Depresión; consejos para ayudar a quien la padece

22 de julio de 2019

El artículo de Therese J. Borchard del PsychCentral explica la importancia de dedicar tiempo a informarnos y entender mejor la depresión, para así no solamente educarnos al respecto, si no también saber cómo actuar y comunicarnos con aquellos que la padecen, especialmente si se trata de uno de nuestros seres queridos.

Ya que se trata de un tema delicado y son muchas las personas que la padecen, es importante conocer qué tipo de comentarios deberíamos evitar y cuáles son realmente acertados.

Por ello, Therese se basa en el artículo “7 Best and worst things to say to someone with depression” en Everyday Health donde, partiendo de la importancia de que las actitudes de las personas cercanas a la que padece la depresión pueden influenciar en su proceso, explica determinados comentarios que deberíamos evitar:

  • “Venga, ¡anímate!”   Aunque este tipo de frase no sea más que un reflejo de intentar ayudar a la persona, debemos recordar que la depresión no aparece o desaparece como si tuviera un interruptor. Generalmente la persona deprimida no puede mejorar con voluntad. Es mejor recordarle que estás a su lado para ayudarle cuando necesite.
  • “¿Qué motivos tienes para estar deprimido/a? Seguramente queremos recordar la suerte que tiene la persona de vivir fuera de guerras, pobreza u otras enfermedades, pero es mejor evitar esos comentarios y substituirlos por alguno más empático como “cuando no estás bien es mejor tomárselo con paciencia, ya que en realidad la depresión no es más que una enfermedad como cualquier otra”.
  • “Está todo en tu cabeza” Algunas personas creen que la depresión es una enfermedad “imaginaria” y que con esfuerzo la persona puede pensar de forma positiva, pero no es así. Es mejor que intentemos decir “sé que estás pasando por una enfermedad que te hace sentir así”.

Por otro lado Therese, en otro artículo publicado en PsychCentral, explica  qué decir y/o hacer que son beneficiosas para la persona deprimida. Entre ellas encontramos:

  • “¿Puedo ayudarte de alguna forma?” Muchas veces esa persona no querrá hablar sobre la depresión o sus sentimientos, por lo que hacer algo por ella puede resultar muy agradable. Con esto hablamos de ayudarle en cualquier cosa como preparar la comida, traerle una bebida o arreglar un poco la casa, hechos que harán que esa persona se sienta querida y apoyada.
  • “No siempre te sentirás así”  Estas palabras no juzgan o imponen ningún tipo de pensamiento, simplemente muestran apoyo y dan esperanza a la persona deprimida.
  • “Estoy aquí” Es una frase simple que resume todo lo que podemos decirle: le transmitimos que nos importa, que la queremos y le damos todo nuestro apoyo.
  • El silencio también es importante. Muchas veces tendemos a intentar cubrirlo, pero esa persona seguramente necesita ser escuchada y no siempre necesita una respuesta. La atención que podamos ofrecerle es algo realmente terapéutico.

En opinión del Dr. Carbonell la depresión sigue siendo una gran desconocida y estigmatizada enfermedad que tendemos a no darle la entidad que le corresponde y por consiguiente tampoco el tratamiento adecuado . Aquí numeramos una lista de consejos para acompañar a alguien que padece esta enfermedad, pero por encima de todo es importante ponerse en manos de un profesional para realizar el tratamiento adecuado .

 

Por Instituto Carbonell 25 de abril de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, lanza un mensaje directo y necesario: ir al psiquiatra no debería ser motivo de vergüenza ni de estigma . En pleno siglo XXI, aún existen personas que sienten miedo o pudor al decir que acuden a un profesional de la salud mental. Esto, según el doctor, es algo que necesitamos cambiar urgentemente. Carbonell explica que un psiquiatra es, ante todo, un médico , como cualquier otro especialista. La gran diferencia con el psicólogo es que el psiquiatra, además de abordar lo emocional, también evalúa el componente biológico y orgánico de los trastornos mentales. Esto incluye valorar si el paciente tiene otras enfermedades, está tomando medicación que pueda influir en su estado anímico, o si su salud mental afecta funciones como el sueño, el apetito o la energía, llegando incluso a requerir medicación. El propósito de este mensaje no es solo aclarar conceptos, sino también normalizar y visibilizar la importancia de acudir a un profesional cuando uno no se siente bien . Cuidar la salud mental no es un signo de debilidad, sino de responsabilidad y amor propio. Así como vamos al dentista cuando tenemos un dolor de muelas, también debemos ir al psiquiatra o al psicólogo cuando sentimos que algo no está funcionando bien en nuestro mundo interno. El Dr. Carbonell invita a dejar atrás el estigma, a romper esa barrera cultural que durante tantos años nos ha impedido hablar abiertamente de nuestros malestares emocionales, y a reivindicar la salud mental como un pilar del bienestar integral . En sus palabras, "mantener una higiene mental es la consecuencia de un trabajo que vamos haciendo cada día".  Este mensaje no solo va dirigido a quienes ya están en tratamiento, sino también a quienes aún dudan en dar el paso. Porque pedir ayuda es valiente , y porque hablar de salud mental es el primer paso para sanar y crecer.
Por Instituto Carbonell 24 de abril de 2025
Aprender a no darlo todo – Estrategias para superar el perfeccionismo
Por Instituto Carbonell 24 de abril de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, reflexiona en este mensaje sobre una de las trampas emocionales más comunes tras una ruptura o una gran discusión de pareja: quedarnos esperando . Muchas veces, después de que una relación se rompe, nace la esperanza de que tal vez todo vuelva a su cauce, de que la persona con la que compartíamos la vida reflexione, cambie y regrese. Nos aferramos a la idea de que lo que fue puede reconstruirse, de que ese proyecto de vida que diseñamos juntos aún puede tener sentido. Sin embargo, Carbonell advierte que esta espera nos paraliza y nos hace perder tiempo vital . Mientras deseamos que la otra persona reconsidere sus decisiones, dejamos de vivir el presente. Posponemos nuestra recuperación emocional, nuestras metas personales y, lo más grave, nuestra vida misma, esperando algo que tal vez nunca suceda. Además, el doctor señala que, muchas veces, la otra persona ya está en otra etapa , ha dado pasos hacia adelante e incluso puede haber pasado de un sentimiento de amor a indiferencia o rechazo. En cambio, quien espera se queda anclado a un pasado idealizado que ya no existe. Vivir de esa forma es hipotecar el futuro por una esperanza que no depende de nosotros. Por eso, el llamado es claro: deja de esperar . Centra tu atención en ti, en reconstruir tu autoestima, en recuperar tus proyectos, tu bienestar, tus ilusiones. Invierte en ti y en tu vida sin estar condicionado por lo que otra persona haga o deje de hacer. Solo así podrás avanzar, crecer y abrirte a nuevas experiencias que sí estén alineadas con tu presente y con tu valor.  Carbonell concluye animando a compartir experiencias sobre cómo cada uno ha gestionado este tipo de situaciones, reconociendo que sanar es un proceso individual pero más llevadero cuando se hace en comunidad y con consciencia.