Consumir alcohol regularmente amenaza la fertilidad

2 de diciembre de 2015

Un estudio realizado en la Universidad Southern Denmark (Dinamarca) y publicado en la revista British Medical Journal ha alertado de que el consumo regular de alcohol pone en peligro la fertilidad.

Para realizar el estudio se administró un cuestionario sobre los hábitos de consumo de alcohol, tanto de la frecuencia como de la cantidad, a 1.221 hombres de edades comprendidas entre los 18 y los 28 años. A continuación se llevó a cabo un análisis de su semen y su capacidad hormonal reproductiva.

Los resultados mostraron un consumo promedio de 11 bebidas alcohólicas a la semana, habiendo un 64 % que reconocía haberse emborrachado el mes anterior y un 59% que se había emborrachado en más de dos ocasiones. A continuación se compararon estos resultados con los análisis de esperma, descubriendo que el recuento total y proporción de espermatozoides obtenían peores resultados cuanto mayor era el consumo de alcohol.

“Este es, a nuestro entender, el primer estudio entre hombres jóvenes saludables con información detallada sobre el consumo de alcohol, dado el hecho de que los hombres jóvenes en el mundo occidental beben mucho, es un problema de salud pública y podría ser un factor que contribuye a la baja cantidad de esperma que se ha observado en los varones occidentales” comentan los investigadores del estudio.

Aunque muchos estudios ya habían mostrado que el exceso de ingesta de alcohol es perjudicial para la salud en general, este sugiere la asociación entre consumo de alcohol regular y la salud reproductiva. Por consiguiente, tenemos que ser más conscientes de que el alcohol, incluso el consumo moderado, tiene efectos perjudiciales para nuestra salud.

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Los cambios estacionales como las altas temperaturas o el frío pueden suponer un papel importante en la variación emocional de algunas personas, pero más allá de esto, los ciclos anuales de invierno, primavera, verano y otoño, también pueden interferir en el comportamiento y estado de ánimo.  En el artículo Echeburúa, E. denomina a este suceso como “meteorosensibilidad”, esto se puede manifestar de diferentes formas: - En zonas geográficas o épocas en las que hay inviernos largos con poca luz solar se produce una disminución de serotonina (neurotransmisor clave para el estado de ánimo, la motivación y la energía) y alteraciones en la melatonina que pueden producir trsiteza, pensamientos negativos, cansancio, sentimientos de culpabilidad, entre otros. - En zonas donde hay mucho viento se asocia con sensación de irritabilidad, agobio, insomnio y fatiga. También con nerviosismo, problemas de concentración y dolores de cabeza. - En casos de olas de calor bruscas pueden descompensar a pacientes con ciertos trastornos mentales graves. En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, es importante tener en cuenta como influyen estos factores en nuestro estado de ánimo, sobre todo en personas que ya se encuentran en manos de profesionales de la salud mental, para así poder llevar a cabo un buen seguimiento y apoyo ante la posibilidad de experimentar alguno de estos síntomas.
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El Dr. José Carbonell explica que cuando alguien rompe una relación y deja un vacío lleno de dolor, es normal sentirse destrozado y vivir un proceso de duelo. Subraya que no se puede forzar a otra persona a quedarse, por lo que lo esencial es aceptar su decisión y empezar a mirar por uno mismo. Recomienda dar espacio, cortar los contactos que dificulten la recuperación y permitirse sufrir sin buscar compensaciones inmediatas. Señala que este tiempo de reconstrucción personal ayuda a reconectar con uno mismo, crecer y transformarse en una mejor versión, recordando que siempre habrá luz al final del túnel.
Por Instituto Carbonell 4 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando el sexo en pareja deja de ser satisfactorio, lo fundamental es hablarlo con claridad y complicidad , aunque resulte difícil expresarlo. Señala que es importante comunicar si el deseo ha cambiado o si la experiencia ya no resulta gratificante, y hacerlo sin miedo, buscando soluciones conjuntas. Recomienda, además, recurrir a un terapeuta o especialista en sexualidad si la comunicación directa no basta, de manera que se pueda intentar recuperar la conexión antes de considerar el fin de la relación.