Ansiedad ante los exámenes: Cómo hacerle frente

10 de julio de 2015

Una determinada dosis de ansiedad anticipatoria ante un examen es normal e incluso nos ayuda a ponernos las pilas y mantenernos centrados en la materia. El problema surge cuando el grado de ansiedad es tan alto que interfiere en la capacidad de concentración, dificultando nuestro rendimiento.

La ansiedad ante los exámenes es un tipo de ansiedad de rendimiento que puede surgir ante aquellas situaciones en las que sentimos que debemos hacer algo bien y la presión nos supera. Se puede manifestar a nivel físico a través de taquicardia, sudoración, malestar gastrointestinal, dolor de cabeza, problemas para dormir etc.  A nivel cognitivo suele surgir un diálogo interno negativo caracterizado por pensamientos del tipo  “voy a suspender…” “no valgo para esto” “se me va a olvidar…” “repetiré curso…”.  Como es lógico este tipo de pensamientos incrementan el nivel de estrés, lo que aumenta el bloqueo mental, reduciéndose la capacidad de concentración y de recuperación del material almacenado en la memoria.

COMO HACERLE FRENTE

  • Desarrollar buenos hábitos de estudio . Planificarse la semana desde principio de curso, procurar estudiar a las mismas horas, realizar resúmenes y esquemas de las ideas principales y repasar la materia varias veces. La memoria funciona por repetición y asociación de ideas, por lo tanto  es necesario que tras incorporar nueva información de una materia, repasemos lo  estudiado con anterioridad para asociar ideas y comprender mejor. Por supuesto es necesario comprender  antes de memorizar.
  • Técnicas de relajación . Acostarse antes del examen, centrarse en la respiración y realizar un ejercicio de tensar y relajar los principales grupos de músculos (brazos, piernas y estomago) es una buena técnica para reducir nuestra sobreactivación física y mental.
  • Escribir sobre las preocupaciones puede reducir considerablemente la ansiedad. La escritura expresiva puede liberar la memoria mediante la descarga de la ansiedad.
  • Cambiar el diálogo interno  negativo mediante afirmaciones positivas y reales   como  “voy a estudiar lo que me de tiempo” “es normal estar ansioso, he estudiado y sé que puedo aprobar…” “voy a hacerlo lo mejor que sepa…” “si suspendo, podré soportarlo, puedo aprender de mis errores…”
Por Instituto Carbonell 12 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando una relación no fluye de manera natural —ya sea con amistades del pasado, con una expareja, con hijos o con los propios padres— forzarla solo genera desgaste y tensiones innecesarias. Señala que es legítimo intentar recuperar la cordialidad, pero también es esencial reconocer el punto en el que el esfuerzo deja de ser sano y empieza a perjudicar nuestro bienestar. Añade que no debemos supeditar nuestra vida al deseo de obtener perdón o restaurar algo que no avanza por sí solo. Concluye que, si las cosas fluyen, adelante; pero si no, no vale la pena sacrificar la salud emocional intentando que funcione lo que no está preparado para funcionar.
Por Instituto Carbonell 11 de diciembre de 2025
Desde InstitutoCarbonell , te recordamos los horarios que tendremos durante los días festivos. ¡Felices fiestas!
Por Instituto Carbonell 10 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que los altibajos forman parte natural de cualquier relación y que no existen parejas que vivan en un estado idílico permanente. Señala que, así como las personas tienen días buenos y malos, también las parejas atraviesan momentos de gran complicidad y otros de desconexión, ya sea por estrés, cansancio, desacuerdos o situaciones personales. Subraya que una relación sana no se basa en la perfección, sino en el trabajo diario: comunicación constante, comprensión de las necesidades del otro, mostrar amor y cariño, y estar atentos a evitar actitudes que puedan generar sentimiento de rechazo. Añade que la presión social por aparentar relaciones ideales —siempre felices, siempre en viajes, siempre perfectas— es irreal y perjudicial. El Dr. José Carbonell concluye que estas fluctuaciones no son fallos de la relación, sino parte de su esencia. El amor, el respeto y el apoyo mutuo se construyen día a día, especialmente en los momentos difíciles.