Conociendo la dislexia

27 de enero de 2020

La dislexia es un trastorno del aprendizaje de la lectoescritura de tipo hereditario. En el artículo “ El problema de diagnosticar tarde la dislexia ” (El mundo, 2019), Toni Cerdà, psicólogo especializado en el desarrollo y el aprendizaje, explica “este trastorno se caracteriza por ir a un ritmo inferior en la escritura y lectura a pesar de tener una capacidad cognitiva normal. Afecta a un 15% de la población alfabetizada y es la causa del 40% del abandono escolar. Muchos casos se descubren en la universidad o cuando son adultos”.

Es un trastorno que suele pasar desapercibido, muchos padres piensan que estas dificultades tienen que ver con el esfuerzo, la inteligencia, u otras habilidades. Por lo tanto, no consideran necesario un diagnóstico ni un tratamiento. Pero, lo que sucede es que el problema se agrava más.

A veces en los colegios, cuando se encuentran ante esta situación suelen creer que es TDAH o que el niño tiene un coeficiente intelectual inferior al de su edad, ya que comienza a suspender asignaturas o le cuesta hacer los deberes. Muchos de ellos no cumplen con las expectativas escolares y no saben el porqué, lo cual les puede producir ansiedad y estrés por esta presión.

El síntoma más conocido es el de girar las letras, pero no todas las personas presentan los mismos síntomas. Algunos son: dificultad para nombrar objetos en edad preescolar, cambia el orden de las letras-sílabas dentro de las palabras entre los 8-10 años, presenta dificultades para recordar lo aprendido el día anterior entre los 10-12 años, lee lentamente y omite palabras en la adolescencia, ….

¿Qué debemos hacer ante esta situación? En primer lugar, acudir a profesionales de la salud mental para poder realizar un diagnóstico y empezar un tratamiento. La detección temprana es importante para prevenir problemas en la edad adulta. En segundo lugar, la familia no debe etiquetar a su hijo como “vago, inmaduro”. Se debe tener paciencia y acompañar al niño en su proceso de aprendizaje. Explicarle lo que le sucede y que no es el único a quien le pasa. Y por último, informar al colegio para que se hagan adaptaciones en su educación.

Cuando por fin se diagnostica, es cuando el niño empieza a mejorar y avanzar en su aprendizaje. Hay que conocer cómo aprenden nuestros hijos, cómo planifican, porque así detectaremos las dificultades y podremos buscar una solución para conseguir el éxito escolar.

En opinión del Dr. Carbonell, es importante prestar más atención en identificar los problemas de dislexia para lo cual programas de concienciación podrían ser de gran utilidad.

Por Instituto Carbonell 14 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que no existe una diferencia de edad perfecta en la pareja, porque lo verdaderamente determinante no son los años, sino la conexión emocional. Señala que en consulta ha visto parejas con grandes diferencias de edad —tanto hombres mayores con mujeres más jóvenes como a la inversa— que funcionan muy bien gracias a su complicidad, afinidad intelectual, intereses compartidos y energía similar. Destaca que ninguna edad garantiza que una relación vaya a durar, del mismo modo que tampoco lo hacen otros factores como la cultura, los hijos o los proyectos en común. Por ello, recomienda no dejarse influir por la opinión social y centrarse en lo que la relación aporta a quienes la viven. Concluye afirmando que, más allá de estadísticas o prejuicios, lo esencial es cómo cada pareja cuida su vínculo y afronta sus propias complejidades.
Por Instituto Carbonell 13 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que en la vida, y especialmente en el amor, no todo vale. Señala que aunque tengamos objetivos personales o afectivos, jamás debemos alcanzarlos a costa de manipular, engañar o pasar por encima de los sentimientos de los demás. Advierte que actuar sin límites éticos nos convierte en personas que buscan su propio placer o gratificación sin considerar el daño causado, y eso tiene consecuencias. Subraya que vivimos rodeados de personas con emociones reales, que confían en nuestras palabras y pueden sufrir si usamos esas palabras solo para obtener lo que queremos. Concluye recordando que, igual que no queremos que nos hagan daño, tampoco debemos causarlo: no todo vale y nuestras acciones siempre tienen impacto.
Por Instituto Carbonell 12 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando una relación no fluye de manera natural —ya sea con amistades del pasado, con una expareja, con hijos o con los propios padres— forzarla solo genera desgaste y tensiones innecesarias. Señala que es legítimo intentar recuperar la cordialidad, pero también es esencial reconocer el punto en el que el esfuerzo deja de ser sano y empieza a perjudicar nuestro bienestar. Añade que no debemos supeditar nuestra vida al deseo de obtener perdón o restaurar algo que no avanza por sí solo. Concluye que, si las cosas fluyen, adelante; pero si no, no vale la pena sacrificar la salud emocional intentando que funcione lo que no está preparado para funcionar.