¿Qué es la disociación cognitiva?
1 de julio de 2021
Las personas tenemos integrado en nuestra mente quienes somos, independientemente de la situación en la que estemos, desde la infancia hasta la vejez. Haga lo que haga, aunque cambie de aspecto y pensamiento, siempre soy “YO”. También está la integración mente-cuerpo, es decir, nosotros somos conscientes de los sentimientos y sensaciones corporales que tenemos, y cómo se relacionan con el ambiente. Esto ocurre porque a lo largo de nuestra vida vamos haciendo asociaciones con el ambiente y con otras personas, que nos permiten tener consciencia de quienes somos.
¿Y qué ocurre cuando no tenemos esta integración del concepto del “yo”?
Es entonces cuando estaríamos hablando de la disociación. Es un proceso donde la persona se distancia de sus emociones y sensaciones corporales. Puede afectar a la percepción de la realidad o a la memoria, y puede ser en un momento puntual o de más larga duración formando parte de un trastorno emocional.
¿Cuándo estaría normalizada la disociación?
Un ejemplo sería cuando estamos andando pensando en nuestras cosas, y cuando volvemos a la realidad no nos hemos dado cuenta de cuántos lugares hemos pasado. Este tipo de disociación es una forma de perder la noción del tiempo o el espacio sobre nuestro entorno de una manera común, que suele sucedernos a todas las personas en algún momento de nuestra vida.
¿Y cuándo supone un problema?
Cuando la disociación es una desconexión entre emociones/pensamientos, entorno e identidad. Es una sensación parecida a soñar despierto. El término de este tipo de disociación es disociación emocional o cognitiva.
Las posibles causas pueden ser biológicas y/o sociales (vivir situaciones traumáticas, ...). En algunos casos, es posible que surja como un método de defensa para no afrontar lo que ocurre en ese mismo momento. Es decir, como respuesta a situaciones de estrés.
En opinión del psiquiatra Dr. Carbonell, desde Palma, si nos encontramos ante esta situación o conocemos a alguien que le pasa, es importante acudir a profesionales de la salud mental para hacer un diagnóstico de la situación e iniciar el tratamiento adecuado al caso.
Fuente: Mundo psicológico

El Dr. José Carbonell reflexiona sobre la importancia y efectividad de la terapia online, especialmente en contextos en los que la vida cotidiana dificulta el acceso presencial a un profesional de la salud mental. Señala que muchas personas —como madres con hijos pequeños, personas con familiares dependientes, profesionales con agendas muy exigentes o quienes viajan constantemente— simplemente no tienen el tiempo ni la posibilidad de desplazarse hasta una consulta. Ante esta realidad, el Dr. Carbonell afirma con claridad que la terapia online es una alternativa perfectamente válida y, en muchos casos, extraordinariamente efectiva. Aclara que, si bien lo ideal puede ser el encuentro presencial, es mucho mejor optar por la modalidad online que dejar de recibir ayuda por falta de tiempo. Subraya que no debemos permitir que las obligaciones diarias se conviertan en excusa para no cuidarnos emocionalmente, sobre todo cuando la solución puede estar tan cerca como una llamada o una videollamada. Desde la pandemia, asegura, la terapia online se ha convertido en una práctica habitual y sus resultados son muy positivos. Por tanto, anima a no descartar esta vía de apoyo y a priorizar el bienestar emocional sin importar las circunstancias.

El Dr. José Carbonell aborda en este mensaje una idea clave: no hay que tener miedo ni vergüenza de contarle la propia vida a un profesional de la salud mental, aunque este sea, al principio, un completo extraño. Explica que muchas personas llegan a su consulta con la duda o resistencia de hablar de temas personales con alguien que no conocen, temiendo ser juzgados por sus decisiones o por su historia de vida. Sin embargo, el Dr. Carbonell aclara que los profesionales, ya sean psicólogos o psiquiatras, están precisamente para escuchar sin juicio, para comprender y ayudar. Su labor no consiste en dictaminar si las decisiones tomadas han sido buenas o malas, sino en acompañar al paciente en el proceso de entender sus dificultades y encontrar herramientas para gestionar mejor su vida cotidiana. Además, insiste en que no es necesario estar en una situación extrema para acudir a terapia. Pedir ayuda no implica debilidad, sino inteligencia emocional y compromiso con uno mismo. Todo el trabajo personal que se realiza en consulta —aunque sea con un "extraño"— se traduce directamente en mayor bienestar, equilibrio y calidad de vida a largo plazo.

El Dr. José Carbonell propone cuatro consejos esenciales para afrontar una ruptura sentimental de manera saludable y constructiva. En primer lugar, subraya que el tiempo juega a favor de quien sufre. Aunque el dolor emocional sea intenso, es fundamental no tomar decisiones importantes mientras se atraviesa el duelo, ya que en ese estado la claridad mental está alterada y las acciones pueden no ser las más acertadas. En segundo lugar, el Dr. Carbonell advierte sobre el peligro de la especulación. Fantasear con lo que podría haber sido, pensar en lo que la otra persona está haciendo o en lo que uno debió hacer, no aporta nada positivo y alimenta el sufrimiento. Por ello, invita a evitar este tipo de pensamientos innecesarios. El tercer consejo es aplicar el llamado "contacto cero". Esto implica dejar de seguir a la expareja en redes sociales, evitar encuentros con amigos comunes que puedan reactivar el vínculo emocional, y tomar distancia para poder recuperar el equilibrio personal. Finalmente, el cuarto consejo apunta hacia el trabajo personal. El Dr. Carbonell anima a reconectar con la propia esencia, a reencontrarse con la mejor versión de uno mismo, a reconstruirse emocionalmente y, en definitiva, a recuperar la libertad interna y avanzar hacia una nueva etapa con mayor fortaleza.