Un estudio encuentra que la ansiedad crónica podría aumentar el riesgo de obesidad (HealthDay News)

4 de abril de 2017

Investigadores británicos han encontrado un vínculo entre los niveles altos de la hormona del estrés, el cortisol, y el exceso de peso. Al parecer el estrés y la ansiedad en nuestra vida diaria, podrían aumentar el riesgo de tener sobrepeso u obesidad.

“No sabemos qué se produjo primero, el mayor peso corporal o el nivel más alto de cortisol”, dijo el investigador principal, Andrew Steptoe, profesor de psicología de la British Heart Foundation en el Colegio Universitario de Londres.

Para realizar el estudio, el equipo de Steptoe analizó los niveles de cortisol en un mechón de pelo de 2 centímetros, cortado lo más cerca posible del cuero cabelludo. La muestra de pelo reflejaba los niveles de cortisol acumulados en los dos meses anteriores, indicaron los investigadores.

El cortisol es la hormona principal de estrés del cuerpo, y se desencadena cuando se tiene una respuesta de “lucha o huida” ante el peligro. Produce el beneficio de escapar del peligro, pero si los niveles de cortisol se mantienen altos de forma crónica, se asocia con la depresión, el aumento de peso, la ansiedad y otros problemas, según la Clínica Mayo.

El estudio incluyó a más de 2,500 adultos en Inglaterra de a partir de los 54 años de edad. Los investigadores compararon los niveles de cortisol en la muestra con el peso corporal, la circunferencia de la cintura y el índice de masa corporal (IMC). También observaron cómo se relacionaban los niveles de cortisol con la obesidad persistente.

Los participantes con unos niveles de colesterol más altos tendían a tener una circunferencia de la cintura mayor de 101.5 cm para los hombres, y más de 89 cm para las mujeres, lo que es un factor de riesgo de enfermedad cardiaca y otros problemas. Las personas con unos niveles de cortisol más altos también tenían unos niveles IMC más altos: cuanto mayor es el IMC, mayor es el nivel de grasa corporal.  

Los niveles elevados de cortisol también se asociaron con unos niveles de obesidad más altos que se mantuvieron a lo largo del estudio (4 años).

El vínculo entre el cortisol y la obesidad se encontró en ambos sexos. “En este estudio, no vimos ninguna diferencia entre los hombres y las mujeres”, indicó Steptoe.

Los investigadores tampoco encontraron ninguna diferencia según la edad entre las personas estudiadas. Sin embargo, dado que la edad promedio del estudio era de 68 años, quizá los adultos más jóvenes no obtendrían estos mismos resultados, señaló Steptoe.

Por consiguiente, una vez más quedan reflejada la importancia de cuidarse, poniendo en marcha las estrategias necesarias para nuestro desarrollo personal. Integrándose más en nuestro entorno social, no dejando de lado de nuestros hobbies y llevando a cabo conductas de autocuidado, todo ello para evitar caer en el estrés y en este caso, según señala el estudio en el sobrepeso u obesidad, circulo vicioso del cual es muy difícil salir.

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