Cuando reaccionamos desproporcionadamente

11 de julio de 2018

El catastrofismo es un método de afrontamiento que consiste en ponerse en lo peor ante situaciones nuevas e inciertas, así puedes sentir alivio al darte cuenta que “no ha sido tan horrible”. Este método suele ser utilizado por personas ansiosas, dado que al sentir altos niveles de ansiedad, buscan una forma de descargarse de esta sensación tan desagradable, intentando controlar al máximo la situación al ponerse en el peor escenario. Así lo refleja un artículo publicado por Linda Blair en el periódico inglés The Guardian.

El problema, es que este método no te permite gestionar tu ansiedad de forma interna y calmar tu mismo el malestar por la situación, sino que te hace gestionarla de forma externa, lo cual supone que tu bienestar o malestar depende únicamente de las cosas que suceden.

El catastrofismo empieza por ejemplo, al sentir algún tipo de molestia y pensar que puede ser algo grave. En ese momento buscamos nuestros síntomas en internet o acudimos al médico, pues necesitamos que otra persona nos reasegure que todo está bien. El problema, es que aunque en ese momento nos sentimos mejor, en nuestro cerebro queda grabado que debemos buscar información o ayuda cada vez que nos pase algo, ya que pensamos que nuestros síntomas corresponden a una enfermedad grave. Así, los catastrofistas entran en un ciclo vicioso por el cual buscan opinión externa ante el más mínimo síntoma y cada vez necesitan mas opiniones diversas.

Todo ello a nivel ansioso, se traduce en que se produce un aumento de la ansiedad, que ellos mismos son incapaces de calmar y acaban necesitando siempre un agente externo para tranquilizarse.

En opinión del Dr. Carbonell, frente a estos mecanismos de reaccionar, es importante buscar ayuda psicológica para aprender a gestionar mejor los eventos de la vida sin tanto sufrimiento.

Por Instituto Carbonell 30 de abril de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, aborda con realismo el concepto de “la pareja ideal”, un título que, según él, puede sonar atractivo pero que muchas veces responde más a un deseo romántico que a una realidad tangible. En sus palabras, la idea de encontrar a alguien que cumpla con todos nuestros deseos —incluso aquellos que no sabíamos que teníamos— es sencillamente una expectativa irreal . Y no porque no existan relaciones profundas y significativas, sino porque todas las personas, sin excepción, tienen carencias . Nosotros las tenemos, y nuestras parejas también. Lo importante no es aspirar a la perfección, sino ser conscientes de esas limitaciones y aprender a convivir con ellas . Para el Dr. Carbonell, lo verdaderamente valioso en una relación no es que todo sea perfecto, sino que ambas personas se apoyen mutuamente , sobre todo en los momentos difíciles. Saber que no siempre estaremos en nuestra mejor versión, y aún así contar con la comprensión del otro, es parte esencial del amor maduro .  La pareja ideal, entonces, no es la que cumple con una lista de requisitos , sino aquella con la que se puede construir, crecer, caer y levantarse juntos. Es esa relación donde se disfrutan los momentos bonitos, pero también se acepta la vulnerabilidad del otro sin exigir perfección . El mensaje final del Dr. Carbonell es claro: no busques a alguien perfecto; busca a alguien real con quien puedas compartir lo mejor y lo peor de ti, y que esté dispuesto a hacer lo mismo contigo .
Por Instituto Carbonell 29 de abril de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, reflexiona sobre un principio claro y contundente que aplica tanto a las relaciones de pareja como a las amistades o cualquier vínculo cercano: “Aporta o aparta” . Según el Dr. Carbonell, es frecuente encontrar personas que entran en nuestras vidas sin un verdadero compromiso emocional . Son relaciones en las que uno de los dos sí intenta aportar: entrega sinceridad, nobleza, cuidado, y busca construir algo sólido, ya sea un vínculo afectivo, un proyecto de vida o simplemente una conexión honesta. Pero se topa con alguien que, en lugar de corresponder, solo toma lo que le conviene: apariencia, compañía, atención o sexo, sin ningún interés real por lo que la otra persona es en profundidad . En estos casos, el Dr. Carbonell invita a hacer una reflexión firme: si la otra persona no está dispuesta a construir contigo, a implicarse y a sumar a tu vida, lo más sano es que se aparte . No se trata de pedir perfección ni de tener relaciones idílicas, sino de exigir un mínimo de reciprocidad. Si alguien no quiere recibir lo que tú tienes para ofrecer, entonces debe dejar espacio para que llegue quien sí lo valore.  El mensaje es claro: sé consciente de lo que das, de lo que necesitas y de lo que mereces . Si no hay una voluntad real de compartir y sumar en ambas direcciones, entonces no hay relación, hay desequilibrio. Y ante eso, la decisión más madura y saludable es no insistir. Porque, como concluye el Dr. Carbonell: “ Si no puedes aportar, apártate, y deja que el otro busque su felicidad donde sí pueda encontrarla ”.
Por Instituto Carbonell 28 de abril de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, aborda junto a la especialista M. Miranda un fenómeno psicológico muy común: la procrastinación , es decir, el hábito de postergar tareas importantes, aunque sepamos que deberíamos hacerlas. Según el Dr. Carbonell, la procrastinación no es simple pereza , sino una estrategia de evitación emocional. Cuando una tarea genera incomodidad —como miedo al fracaso, estrés, inseguridad o presión—, el cerebro activa un mecanismo de defensa: evitar lo que produce malestar y refugiarse en actividades que generan gratificación inmediata (como mirar el móvil, ordenar, o ver series). Este patrón, explica, se vincula directamente con la autoestima . Muchas personas postergan porque no confían en sus capacidades , temen no estar a la altura de lo que se espera de ellas o de lo que ellas mismas se exigen. Al evitar actuar, preservan su autoimagen, pero también alimentan un ciclo de más ansiedad y frustración . La solución, según el Dr. Carbonell, no está en forzarse a hacer las cosas a toda costa , sino en entender las emociones que hay detrás de esa evitación . Solo así se puede romper el patrón. Propone: Reconocer lo que sientes antes de evitar una tarea. Dividir los objetivos en pasos pequeños y alcanzables. Tratarse con amabilidad en lugar de crítica constante. Establecer metas realistas, no perfectas. Y si este patrón afecta tu día a día, insiste en la importancia de consultar con un profesional de salud mental , para ayudarte a identificar el origen emocional y trabajarlo adecuadamente. En resumen, procrastinar no es olvidarse de tus tareas, sino olvidarse de ti : de tu bienestar, de tu valor, de tu capacidad. La clave está en reconectar contigo desde la comprensión, no desde la exigencia.