Altibajos emocionales. De qué depende nuestro estado de ánimo.

15 de febrero de 2016

Un reportaje de psicología publicado en El País, describe los factores identificados que nos provocan los famosos “vaivenes” emocionales.

Cuando estamos de buen humor nos resulta más fácil realizar tareas que encontramos desagradables, y al contrario, con mal humor podemos llegar a considerar totalmente aburrida alguna actividad que suele gustarnos. El humor determina el placer de lo que hacemos y también puede ejercer una poderosa influencia en nuestras decisiones, es la dependencia de nuestro estado ánimo.

Las investigaciones demuestran que si aprendemos algo cuando nos encontramos en un estado de ánimo determinado, lo recordamos mejor cuando nos volvemos a sentir de la misma forma. En algunos estudios se ha comprobado que los participantes que habían aprendido algo cuando estaban ebrios lo recordaban mejor al volver a estar en la misma condición. De la misma manera cuando estamos tristes recordamos mejor algunos episodios de nuestra vida en los que también nos hemos encontrado apenados.

Según Robert Thayer, doctor en psicología y profesor en la Universidad Estatal de California, nuestros estados de ánimo dependen de la percepción del estado de activación de nuestro organismo. Lo que percibimos es la combinación de energía y la tensión que experimenta nuestro cuerpo. La energía viene determinada por muchos factores, uno de ellos es el ritmo circadiano . Thayer descubrió que hay determinadas horas del día en los que tenemos menos energía y que un mismo problema es considerado mucho más grave si coincide con una hora de baja energía . Un problema nos parece mucho más difícil de superar si pensamos en él cuando estamos cansados, pues lo estamos evaluando según la energía que tenemos en ese momento.

Otro de los determinantes son las horas de sueño , se ha comprobado que cuantas menos horas dormimos, más estrés padecemos.

El ejercicio es un factor determinante en la energía y por lo tanto en el estado de ánimo. El ejercicio intenso reduce temporalmente la energía, pero se ha demostrado que el ejercicio moderado incrementa nuestra energía y nos sube el humor . Un paseo rápido de 10 minutos ya mejora nuestro ánimo.

Nuestra alimentación es importante para la salud física pero también para nuestro estado de ánimo. Nuestra fuente de energía es la comida, si nos alimentamos mal nuestro nivel de energía disminuirá. Si comemos mal nuestros problemas nos parecerán más graves .

Los ritmos circadianos, el sueño, ejercicio y alimentación determinan nuestra energía, repercutiendo en nuestro estado de ánimo. Pero como afirma Thayer nuestro estado de ánimo no sólo es resultado de nuestra energía, sino también de nuestro nivel de tensión.

Según Richard Lazarus, uno de los psicólogos más influyentes y pionero de la psicología del pensamiento, la tensión se debe a la importancia que le damos a lo que nos estamos jugando en cada situación, junto con el control que creemos que tenemos sobre la misma. Por tanto una de las formas de cambiar nuestro estado de ánimo es mediante la reinterpretación de las situaciones .

Además de los factores comentados hay muchísimos más que pueden determinar nuestro estado de ánimo: la estación del año, los cambios hormonales, factores genéticos… Por eso a veces nos pueden parecer un misterio nuestros propios estados anímicos.

En resumen, es normal que tengamos altibajos porque hay muchos factores que nos pueden estar influenciando, por lo que es importante poner en práctica todos aquellos mecanismos que favorezcan nuestra higiene mental.

Por Instituto Carbonell 8 de junio de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, aborda en esta ocasión una situación muy habitual en las relaciones humanas: convivir o interactuar con una persona que parece estar siempre enfadada . Esa persona que reacciona con irritabilidad, que siempre está a la defensiva, que parece no disfrutar de nada y que genera un ambiente tenso y agotador a su alrededor. Aunque muchas veces se interpreta simplemente como una cuestión de “mal carácter” o “mal genio”, el Dr. Carbonell nos invita a mirar más allá del síntoma visible (el enfado constante) y preguntarnos qué hay detrás de esa actitud. Porque muchas veces, ese enfado no es más que una expresión encubierta de sufrimiento emocional , de frustración, ansiedad o incluso tristeza profunda. Carbonell explica que la ira puede ser una de las máscaras de la depresión . En lugar de manifestarse con llanto o aislamiento, algunas personas canalizan su malestar a través del enojo constante, especialmente los hombres o quienes han aprendido a no expresar vulnerabilidad. La sociedad suele aceptar mejor el enfado que la tristeza, y por eso muchas personas lo utilizan inconscientemente como vía de escape. Además, esa irritabilidad constante puede ser señal de una sobrecarga emocional no gestionada , de traumas no resueltos, de insatisfacción personal o profesional, o de una sensación de vacío interno que no saben cómo manejar. En estos casos, el mal humor no es contra los demás, sino una lucha interna mal proyectada hacia fuera . Por otro lado, si tú eres quien se reconoce en ese enfado constante , Carbonell te anima a reflexionar con honestidad: ¿estás realmente enfadado con los demás, o contigo mismo? ¿Qué parte de tu vida no está funcionando como te gustaría? ¿Qué emociones estás evitando enfrentar? En resumen , estar siempre enfadado no es normal ni saludable. Puede ser un síntoma encubierto de un problema emocional mayor . Por eso, el Dr. José Carbonell insiste: no normalices el mal humor constante, ni en ti ni en quienes te rodean. Buscar ayuda y entender lo que hay debajo de ese enfado puede ser el primer paso para recuperar la calma, el equilibrio y una mejor calidad de vida.
Por Instituto Carbonell 7 de junio de 2025
 El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, nos ofrece una reflexión profunda y muy realista sobre cómo se puede pasar de tener una vida aparentemente estable y plena, a caer poco a poco en una depresión . Este proceso no siempre es brusco ni evidente: muchas veces ocurre de manera progresiva y silenciosa , casi imperceptible, hasta que los síntomas ya no se pueden ignorar. Carbonell describe con precisión cómo personas que están bien —que disfrutan de su día a día, que están estables en el trabajo, en la pareja, con sus hijos— pueden, de pronto, empezar a notar un cambio sutil pero constante : todo comienza a perder color, la vida se vuelve más gris , más plana, y desaparece la capacidad de disfrutar lo que antes generaba ilusión o bienestar. Entre los primeros signos de alarma que menciona están: Tristeza persistente sin una causa clara. Apagamiento emocional. Alteraciones del sueño (dificultad para conciliarlo o despertar anticipado). Pensamientos negativos más frecuentes. Pérdida de energía o motivación. Disminución del interés por actividades que antes eran gratificantes. Este deterioro emocional , aclara, no siempre responde a un solo evento traumático. A veces es el resultado de una acumulación de factores pequeños , no gestionados a tiempo, que terminan desgastando el bienestar mental. El Dr. Carbonell subraya una idea muy importante : “La vida con depresión es una vida hipotecada”. Es decir, no se vive plenamente, no se respira con libertad, no se puede planificar ni disfrutar. Es como tener el cuerpo en movimiento pero el alma detenida. Y lo más frustrante es que el entorno, muchas veces, no lo comprende . Frases como “pon de tu parte”, “anímate”, “tira para adelante” pueden resultar crueles cuando lo que la persona necesita es comprensión y tratamiento, no exigencias. Por eso, hace un llamado a estar atentos a los cambios internos . Si algo dentro de ti empieza a apagarse y tu calidad de vida se ve afectada, no lo normalices ni lo ignores . Reconocer esos signos a tiempo es clave. En conclusión , el Dr. Carbonell nos recuerda que la depresión no siempre llega con estruendo: a veces aparece como una sombra suave que se va extendiendo. Por eso, debemos vivir con atención emocional , pedir ayuda sin miedo y cuidar nuestro bienestar con la misma seriedad con la que cuidaríamos cualquier otra parte de nuestra salud.
Por Instituto Carbonell 6 de junio de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, aborda en este mensaje una de las emociones más comunes pero también más desatendidas: la tristeza persistente . Él plantea una pregunta directa: ¿Te levantas con tristeza sin saber por qué?, y describe cómo muchas personas viven con una sensación crónica de melancolía, como si una nube emocional les acompañara constantemente . Desde su experiencia clínica, señala que es frecuente ver personas que normalizan ese estado emocional, incluso sin poder identificar su origen claro. A veces, dice el doctor, esto puede estar influenciado por patrones familiares: hogares donde uno de los padres vivía desde la tristeza o tenía una visión pesimista de la vida. Eso, sin darnos cuenta, puede moldear nuestra forma de afrontar las emociones . Pero el Dr. Carbonell se muestra categórico : no está bien vivir anclados en la tristeza . Reivindica el derecho —y la necesidad— de buscar ayuda y salir de ese estado emocional , aunque muchas veces cueste dar el primer paso. Una de las claves que menciona es que algunas personas incluso se sienten incómodas cuando están bien , porque temen que esa sensación sea pasajera y anticipan una nueva caída emocional. Esta actitud convierte la tristeza en una defensa, una forma de estar en el mundo para no sufrir más… pero que termina bloqueando el bienestar real . En resumen , el Dr. José Carbonell nos recuerda que no hay que acostumbrarse a vivir tristes , y que buscar ayuda no es una debilidad, sino un acto de valentía. La tristeza no es una identidad ni una condena: es un estado que se puede abordar, transformar y superar .