¿Cuál es la función de la tristeza?
8 de julio de 2021
El mes pasado en nuestro Blog publicamos un artículo acerca de
la función de la ira (enfado, rabia)
y la importancia de saber gestionar esta emoción. En el siguiente artículo os vamos a explicar para qué sirve la tristeza, cuál es su función en nosotros.
La sociedad ha hecho que aprendamos a clasificar las emociones como negativas o positivas, pero lo que no nos ha explicado es que todas tienen una función, sirven para algo. El grado de malestar que experimentamos al sentir una emoción depende de cómo la aprendamos a gestionar. Por lo tanto, no hay emociones buenas o malas, sino que grado de manejo tenemos sobre ellas.
El ideal de la felicidad, impuesto por la sociedad y ahora por las redes sociales, nos lleva a ver a la tristeza cómo algo malo que hay que evitar siempre, porque se debe estar alegre siempre. Esto es una creencia errónea, ya que estar alegre todo el tiempo no existe. Las personas tenemos días buenos y malos, momentos mejores y momentos peores. Lo importante es saber cómo gestionar y detectar la duración del malestar emocional.
Las personas experimentamos muchas emociones, cada una es útil para determinadas situaciones, nos ayudan a adaptarnos al momento. En el caso de la tristeza, también tiene su función. Algunas son:
- Sirve para darnos un tiempo. Vivimos la vida muy rápido. Cuando nuestro cuerpo nos hace sentir tristeza es porque es momento de parar y reflexionar sobre qué nos está pasando. Analizar la situación. Es importante localizar cuándo aparece la tristeza, que ha pasado antes.
- Permite superar un duelo. Solemos sentirnos tristes cuando vivimos una pérdida (el fin de una relación, el despido de un trabajo, el fin de una etapa, la pérdida de un ser querido, …). Por lo tanto, la tristeza nos indica que tenemos que procesar la pérdida de aquello que se ha ido, y observar cómo estamos gestionándola para detectar si tenemos dificultades.
- Permite el aprendizaje. Cuando nos sentimos tristes, después de detectar qué ha pasado, podemos cambiar que no ha ido bien para encontrarnos mejor.
- Ayuda a sentirnos mejor. Liberar la tristeza, permitirnos sentirla, ayuda a soltar la carga emocional que puede afectar a nuestro estado de ánimo. Cuando nos reprimimos, estamos gastando mucha energía, que tiene sus consecuencias a largo plazo.
- Facilita el apoyo social. La tristeza sirve para unir personas. Cuando vemos a un amigo o familiar estar triste, nuestro instinto nos lleva a ofrecer compañía. Es decir, la tristeza sirve para fomentar la empatía entre las personas.
En opinión del psiquiatra Dr. Carbonell, desde Palma, la tristeza tiene su función. Por eso, es importante no ignorarla. Si nos encontramos ante una situación difícil y no sabemos gestionar la emoción que nos provoca, se recomienda acudir a profesionales de la salud mental para que nos ayuden a manejar la situación.
Fuente: Psicología y Mente

El Dr. José Carbonell reflexiona sobre la importancia y efectividad de la terapia online, especialmente en contextos en los que la vida cotidiana dificulta el acceso presencial a un profesional de la salud mental. Señala que muchas personas —como madres con hijos pequeños, personas con familiares dependientes, profesionales con agendas muy exigentes o quienes viajan constantemente— simplemente no tienen el tiempo ni la posibilidad de desplazarse hasta una consulta. Ante esta realidad, el Dr. Carbonell afirma con claridad que la terapia online es una alternativa perfectamente válida y, en muchos casos, extraordinariamente efectiva. Aclara que, si bien lo ideal puede ser el encuentro presencial, es mucho mejor optar por la modalidad online que dejar de recibir ayuda por falta de tiempo. Subraya que no debemos permitir que las obligaciones diarias se conviertan en excusa para no cuidarnos emocionalmente, sobre todo cuando la solución puede estar tan cerca como una llamada o una videollamada. Desde la pandemia, asegura, la terapia online se ha convertido en una práctica habitual y sus resultados son muy positivos. Por tanto, anima a no descartar esta vía de apoyo y a priorizar el bienestar emocional sin importar las circunstancias.

El Dr. José Carbonell aborda en este mensaje una idea clave: no hay que tener miedo ni vergüenza de contarle la propia vida a un profesional de la salud mental, aunque este sea, al principio, un completo extraño. Explica que muchas personas llegan a su consulta con la duda o resistencia de hablar de temas personales con alguien que no conocen, temiendo ser juzgados por sus decisiones o por su historia de vida. Sin embargo, el Dr. Carbonell aclara que los profesionales, ya sean psicólogos o psiquiatras, están precisamente para escuchar sin juicio, para comprender y ayudar. Su labor no consiste en dictaminar si las decisiones tomadas han sido buenas o malas, sino en acompañar al paciente en el proceso de entender sus dificultades y encontrar herramientas para gestionar mejor su vida cotidiana. Además, insiste en que no es necesario estar en una situación extrema para acudir a terapia. Pedir ayuda no implica debilidad, sino inteligencia emocional y compromiso con uno mismo. Todo el trabajo personal que se realiza en consulta —aunque sea con un "extraño"— se traduce directamente en mayor bienestar, equilibrio y calidad de vida a largo plazo.

El Dr. José Carbonell propone cuatro consejos esenciales para afrontar una ruptura sentimental de manera saludable y constructiva. En primer lugar, subraya que el tiempo juega a favor de quien sufre. Aunque el dolor emocional sea intenso, es fundamental no tomar decisiones importantes mientras se atraviesa el duelo, ya que en ese estado la claridad mental está alterada y las acciones pueden no ser las más acertadas. En segundo lugar, el Dr. Carbonell advierte sobre el peligro de la especulación. Fantasear con lo que podría haber sido, pensar en lo que la otra persona está haciendo o en lo que uno debió hacer, no aporta nada positivo y alimenta el sufrimiento. Por ello, invita a evitar este tipo de pensamientos innecesarios. El tercer consejo es aplicar el llamado "contacto cero". Esto implica dejar de seguir a la expareja en redes sociales, evitar encuentros con amigos comunes que puedan reactivar el vínculo emocional, y tomar distancia para poder recuperar el equilibrio personal. Finalmente, el cuarto consejo apunta hacia el trabajo personal. El Dr. Carbonell anima a reconectar con la propia esencia, a reencontrarse con la mejor versión de uno mismo, a reconstruirse emocionalmente y, en definitiva, a recuperar la libertad interna y avanzar hacia una nueva etapa con mayor fortaleza.