Estrés, la nueva epidemia

25 de noviembre de 2016

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha calificado al estrés como ‘epidemia global’. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la ansiedad o la depresión afectan al 14,6 % de la población adulta española, encontrándose su caldo de cultivo en los entornos laborales. Diversos estudios indican que el estrés es ya la segunda causa de los problemas de salud relacionados con el trabajo. Patologías como depresiones, dolencias cardiacas, alteraciones cardiovasculares, lesiones musculares, problemas isquémicos o dermatológicos pueden tener su origen o verse agravadas por culpa del estrés.

¿Cómo funciona el mecanismo del estrés? “Ante un estímulo externo nuestro organismo reacciona de dos maneras posibles: huida o defensa. Los problemas llegan cuando las demandas del estrés superan el umbral de lo que estamos preparados para afrontar” , explica Antonio Iniesta, presidente saliente de la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo (AEEMT) y coordinador de La Guía Sobre el Manejo del Estrés desde Medicina del Trabajo, publicada este mismo año. El estrés se convierte entonces en un depredador silencioso que va mermando las capacidades del profesional.

Pero el estrés no sólo es devastador para la salud de las personas, también puede perjudicar seriamente a las empresas. “Tener empleados estresados significa duplicar los días de baja de la plantilla” , alerta José María García, director de Capital Humano y Beneficios de Willis Towers Watson. Y no se trata únicamente de los síntomas físicos; a nivel emocional el trabajador también se ve seriamente afectado, lo que se traduce en una merma en su rendimiento. “Se modifica el estado de ánimo y el comportamiento. Incrementa la inseguridad y las dificultades para concentrarse o tomar decisiones”, indica Yolanda Erburu, directora ejecutiva de Comunicación, RSC y Fundación Sanitas.

Con el fin de minimizar el estrés de sus empleados, cada vez más empresas se suman a los llamados programas de wellness (bienestar). “Se trata de crear entornos agradables para el trabajo y que posibiliten una gestión inteligente del estrés para así evitar la necesidad de un tratamiento médico”, comenta Yolanda Erburu. Fomentar el ejercicio físico moderado forma parte de esta labor de sensibilización”.

Por consiguiente, no debemos dejar de lado la importancia de monitorizar el nivel de trabajo que estamos realizando y compensarlo con actividades lúdicas que compensen el estrés acumulado durante el día. Para ello, la ayuda de un profesional es muy rentable, tanto en la prevención como en el tratamiento.

Por Instituto Carbonell 14 de octubre de 2025
Los cambios estacionales como las altas temperaturas o el frío pueden suponer un papel importante en la variación emocional de algunas personas, pero más allá de esto, los ciclos anuales de invierno, primavera, verano y otoño, también pueden interferir en el comportamiento y estado de ánimo.  En el artículo Echeburúa, E. denomina a este suceso como “meteorosensibilidad”, esto se puede manifestar de diferentes formas: - En zonas geográficas o épocas en las que hay inviernos largos con poca luz solar se produce una disminución de serotonina (neurotransmisor clave para el estado de ánimo, la motivación y la energía) y alteraciones en la melatonina que pueden producir trsiteza, pensamientos negativos, cansancio, sentimientos de culpabilidad, entre otros. - En zonas donde hay mucho viento se asocia con sensación de irritabilidad, agobio, insomnio y fatiga. También con nerviosismo, problemas de concentración y dolores de cabeza. - En casos de olas de calor bruscas pueden descompensar a pacientes con ciertos trastornos mentales graves. En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, es importante tener en cuenta como influyen estos factores en nuestro estado de ánimo, sobre todo en personas que ya se encuentran en manos de profesionales de la salud mental, para así poder llevar a cabo un buen seguimiento y apoyo ante la posibilidad de experimentar alguno de estos síntomas.
Por Instituto Carbonell 5 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando alguien rompe una relación y deja un vacío lleno de dolor, es normal sentirse destrozado y vivir un proceso de duelo. Subraya que no se puede forzar a otra persona a quedarse, por lo que lo esencial es aceptar su decisión y empezar a mirar por uno mismo. Recomienda dar espacio, cortar los contactos que dificulten la recuperación y permitirse sufrir sin buscar compensaciones inmediatas. Señala que este tiempo de reconstrucción personal ayuda a reconectar con uno mismo, crecer y transformarse en una mejor versión, recordando que siempre habrá luz al final del túnel.
Por Instituto Carbonell 4 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando el sexo en pareja deja de ser satisfactorio, lo fundamental es hablarlo con claridad y complicidad , aunque resulte difícil expresarlo. Señala que es importante comunicar si el deseo ha cambiado o si la experiencia ya no resulta gratificante, y hacerlo sin miedo, buscando soluciones conjuntas. Recomienda, además, recurrir a un terapeuta o especialista en sexualidad si la comunicación directa no basta, de manera que se pueda intentar recuperar la conexión antes de considerar el fin de la relación.