Mejora del diagnóstico y tratamiento de los niños con TDAH

28 de julio de 2015

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) se ha convertido en los últimos tiempos en un tema polémico. Desde los profesionales que abogan por su no existencia a aquellos que lo ven con demasiada facilidad, se ha hecho evidente la necesidad de un mayor acuerdo entre profesionales, tanto en el qué,  como en el cómo. Con el objetivo de evitar las consecuencias de falsos diagnósticos o por el contrario, de no reconocer casos existentes, se ha elaborado un documento para la mejora del abordaje de este trastorno.

La Asamblea del Consejo de Europa ha dado el visto bueno a esta propuesta en la que  se solicitan las siguientes medidas:

  • Criterios más rigurosos de clasificación para evitar que se diagnostiquen más casos de los pertinentes  (sobrediagnóstico).
  • Mejor formación de los profesionales con el objetivo de que no se pasen casos por alto (infradiagnóstico).
  • El tratamiento farmacológico será el último recurso y siempre se llevará a cabo en combinación con otras medidas psicoeducativas y técnicas para la mejora del comportamiento en niños.

Según las estadísticas,  dos de cada 30 alumnos, padece TDAH . Aunque las causas del trastorno no se han podido determinar con exactitud,  parece existir una interrelación entre factores genéticos y ambientales. Un reciente estudio realizado en el Instituto Nacional de Salud de Paris,  asoció  el hecho de  tener  madres con depresión crónica, ya sea leve o moderada, con padecer algún tipo de alteración conductual o emocional, como signos de hiperactividad, falta de atención o déficits en el comportamiento social con sus compañeros.

El correcto diagnóstico de manera precoz, puede suponer una atención individualizada que responda a las necesidades educativas concretas del niño. Estas medidas, repercutirán tanto a nivel escolar como emocional,  en el desarrollo de la autoestima y la personalidad. Pues a nadie le gusta que se le penalice por algo que no puede evitar o que por lo menos no le han enseñado a gestionar. Un tratamiento basado en la potenciación de sus habilidades en lugar de penalizar sus dificultades, podría  canalizar  toda esa energía (hiperactividad) en productividad, evitando  secuelas difíciles de revertir.

Por Instituto Carbonell 25 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando sentimos que “no podemos ni ver” a alguien, suele ser consecuencia de la acumulación de frustración, decepción o rabia por interacciones fallidas o relaciones conflictivas. Recomienda gestionar esta sensación tomando espacio, verbalizando lo que sentimos si es posible, y evitando confrontaciones que puedan intensificar la emoción. Además, sugiere que el tiempo ayuda a normalizar los sentimientos y que, en muchos casos, acudir a un terapeuta es la forma más efectiva de procesar la rabia y recuperar el equilibrio emocional.
Por Instituto Carbonell 24 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que sentirse desagradecido o desagradecida en una relación ocurre cuando damos mucho cariño, atención o esfuerzo y sentimos que la otra persona no lo corresponde. Esto puede suceder en relaciones de pareja, familiares o con hijos. Advierte que la falta de reciprocidad no siempre indica mala intención, sino que muchas personas no tienen la capacidad emocional de corresponder del mismo modo. Por ello, recomienda analizar cómo la otra persona interpreta la situación y, si se desea mantener la relación, equilibrar la entrega propia con la capacidad de la otra persona, fomentando la comunicación y ajustando expectativas para que la relación fluya de manera más saludable.
Por Instituto Carbonell 23 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que la energía masculina en la mujer, entendida como la capacidad de tomar decisiones y liderar en la vida y las relaciones, es cada vez más frecuente y necesaria para mantener el interés y evitar la monotonía en la pareja. Advierte que, aunque la mujer pueda asumir un rol más proactivo, es importante dejar espacio a la comunicación y a la iniciativa de la pareja, evitando críticas constantes. Para mantener el equilibrio en la relación, recomienda poner límites cuando sea necesario y, si surgen excesos o conflictos, acudir a un terapeuta para gestionar la dinámica de manera saludable.