¿En cuánto tiempo se supera una ruptura amorosa?

12 de enero de 2017

Según una investigación de la universidad neoyorquina de Binghamton y la londinense University College London, la mayoría de personas experimenta una media de tres rupturas amorosas antes de alcanzar los 30 años.

Casi todo el mundo ha pasado por la experiencia del desamor con la amarga sensación de que nunca lo superaremos. Es inevitable que nos preguntemos entonces cuanto tiempo tardaremos en sanar nuestras heridas.

Según la bibliografía basada en los diferentes estudios sobre el tema, y teniendo en cuenta la variabilidad individual, el tiempo que tardamos en superar una ruptura oscilará entre los seis meses y los dos años.

Según el estudio publicado en la Evolutionary Behavioural Sciences, “las mujeres sufren un mayor impacto emocional y físico tras la ruptura”, lo que no les impide, sin embargo, “recuperarse antes”. Los hombres por su parte “necesitan más tiempo” para recuperarse, optando en muchas ocasiones por rehacer su vida con las heridas todavía abiertas.

A nivel anímico las rupturas suelen generar síntomas de depresión, ansiedad, baja autoestima o ira, a nivel físico no es raro encontrar cuadros de pánico, alteraciones de peso, náuseas y hasta una bajada significativa en el número de defensas en nuestro organismo.

Las distintas etapas del duelo romántico  

Hasta llegar a la fase de la superación atravesaremos distintas etapas, tal y como los doctores Stephen Gullo y Connie Church explican en sus publicaciones:

  • 1ª etapa: desorientación . Al terminar la relación aparecen sentimientos que se mueven entre el pánico y el desconcierto que nos impiden continuar con nuestra rutina diaria. Probablemente tendremos problemas para encontrar el apetito y para conciliar el sueño.  Este aturdimiento puede oscilar entre unos días y un mes.
  • 2ª etapa: dolor . Durante esta etapa nos embriaga el sentimiento de tristeza profunda y nos acordamos de todos los planes frustrados. Suelen producirse cambios repentinos de humor, así como una mayor irascibilidad. Aunque tengamos ganas de contactar con la otra persona no es recomendable. Es una de las más largas y la que en más ocasiones necesita de ayuda externa.
  • 3ªetapa: reflexión. Hacemos balance sobre la relación, las actuaciones de cada miembro y que es lo que nos ha llevado a este desenlace. No es extraño que se acabe culpando a la otra parte de lo sucedido, lo que provoca tristeza y rabia para con la ex pareja.
  • 4º etapa: asimilación. Es determinante ya que es en la que tomamos realmente conciencia de que la relación ha terminado para siempre. En esta etapa se empiezan a notar de nuevo las ganas de vivir y a reconstruir nuestra vida. Al principio, es probable que las nuevas relaciones estén más relacionadas con el deseo carnal que con el sentimental.
  • 5ª fase: La última fase es en la que sentimos que se ha podido rehacer la vida de nuevo. Nos repetíamos sin cesar que era imposible al principio de la ruptura pero la realidad nos demuestra que nos equivocábamos.

Es importante tratar de no obsesionarse con ir superando etapas y con olvidar de un día para otro a nuestra ex pareja. Según el Dr. Carbonell, estar acompañados durante estos procesos de la mano de un profesional de la salud mental, nos ayudará a entender y a gestionar de una forma sana el duelo romántico, acelerándolo en la medida de lo posible, mitigando el sufrimiento y disminuyendo el impacto a nivel funcional.

Por Instituto Carbonell 14 de octubre de 2025
Los cambios estacionales como las altas temperaturas o el frío pueden suponer un papel importante en la variación emocional de algunas personas, pero más allá de esto, los ciclos anuales de invierno, primavera, verano y otoño, también pueden interferir en el comportamiento y estado de ánimo.  En el artículo Echeburúa, E. denomina a este suceso como “meteorosensibilidad”, esto se puede manifestar de diferentes formas: - En zonas geográficas o épocas en las que hay inviernos largos con poca luz solar se produce una disminución de serotonina (neurotransmisor clave para el estado de ánimo, la motivación y la energía) y alteraciones en la melatonina que pueden producir trsiteza, pensamientos negativos, cansancio, sentimientos de culpabilidad, entre otros. - En zonas donde hay mucho viento se asocia con sensación de irritabilidad, agobio, insomnio y fatiga. También con nerviosismo, problemas de concentración y dolores de cabeza. - En casos de olas de calor bruscas pueden descompensar a pacientes con ciertos trastornos mentales graves. En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, es importante tener en cuenta como influyen estos factores en nuestro estado de ánimo, sobre todo en personas que ya se encuentran en manos de profesionales de la salud mental, para así poder llevar a cabo un buen seguimiento y apoyo ante la posibilidad de experimentar alguno de estos síntomas.
Por Instituto Carbonell 5 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando alguien rompe una relación y deja un vacío lleno de dolor, es normal sentirse destrozado y vivir un proceso de duelo. Subraya que no se puede forzar a otra persona a quedarse, por lo que lo esencial es aceptar su decisión y empezar a mirar por uno mismo. Recomienda dar espacio, cortar los contactos que dificulten la recuperación y permitirse sufrir sin buscar compensaciones inmediatas. Señala que este tiempo de reconstrucción personal ayuda a reconectar con uno mismo, crecer y transformarse en una mejor versión, recordando que siempre habrá luz al final del túnel.
Por Instituto Carbonell 4 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando el sexo en pareja deja de ser satisfactorio, lo fundamental es hablarlo con claridad y complicidad , aunque resulte difícil expresarlo. Señala que es importante comunicar si el deseo ha cambiado o si la experiencia ya no resulta gratificante, y hacerlo sin miedo, buscando soluciones conjuntas. Recomienda, además, recurrir a un terapeuta o especialista en sexualidad si la comunicación directa no basta, de manera que se pueda intentar recuperar la conexión antes de considerar el fin de la relación.