El estigma de la depresión: infradiagnóstico en la creciente enfermedad del S.XXI

25 de febrero de 2015

Las sociedades occidentales están cambiando y con ellas los males que amenazan la salud de sus ciudadanos.  La crisis, el aumento de la esperanza de vida, el consumo de drogas y el ritmo de vida actual,  parecen ser entre otros,  los responsables del incremento de los casos de depresión que se está produciendo.

Los últimos datos aportados advierten que estamos ante un vertiginoso crecimiento de la prevalencia de esta enfermedad , tanto es así, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en los próximos 15 años, la depresión alcanzará el primer puesto en el ranking europeo de causas de discapacidad.

El estigma social que sigue representando,  así como la insuficiencia de tiempo dedicado  a su detección en atención primaria, pueden suponer las principales causas de su infradiagnóstico, y por lo tanto de su crecimiento, ya que al no ser detectada y tratada a tiempo, la depresión tiene muchos puntos de empeorar.  Los datos apuntan a que menos de la mitad de los trastornos depresivos son  tratados adecuadamente.

depresion2La dificultad para entender este trastorno para quien no lo ha padecido,  así  como su trivialización, conduce a muchos afectados a esconder su problema, según indican los entendidos. Andrew Salomon, experto y experimentado en la materia, tanto a nivel profesional como personal, destaca la importancia de entender que uno mismo no tiene la culpa de este padecimiento. Explica desde su vivencia de la depresión, como llegó a entender que la causa se debe, en sus propias palabras “a la forma en la que trabaja mi cerebro. La depresión está ahí y ya está”. Solomon sostiene que los principales desencadenantes de esta dolencia giran alrededor del ritmo de vida de esta época, el estrés,  dormir poco, la soledad, y especialmente la mayor asunción de  inabarcables responsabilidades que convierten a las familias actuales en “superpersonas”.

El escritor subraya la importancia de la familia y  el apoyo social  para combatir  la enfermedad, pero indica  que el tratamiento farmacológico es clave para la recuperación. También apuesta por incluir conversaciones sobre arte y literatura en las sesiones de psicoterapia, pues contienen relatos de supervivencia que motivan e invitan a la autosuperación.

Por Instituto Carbonell 10 de junio de 2025
El Dr. Carbonell reflexiona sobre una situación común en las relaciones sociales: cuando dos personas cercanas, amigos o conocidos, presentan versiones diferentes de un mismo conflicto y nos piden que tomemos partido. Ante esta disyuntiva, subraya que ambas personas pueden tener razón desde su propia perspectiva, ya que cada uno interpreta la realidad a través de su experiencia emocional y subjetiva. El Dr. Carbonell aconseja no intervenir directamente ni posicionarse a favor de una de las partes. En cambio, propone escuchar con empatía a ambos, recordando que, muchas veces, lo único que buscan es ser comprendidos, más que tener razón. Tomar partido solo puede llevar a tensiones innecesarias, e incluso al deterioro de las relaciones con uno u otro amigo. Además, advierte que involucrarse en un conflicto ajeno, incluso si nos presentan pruebas como mensajes, vídeos o imágenes, puede colocarnos en una posición incómoda o comprometida. Al brindar apoyo a uno, es fácil que el otro se sienta traicionado o juzgado, algo que no es deseable si se quiere mantener una relación saludable con ambos. En conclusión, el Dr. Carbonell recomienda mantener una postura neutral y no dejarse arrastrar por dinámicas de confrontación entre terceros. Cada uno tiene su versión legítima de los hechos y no es nuestra responsabilidad resolver un conflicto que no nos pertenece.
Por Instituto Carbonell 9 de junio de 2025
El Dr. Carbonell explica que los líos amorosos suelen surgir con frecuencia en contextos específicos, especialmente durante los viajes. Aunque una persona pueda tener una relación estable, con planes de futuro y todo aparentemente en orden, al irse de viaje puede experimentar un cambio de perspectiva emocional. En ese entorno diferente, con la sensación de libertad y desconexión de la rutina, es común que aparezca alguien que parece encarnar una conexión única o idealizada. El Dr. Carbonell advierte que en estos escenarios se altera temporalmente la escala de valores, ya que se entra en un estado de disfrute y apertura, compartido también por la otra persona involucrada. Este ambiente artificial puede hacer que todo se sienta más intenso o mágico de lo que realmente es. Además, señala que la falta de sueño, el aumento de actividad social y la vulnerabilidad emocional del momento favorecen este tipo de situaciones. Por ello, el Dr. Carbonell recomienda precaución. Aunque estos encuentros pueden parecer emocionantes, al regresar a la vida cotidiana pueden tener consecuencias serias. Muchas veces, se pone en riesgo todo lo construido en una relación sólida por una experiencia breve pero intensa. Concluye subrayando la importancia de reflexionar antes de actuar, especialmente cuando lo que está en juego es el bienestar emocional propio y de los demás.
Por Instituto Carbonell 8 de junio de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, aborda en esta ocasión una situación muy habitual en las relaciones humanas: convivir o interactuar con una persona que parece estar siempre enfadada . Esa persona que reacciona con irritabilidad, que siempre está a la defensiva, que parece no disfrutar de nada y que genera un ambiente tenso y agotador a su alrededor. Aunque muchas veces se interpreta simplemente como una cuestión de “mal carácter” o “mal genio”, el Dr. Carbonell nos invita a mirar más allá del síntoma visible (el enfado constante) y preguntarnos qué hay detrás de esa actitud. Porque muchas veces, ese enfado no es más que una expresión encubierta de sufrimiento emocional , de frustración, ansiedad o incluso tristeza profunda. Carbonell explica que la ira puede ser una de las máscaras de la depresión . En lugar de manifestarse con llanto o aislamiento, algunas personas canalizan su malestar a través del enojo constante, especialmente los hombres o quienes han aprendido a no expresar vulnerabilidad. La sociedad suele aceptar mejor el enfado que la tristeza, y por eso muchas personas lo utilizan inconscientemente como vía de escape. Además, esa irritabilidad constante puede ser señal de una sobrecarga emocional no gestionada , de traumas no resueltos, de insatisfacción personal o profesional, o de una sensación de vacío interno que no saben cómo manejar. En estos casos, el mal humor no es contra los demás, sino una lucha interna mal proyectada hacia fuera . Por otro lado, si tú eres quien se reconoce en ese enfado constante , Carbonell te anima a reflexionar con honestidad: ¿estás realmente enfadado con los demás, o contigo mismo? ¿Qué parte de tu vida no está funcionando como te gustaría? ¿Qué emociones estás evitando enfrentar? En resumen , estar siempre enfadado no es normal ni saludable. Puede ser un síntoma encubierto de un problema emocional mayor . Por eso, el Dr. José Carbonell insiste: no normalices el mal humor constante, ni en ti ni en quienes te rodean. Buscar ayuda y entender lo que hay debajo de ese enfado puede ser el primer paso para recuperar la calma, el equilibrio y una mejor calidad de vida.