Cual es el mejor momento para hablar de sexo con nuestros hijos

12 de noviembre de 2015

De acuerdo con una nueva revisión, hablar de sexo con los padres, especialmente con las madres, puede influir en el comportamiento sexual de los adolescentes, incluyendo el uso del preservativo.

Laura Widman, autora del estudio realizado en la Universidad Estatal de Carolina del Norte en Raleigh, explica que aunque las conversaciones entre padres y adolescentes son importantes, no son evidentemente el único factor. Los padres deberían hablar de otros temas que afectan a las opciones sexuales de riesgo, como el consumo de sustancias, la presión de grupo y el riesgo de conocer poco a la persona con quien mantenemos relaciones sexuales.

La revisión incluyó 52 estudios con más de 25.000 adolescentes. Los adolescentes que informaron de mantener conversaciones con uno o ambos padres sobre medidas de comportamiento sexual seguro, tenían más probabilidades de utilizar preservativo u otros métodos anticonceptivos. El efecto fue más fuerte para las niñas y los adolescentes que hablaron con sus madres.

El Dr. Vincent Guilamo-Ramos de la Universidad de Nueva York y coautor de este estudio explica que a menudo los padres subestiman el momento en que sus hijos van a empezar a mantener relaciones sexuales, creyendo que otros niños son sexualmente activos, pero no los suyos. Las conversaciones sexuales deben comenzar temprano, alrededor de los 11 o 12 años, y deben insistir en que es mejor esperar .

Los padres deben insistir en que las cosas positivas que los adolescentes esperan obtener de las relaciones sexuales, como conseguir más cercanía con alguien o más popularidad y madurez, son falsas expectativas y no son mayores que los peligros que conllevan, como un embarazo no deseado o enfermedades de transmisión sexual.

Muchos padres temen que si sacan el tema, los adolescentes se iniciarán antes, pero es todo lo contrario. Por consiguiente, hay que animarse a superar nuestros tabúes al tratar estos temas con nuestros hijos, por el efecto protector que podemos suponer.

Por Instituto Carbonell 11 de junio de 2025
El Dr. Carbonell aborda el fenómeno de la doble vida, un comportamiento que, aunque sorprendente, ha observado en numerosas ocasiones a lo largo de su experiencia clínica. Explica que existen personas que son capaces de mantener dos vidas paralelas —en ocasiones, incluso dos familias distintas— sin que una sepa de la existencia de la otra. Este tipo de comportamiento no siempre está asociado a perfiles extravagantes o fácilmente sospechosos; al contrario, muchas veces proviene de personas aparentemente normales, discretas y sencillas, lo que genera una gran sorpresa en quienes las rodean. El Dr. Carbonell subraya que su función como profesional no es juzgar, sino comprender y acompañar. No obstante, pone el foco en quienes sufren las consecuencias de estas dobles vidas: las víctimas, que pueden descubrir años después la existencia de otra familia, otros hijos, u otra vida completamente desconocida. A esas personas les recuerda que no tienen ninguna culpa de lo ocurrido y que la responsabilidad recae únicamente en quien eligió vivir con ocultamientos y engaños. En cuanto a las personas que llevan esa doble vida, muchas veces, cuando intentan justificar sus actos, reconocen que la situación se les fue de las manos. Afirman que no supieron cómo ponerle fin, ni a quién elegir, y que, finalmente, aprendieron a sostener ambas realidades simultáneamente, aunque ello implicara una gran carga emocional y, en muchos casos, daño colateral. En definitiva, el Dr. Carbonell confirma que sí, existen personas capaces de llevar una doble vida, pero lamentablemente, los que más sufren no son quienes la viven, sino quienes la descubren tarde y deben reconstruir su mundo emocional a partir de esa traición.
Por Instituto Carbonell 10 de junio de 2025
El Dr. Carbonell reflexiona sobre una situación común en las relaciones sociales: cuando dos personas cercanas, amigos o conocidos, presentan versiones diferentes de un mismo conflicto y nos piden que tomemos partido. Ante esta disyuntiva, subraya que ambas personas pueden tener razón desde su propia perspectiva, ya que cada uno interpreta la realidad a través de su experiencia emocional y subjetiva. El Dr. Carbonell aconseja no intervenir directamente ni posicionarse a favor de una de las partes. En cambio, propone escuchar con empatía a ambos, recordando que, muchas veces, lo único que buscan es ser comprendidos, más que tener razón. Tomar partido solo puede llevar a tensiones innecesarias, e incluso al deterioro de las relaciones con uno u otro amigo. Además, advierte que involucrarse en un conflicto ajeno, incluso si nos presentan pruebas como mensajes, vídeos o imágenes, puede colocarnos en una posición incómoda o comprometida. Al brindar apoyo a uno, es fácil que el otro se sienta traicionado o juzgado, algo que no es deseable si se quiere mantener una relación saludable con ambos. En conclusión, el Dr. Carbonell recomienda mantener una postura neutral y no dejarse arrastrar por dinámicas de confrontación entre terceros. Cada uno tiene su versión legítima de los hechos y no es nuestra responsabilidad resolver un conflicto que no nos pertenece.
Por Instituto Carbonell 9 de junio de 2025
El Dr. Carbonell explica que los líos amorosos suelen surgir con frecuencia en contextos específicos, especialmente durante los viajes. Aunque una persona pueda tener una relación estable, con planes de futuro y todo aparentemente en orden, al irse de viaje puede experimentar un cambio de perspectiva emocional. En ese entorno diferente, con la sensación de libertad y desconexión de la rutina, es común que aparezca alguien que parece encarnar una conexión única o idealizada. El Dr. Carbonell advierte que en estos escenarios se altera temporalmente la escala de valores, ya que se entra en un estado de disfrute y apertura, compartido también por la otra persona involucrada. Este ambiente artificial puede hacer que todo se sienta más intenso o mágico de lo que realmente es. Además, señala que la falta de sueño, el aumento de actividad social y la vulnerabilidad emocional del momento favorecen este tipo de situaciones. Por ello, el Dr. Carbonell recomienda precaución. Aunque estos encuentros pueden parecer emocionantes, al regresar a la vida cotidiana pueden tener consecuencias serias. Muchas veces, se pone en riesgo todo lo construido en una relación sólida por una experiencia breve pero intensa. Concluye subrayando la importancia de reflexionar antes de actuar, especialmente cuando lo que está en juego es el bienestar emocional propio y de los demás.