El psicólogo como garantía de calidad en tu terapia

6 de julio de 2018

Europa Press publicó el pasado 22 de junio un artículo en el que se subraya la importancia de poseer la cualificación y formación necesaria para poder practicar la psicoterapia.

En las III Jornadas Nacionales de Psicología, celebradas recientemente en Madrid, los profesionales han avisado de que los ‘terapeutas’ no son siempre profesionales debidamente formados , por lo que han destacado la necesidad de concienciar a la población de que si necesita una atención psicoterapéutica de calidad debe acudir a un experto en la materia.

En este sentido, los expertos han alertado de que la falta de regulación de la Psicoterapia en España permite que personas con problemas tan graves como la ansiedad, la depresión o el riesgo de suicidio sean “evaluadas” y “tratadas” por terapeutas que no poseen la cualificación y formación mínimas exigibles y por tanto sin ningún tipo de garantía profesional .

Según la European Federation of Psychologists Associations, la Psicoterapia es un área de la Psicología aplicada practicada por la profesión de psicólogo, y señala que “los psicólogos que practican la Psicoterapia cuentan con una formación que incluye supervisión y poseen competencias demostradas en teorías validadas científicamente sobre las emociones, cogniciones y conductas humanas y en torno a los procesos de desarrollo, estando debidamente capacitados en la aplicación científica de los métodos de cambio basados en estas teorías”.

Sin embargo, a pesar de ello, en España se dan una serie de circunstancias que entran en contradicción con estos planteamientos como el ejercicio de las funciones propias de la Psicoterapia sin una formación rigurosa que garantice la seguridad de los pacientes y la calidad de las intervenciones.

En opinión del Dr. Carbonell en la cultura en la que vivimos todavía el sufrimiento mental se considera como algo que debe superarse por uno mismo. Nada más lejos de la realidad. Frente a esta situación es importante acudir a un profesional adecuadamente formado, tanto para la valoración como para el tratamiento de las enfermedades mentales huyendo de las pseudociencias que solo pueden aportar confusión.

Por Instituto Carbonell 14 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que no existe una diferencia de edad perfecta en la pareja, porque lo verdaderamente determinante no son los años, sino la conexión emocional. Señala que en consulta ha visto parejas con grandes diferencias de edad —tanto hombres mayores con mujeres más jóvenes como a la inversa— que funcionan muy bien gracias a su complicidad, afinidad intelectual, intereses compartidos y energía similar. Destaca que ninguna edad garantiza que una relación vaya a durar, del mismo modo que tampoco lo hacen otros factores como la cultura, los hijos o los proyectos en común. Por ello, recomienda no dejarse influir por la opinión social y centrarse en lo que la relación aporta a quienes la viven. Concluye afirmando que, más allá de estadísticas o prejuicios, lo esencial es cómo cada pareja cuida su vínculo y afronta sus propias complejidades.
Por Instituto Carbonell 13 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que en la vida, y especialmente en el amor, no todo vale. Señala que aunque tengamos objetivos personales o afectivos, jamás debemos alcanzarlos a costa de manipular, engañar o pasar por encima de los sentimientos de los demás. Advierte que actuar sin límites éticos nos convierte en personas que buscan su propio placer o gratificación sin considerar el daño causado, y eso tiene consecuencias. Subraya que vivimos rodeados de personas con emociones reales, que confían en nuestras palabras y pueden sufrir si usamos esas palabras solo para obtener lo que queremos. Concluye recordando que, igual que no queremos que nos hagan daño, tampoco debemos causarlo: no todo vale y nuestras acciones siempre tienen impacto.
Por Instituto Carbonell 12 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando una relación no fluye de manera natural —ya sea con amistades del pasado, con una expareja, con hijos o con los propios padres— forzarla solo genera desgaste y tensiones innecesarias. Señala que es legítimo intentar recuperar la cordialidad, pero también es esencial reconocer el punto en el que el esfuerzo deja de ser sano y empieza a perjudicar nuestro bienestar. Añade que no debemos supeditar nuestra vida al deseo de obtener perdón o restaurar algo que no avanza por sí solo. Concluye que, si las cosas fluyen, adelante; pero si no, no vale la pena sacrificar la salud emocional intentando que funcione lo que no está preparado para funcionar.