Tres maneras para disminuir la ansiedad

4 de abril de 2017

El Dr. Jonathan Fader es un psicólogo clínico del equipo de béisbol de NY Mets y está certificado como consultor por la Association for Applied Sport Psychology. Él es el autor de “La vida como deporte: lo que los mejores deportistas pueden enseñarle sobre cómo ganar en la vida.”

Los atletas de élite más exitosos han descubierto que el deseo y la esperanza, así como la fuerza física y la habilidad, no van a garantizarles el éxito. Siguen una filosofía distinta y un conjunto de habilidades mentales que les permiten prepararse más eficazmente y actuar con más concentración y libertad.

Hay muchas características mentales identificables que separan lo mejor del resto. El Dr. Fader lo describe como una combinación equilibrada de alegría, optimismo realista, y la habilidad de centrarse en el momento presente.

La ansiedad dificulta su capacidad de centrarse en el aquí y ahora y disminuye el rendimiento. La mayoría de la gente piensa en la ansiedad como algo que sucede automáticamente en respuesta a un evento de miedo o estresante o en la anticipación de algo malo, lo que se llama “preocupación orientada al futuro”. Eso puede ser cierto en el sentido más estricto, manifestamos una respuesta emocional así como manifestaciones físicas reales de excitación biológica. Cuando su cuerpo percibe una amenaza potencial entra en lo que se llama excitación fisiológica. La manera en que respondes físicamente, mentalmente y emocionalmente a esa condición de excitación fisiológica determina cuán “ansioso” se siente en última instancia.

Aprender a relajar el cuerpo es lo más importante para poder actuar de la mejor manera y superar la ansiedad. Aquí hay tres maneras de hacerlo:

  1. Practicar la respiración.

Una manera confiable de inducir la respuesta de la relajación es regular la respiración. La regulación de la respiración tiene muchos beneficios. En primer lugar, ralentiza la alarma biológica o la actividad del sistema nervioso simpático (huida o lucha) y ayuda al sistema nervioso parasimpático a activarse, ayudándonos a calmarnos. En segundo lugar, ayuda en el proceso de controlar el estrés para poder tomar decisiones tranquilas y reaccionar de la mejor manera posible. Por último, la regulación de la respiración puede ser una parte de una rutina de gran utilidad para conseguir que la mente y el cuerpo se adapten a los desafíos que nos van surgiendo.

  1. Auto-mensajes.

Para aumentar aún más su relajación puede practicar los automensajes en su mente entre respiraciones como: “Estoy más relajado ahora que antes de esa respiración” o “Estoy listo para este desafío porque _______”. Practicar esta respiración durante cinco minutos al día te ayudará a ser más resistente al estrés.

Un auto-mensaje puede ser una afirmación corta, positiva y basada en datos. Con él, podemos reescribir maneras particularmente inútiles de percibirnos a nosotros mismos y a nuestro ambiente. Nos permiten reescribir, editar y reformular nuestros pensamientos negativos.

Para reforzar tus mensajes haciendo que sean parte de tu rutina diaria, puedes fortalecer su poder diciéndolo cuando te despiertas y cuando te vas a la cama. Además, es útil escribirlo en un lugar donde puedas verlo. Muchos atletas lo ponen en su pantalla de bloqueo de teléfono móvil, monitor del ordenador o espejo de baño.

  1. Crear una rutina.

Por definición, una rutina es una serie de comportamientos mentales y físicos que permiten conseguir nuestra mejor versión en una situación dada. La belleza y la complejidad de una rutina es que puede consistir en cualquier acción que realice una de dos funciones clave: puede involucrar algo físico, como un ejercicio que ralentiza la respiración o puede ser algo que cambia su forma de pensar. Al establecer una rutina nuestro cuerpo se programa para saber que es hora de hacer algo determinado y no pensar.

El tipo adecuado de rutina le ayuda a superar los bloqueos de ansiedad más comunes que todos enfrentamos, como la expectativa de la perfección o la abrumadora necesidad de aprobación.

Una rutina es un método para alcanzar realmente estas metas al permitir bloquear información negativa e irrelevante. Cuando practiques tu rutina con la suficiente repetición para que se convierta en automática, te permitirá estar presente en el momento y protegerte de pensamientos y resultados que están fuera de tu control.

Queda reflejado que no es un mito que los atletas de competición, no solo ejercitan su físico sino que también prestan mucho interés al aspecto psicológico. Estas pautas mencionadas pueden sernos útiles para enfrentar nuestro día a día. No necesitamos ser atletas profesionales para darnos cuenta de que conocernos a nosotros mismos, aprender a controlar la respiración, mandarnos mensajes motivadores y crear un orden a modo de rutina en nuestras actividades cotidianas va a repercutir directa y positivamente en nuestras vidas, ya sea en los aspectos laborales, familiares o en el cuidado de uno mismo.

Por Instituto Carbonell 25 de abril de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, lanza un mensaje directo y necesario: ir al psiquiatra no debería ser motivo de vergüenza ni de estigma . En pleno siglo XXI, aún existen personas que sienten miedo o pudor al decir que acuden a un profesional de la salud mental. Esto, según el doctor, es algo que necesitamos cambiar urgentemente. Carbonell explica que un psiquiatra es, ante todo, un médico , como cualquier otro especialista. La gran diferencia con el psicólogo es que el psiquiatra, además de abordar lo emocional, también evalúa el componente biológico y orgánico de los trastornos mentales. Esto incluye valorar si el paciente tiene otras enfermedades, está tomando medicación que pueda influir en su estado anímico, o si su salud mental afecta funciones como el sueño, el apetito o la energía, llegando incluso a requerir medicación. El propósito de este mensaje no es solo aclarar conceptos, sino también normalizar y visibilizar la importancia de acudir a un profesional cuando uno no se siente bien . Cuidar la salud mental no es un signo de debilidad, sino de responsabilidad y amor propio. Así como vamos al dentista cuando tenemos un dolor de muelas, también debemos ir al psiquiatra o al psicólogo cuando sentimos que algo no está funcionando bien en nuestro mundo interno. El Dr. Carbonell invita a dejar atrás el estigma, a romper esa barrera cultural que durante tantos años nos ha impedido hablar abiertamente de nuestros malestares emocionales, y a reivindicar la salud mental como un pilar del bienestar integral . En sus palabras, "mantener una higiene mental es la consecuencia de un trabajo que vamos haciendo cada día".  Este mensaje no solo va dirigido a quienes ya están en tratamiento, sino también a quienes aún dudan en dar el paso. Porque pedir ayuda es valiente , y porque hablar de salud mental es el primer paso para sanar y crecer.
Por Instituto Carbonell 24 de abril de 2025
Aprender a no darlo todo – Estrategias para superar el perfeccionismo
Por Instituto Carbonell 24 de abril de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, reflexiona en este mensaje sobre una de las trampas emocionales más comunes tras una ruptura o una gran discusión de pareja: quedarnos esperando . Muchas veces, después de que una relación se rompe, nace la esperanza de que tal vez todo vuelva a su cauce, de que la persona con la que compartíamos la vida reflexione, cambie y regrese. Nos aferramos a la idea de que lo que fue puede reconstruirse, de que ese proyecto de vida que diseñamos juntos aún puede tener sentido. Sin embargo, Carbonell advierte que esta espera nos paraliza y nos hace perder tiempo vital . Mientras deseamos que la otra persona reconsidere sus decisiones, dejamos de vivir el presente. Posponemos nuestra recuperación emocional, nuestras metas personales y, lo más grave, nuestra vida misma, esperando algo que tal vez nunca suceda. Además, el doctor señala que, muchas veces, la otra persona ya está en otra etapa , ha dado pasos hacia adelante e incluso puede haber pasado de un sentimiento de amor a indiferencia o rechazo. En cambio, quien espera se queda anclado a un pasado idealizado que ya no existe. Vivir de esa forma es hipotecar el futuro por una esperanza que no depende de nosotros. Por eso, el llamado es claro: deja de esperar . Centra tu atención en ti, en reconstruir tu autoestima, en recuperar tus proyectos, tu bienestar, tus ilusiones. Invierte en ti y en tu vida sin estar condicionado por lo que otra persona haga o deje de hacer. Solo así podrás avanzar, crecer y abrirte a nuevas experiencias que sí estén alineadas con tu presente y con tu valor.  Carbonell concluye animando a compartir experiencias sobre cómo cada uno ha gestionado este tipo de situaciones, reconociendo que sanar es un proceso individual pero más llevadero cuando se hace en comunidad y con consciencia.