El “estrés bueno” y el “estrés malo”

26 de febrero de 2020

El Consejo General de la Psicología de España define el estrés como un instinto que tenemos las personas para afrontar y superar situaciones difíciles. En el artículo “ La diferencia entre el «estrés bueno» y el estrés que mata ” (ABC, 2019), la psicóloga Patricia Gutiérrez explica que el estrés tiene una versión útil llamada “eustrés” o “estrés positivo” que aparece tras evaluar la situación y nos ayuda a pensar o a identificar qué necesitamos para hacerle frente.

Por lo tanto, cuando experimentamos niveles bajos de estrés ante una situación es porque estamos evaluando lo que necesitamos para afrontarla, qué habilidades o recursos debemos gestionar para encontrar una solución. Debemos normalizar este estrés positivo ya que es una activación que nos ayuda a la consecución de un objetivo.

Víctor Vidal, médico investigador, comenta “este estrés positivo es el motivo que ha permitido sobrevivir y evolucionar al ser humano. Es una sensación que hace que nos mantengamos activos y con motivación día a día. Por ejemplo, en el ámbito laboral, el “eustrés” tiene un papel esencial porque aumenta la productividad y la creatividad de la persona. Esta tensión hace que el absentismo baje”.

Pero en ocasiones, nos cuesta canalizar estos “nervios”, y los niveles de estrés aumentan hasta el punto de no poder reaccionar ante la situación. Es entonces cuando estaríamos hablando del “estrés negativo”, aquel que produce una sensación de malestar, angustia, ansiedad, … Es el que nos desestabiliza y nos genera síntomas como alteración del sueño, taquicardia, dolor de cabeza, … Cuando nos encontramos en este estado, no somos capaces de realizar cosas, que estando relajados y tranquilos son fáciles para nosotros.

Las causas que nos pueden provocar este tipo de estrés suelen ser cuando la situación es novedosa, impredecible, de descontrol y/o cuando nos sentimos amenazados. Es por eso, que si observamos que nos ocurre debemos acudir a un profesional de la salud mental para que nos ayude a reconocer el origen del estrés y cómo nos afecta sobre nosotros. Lo principal es localizar qué nos está pasando para poder buscar una solución.

En opinión del Dr. Carbonell, bajos niveles de estrés pueden mejorar nuestra productividad y capacidad, pero cuando este estrés genera malestar es importante no dejar pasar el tiempo y buscar ayuda para poder canalizarlo.

Por Instituto Carbonell 14 de octubre de 2025
Los cambios estacionales como las altas temperaturas o el frío pueden suponer un papel importante en la variación emocional de algunas personas, pero más allá de esto, los ciclos anuales de invierno, primavera, verano y otoño, también pueden interferir en el comportamiento y estado de ánimo.  En el artículo Echeburúa, E. denomina a este suceso como “meteorosensibilidad”, esto se puede manifestar de diferentes formas: - En zonas geográficas o épocas en las que hay inviernos largos con poca luz solar se produce una disminución de serotonina (neurotransmisor clave para el estado de ánimo, la motivación y la energía) y alteraciones en la melatonina que pueden producir trsiteza, pensamientos negativos, cansancio, sentimientos de culpabilidad, entre otros. - En zonas donde hay mucho viento se asocia con sensación de irritabilidad, agobio, insomnio y fatiga. También con nerviosismo, problemas de concentración y dolores de cabeza. - En casos de olas de calor bruscas pueden descompensar a pacientes con ciertos trastornos mentales graves. En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, es importante tener en cuenta como influyen estos factores en nuestro estado de ánimo, sobre todo en personas que ya se encuentran en manos de profesionales de la salud mental, para así poder llevar a cabo un buen seguimiento y apoyo ante la posibilidad de experimentar alguno de estos síntomas.
Por Instituto Carbonell 5 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando alguien rompe una relación y deja un vacío lleno de dolor, es normal sentirse destrozado y vivir un proceso de duelo. Subraya que no se puede forzar a otra persona a quedarse, por lo que lo esencial es aceptar su decisión y empezar a mirar por uno mismo. Recomienda dar espacio, cortar los contactos que dificulten la recuperación y permitirse sufrir sin buscar compensaciones inmediatas. Señala que este tiempo de reconstrucción personal ayuda a reconectar con uno mismo, crecer y transformarse en una mejor versión, recordando que siempre habrá luz al final del túnel.
Por Instituto Carbonell 4 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando el sexo en pareja deja de ser satisfactorio, lo fundamental es hablarlo con claridad y complicidad , aunque resulte difícil expresarlo. Señala que es importante comunicar si el deseo ha cambiado o si la experiencia ya no resulta gratificante, y hacerlo sin miedo, buscando soluciones conjuntas. Recomienda, además, recurrir a un terapeuta o especialista en sexualidad si la comunicación directa no basta, de manera que se pueda intentar recuperar la conexión antes de considerar el fin de la relación.