El peligro del cannabis en la adolescencia
23 de marzo de 2021
En la adolescencia, se produce el desarrollo y la maduración del cerebro. Este proceso se puede ver perjudicado por el abuso de ciertas sustancias tóxicas como el cannabis.
Según un estudio del The Children’s Hospital de Philadelphia, los jóvenes que consumen marihuana tienen mayor probabilidad de sufrir problemas en las áreas cerebrales dedicadas a funciones como la memoria, la toma de decisiones, la atención y el lenguaje.
Los participantes del estudio eran 248 jóvenes de 19 años, que consumían desde los 13 años, una media de seis porros diarios. Se les realizó una imagen del cerebro por resonancia magnética para observar los daños ocasionados por el consumo. Se detectó problemas en el desarrollo de la mielina, la sustancia que cubre a las neuronas y que permite que las conexiones neuronales vayan a una correcta velocidad. Cuando la mielina no actúa, el cerebro va más “despacio”, y por lo tanto, afecta a la realización de las funciones como la toma de decisiones, la atención y la memoria.
Estos resultados nos muestran que comenzar a consumir cannabis a edades tempranas afecta al desarrollo de los circuitos cerebrales, especialmente en ciertas conexiones entre las regiones frontal, parietal y temporal del cerebro, relacionadas con las funciones cognitivas (memoria, atención, …).
En opinión del psiquiatra Dr. Carbonell, desde Palma, recomienda concienciarse de que el cannabis es perjudicial a cualquier edad y claramente en edades tempranas. Es muy importante involucrar a un equipo de profesionales de salud mental para atajar el problema.
Fuente: Revista Tendencias 21
Los cambios estacionales como las altas temperaturas o el frío pueden suponer un papel importante en la variación emocional de algunas personas, pero más allá de esto, los ciclos anuales de invierno, primavera, verano y otoño, también pueden interferir en el comportamiento y estado de ánimo. En el artículo Echeburúa, E. denomina a este suceso como “meteorosensibilidad”, esto se puede manifestar de diferentes formas: - En zonas geográficas o épocas en las que hay inviernos largos con poca luz solar se produce una disminución de serotonina (neurotransmisor clave para el estado de ánimo, la motivación y la energía) y alteraciones en la melatonina que pueden producir trsiteza, pensamientos negativos, cansancio, sentimientos de culpabilidad, entre otros. - En zonas donde hay mucho viento se asocia con sensación de irritabilidad, agobio, insomnio y fatiga. También con nerviosismo, problemas de concentración y dolores de cabeza. - En casos de olas de calor bruscas pueden descompensar a pacientes con ciertos trastornos mentales graves. En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, es importante tener en cuenta como influyen estos factores en nuestro estado de ánimo, sobre todo en personas que ya se encuentran en manos de profesionales de la salud mental, para así poder llevar a cabo un buen seguimiento y apoyo ante la posibilidad de experimentar alguno de estos síntomas.

El Dr. José Carbonell explica que cuando alguien rompe una relación y deja un vacío lleno de dolor, es normal sentirse destrozado y vivir un proceso de duelo. Subraya que no se puede forzar a otra persona a quedarse, por lo que lo esencial es aceptar su decisión y empezar a mirar por uno mismo. Recomienda dar espacio, cortar los contactos que dificulten la recuperación y permitirse sufrir sin buscar compensaciones inmediatas. Señala que este tiempo de reconstrucción personal ayuda a reconectar con uno mismo, crecer y transformarse en una mejor versión, recordando que siempre habrá luz al final del túnel.

El Dr. José Carbonell explica que cuando el sexo en pareja deja de ser satisfactorio, lo fundamental es hablarlo con claridad y complicidad , aunque resulte difícil expresarlo. Señala que es importante comunicar si el deseo ha cambiado o si la experiencia ya no resulta gratificante, y hacerlo sin miedo, buscando soluciones conjuntas. Recomienda, además, recurrir a un terapeuta o especialista en sexualidad si la comunicación directa no basta, de manera que se pueda intentar recuperar la conexión antes de considerar el fin de la relación.


