buscar compensaciones inmediatas. Señala que este tiempo de reconstrucción personal ayuda a reconectar con uno mismo, crecer y transformarse en una mejor versión, recordando que siempre habrá luz al final del túnel.
Por Instituto Carbonell 4 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando el sexo en pareja deja de ser satisfactorio, lo fundamental es hablarlo con claridad y complicidad , aunque resulte difícil expresarlo. Señala que es importante comunicar si el deseo ha cambiado o si la experiencia ya no resulta gratificante, y hacerlo sin miedo, buscando soluciones conjuntas. Recomienda, además, recurrir a un terapeuta o especialista en sexualidad si la comunicación directa no basta, de manera que se pueda intentar recuperar la conexión antes de considerar el fin de la relación.