El trastorno del comprador compulsivo

4 de agosto de 2015

 A pesar de lo maltrecho de muchas economías domésticas durante la crisis, el regreso de las rebajas nos enfrenta de nuevo a un problema cada vez más común y extendido en nuestra sociedad: las compras compulsivas y la adicción a las compras. Antes de nada, debemos aclarar que estos dos conceptos no son sinónimos ya que el comprador compulsivo padece un trastorno que esconde frustración, ansiedad y bajo estado de ánimo.  

De hecho, los meses de rebajas no afectan en demasía a los compradores compulsivos, quienes no necesitan alicientes extra para alimentar su obsesión. Estas personas buscan un modo de generarse sentimientos de satisfacción y gratificación, creando expectativas positivas y excitación anticipatoria a la compra. Los estudios realizados indican que este trastorno afecta principalmente a mujeres de entre 20 y 40 años, con posibles problemas del estado de ánimo, ansiedad e incluso problemas de la conducta alimentaria con baja autoestima y baja tolerancia a la frustración.

El trastorno de la compra compulsiva se encuadra en los trastornos del control del impulso, manifestado por intensos deseos por comprar objetos innecesarios y un sentimiento de malestar si no pueden realizar dicha compra. Al final, comprar sin límites es una forma de evadirse de la ansiedad y frustración provocados por aquellos problemas de su día a día que no pueden o no saben resolver. Esta necesidad urgente e irreprimible y sus consecuencias desembocan en importantes dificultades tanto personales como familiares. Y no hace falta mencionar que esta patología, debido a su naturaleza, puede generar una situación de deuda excesiva e incluso acarrear problemas con la justicia.

La solución suele requerir iniciar un tratamiento, aunque el primer paso es siempre el de admitir que se tiene un problema de adicción. Posteriormente se puede poner en marcha una terapia consistente en el manejo de la frustración, el control del impulso y la promoción de áreas de satisfacción vitales que sirvan como fuente de gratificación y de apoyo afectivo-emocional. Para ello, el papel de la familia resulta fundamental.

Por Instituto Carbonell 25 de abril de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, lanza un mensaje directo y necesario: ir al psiquiatra no debería ser motivo de vergüenza ni de estigma . En pleno siglo XXI, aún existen personas que sienten miedo o pudor al decir que acuden a un profesional de la salud mental. Esto, según el doctor, es algo que necesitamos cambiar urgentemente. Carbonell explica que un psiquiatra es, ante todo, un médico , como cualquier otro especialista. La gran diferencia con el psicólogo es que el psiquiatra, además de abordar lo emocional, también evalúa el componente biológico y orgánico de los trastornos mentales. Esto incluye valorar si el paciente tiene otras enfermedades, está tomando medicación que pueda influir en su estado anímico, o si su salud mental afecta funciones como el sueño, el apetito o la energía, llegando incluso a requerir medicación. El propósito de este mensaje no es solo aclarar conceptos, sino también normalizar y visibilizar la importancia de acudir a un profesional cuando uno no se siente bien . Cuidar la salud mental no es un signo de debilidad, sino de responsabilidad y amor propio. Así como vamos al dentista cuando tenemos un dolor de muelas, también debemos ir al psiquiatra o al psicólogo cuando sentimos que algo no está funcionando bien en nuestro mundo interno. El Dr. Carbonell invita a dejar atrás el estigma, a romper esa barrera cultural que durante tantos años nos ha impedido hablar abiertamente de nuestros malestares emocionales, y a reivindicar la salud mental como un pilar del bienestar integral . En sus palabras, "mantener una higiene mental es la consecuencia de un trabajo que vamos haciendo cada día".  Este mensaje no solo va dirigido a quienes ya están en tratamiento, sino también a quienes aún dudan en dar el paso. Porque pedir ayuda es valiente , y porque hablar de salud mental es el primer paso para sanar y crecer.
Por Instituto Carbonell 24 de abril de 2025
Aprender a no darlo todo – Estrategias para superar el perfeccionismo
Por Instituto Carbonell 24 de abril de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, reflexiona en este mensaje sobre una de las trampas emocionales más comunes tras una ruptura o una gran discusión de pareja: quedarnos esperando . Muchas veces, después de que una relación se rompe, nace la esperanza de que tal vez todo vuelva a su cauce, de que la persona con la que compartíamos la vida reflexione, cambie y regrese. Nos aferramos a la idea de que lo que fue puede reconstruirse, de que ese proyecto de vida que diseñamos juntos aún puede tener sentido. Sin embargo, Carbonell advierte que esta espera nos paraliza y nos hace perder tiempo vital . Mientras deseamos que la otra persona reconsidere sus decisiones, dejamos de vivir el presente. Posponemos nuestra recuperación emocional, nuestras metas personales y, lo más grave, nuestra vida misma, esperando algo que tal vez nunca suceda. Además, el doctor señala que, muchas veces, la otra persona ya está en otra etapa , ha dado pasos hacia adelante e incluso puede haber pasado de un sentimiento de amor a indiferencia o rechazo. En cambio, quien espera se queda anclado a un pasado idealizado que ya no existe. Vivir de esa forma es hipotecar el futuro por una esperanza que no depende de nosotros. Por eso, el llamado es claro: deja de esperar . Centra tu atención en ti, en reconstruir tu autoestima, en recuperar tus proyectos, tu bienestar, tus ilusiones. Invierte en ti y en tu vida sin estar condicionado por lo que otra persona haga o deje de hacer. Solo así podrás avanzar, crecer y abrirte a nuevas experiencias que sí estén alineadas con tu presente y con tu valor.  Carbonell concluye animando a compartir experiencias sobre cómo cada uno ha gestionado este tipo de situaciones, reconociendo que sanar es un proceso individual pero más llevadero cuando se hace en comunidad y con consciencia.