¿Existe una relación de las benzodiacepinas y la mortalidad?

25 de septiembre de 2017

En el estudio Benzodiazepines and risk of all cause mortality in adults publicado en el British Medical Journal en julio de 2017 se comparó el índice de mortalidad entre dos grupos compuestos por más de 1.200.000 pacientes que acudieron a consulta entre el año 2004 y el 2013. El primer grupo estaba compuesto por pacientes que iniciaban tratamiento con benzodiacepinas y el segundo por personas que solo hacían una visita médica. Hay que tener en cuenta que en ambos grupos se valoraron variables tales como el uso de medicación previa, para tener una información más fiable.

Para ello hicieron varios seguimientos a los pacientes y así saber cuantas muertes se daban en cada grupo y así poder determinar si las benzodiacepinas incrementaban el riesgo de mortalidad. Así pues, se realizó un primer seguimiento durante 6 meses que encontró un aumento de la mortalidad de 0’0093. Posteriormente se realizó otro durante un año que mostró un aumento de sólo un 4% y un último seguimiento de 4 años que reflejó un aumento del 9%. Aunque es verdad que se ha dado un aumento este es mínimo, por lo que no podemos concluir que no hay una asociación entre la mortalidad y el consumo de benzodiacepinas.

En opinión del Dr. Carbonell este estudio demuestra que no existe un incremento de mortalidad en aquellos pacientes que toman benzodiacepinas. Está claramente definido que el uso inadecuado de las benzodiacepinas es perjudicial y precisa de un especialista para su manejo.

Por Instituto Carbonell 14 de octubre de 2025
Los cambios estacionales como las altas temperaturas o el frío pueden suponer un papel importante en la variación emocional de algunas personas, pero más allá de esto, los ciclos anuales de invierno, primavera, verano y otoño, también pueden interferir en el comportamiento y estado de ánimo.  En el artículo Echeburúa, E. denomina a este suceso como “meteorosensibilidad”, esto se puede manifestar de diferentes formas: - En zonas geográficas o épocas en las que hay inviernos largos con poca luz solar se produce una disminución de serotonina (neurotransmisor clave para el estado de ánimo, la motivación y la energía) y alteraciones en la melatonina que pueden producir trsiteza, pensamientos negativos, cansancio, sentimientos de culpabilidad, entre otros. - En zonas donde hay mucho viento se asocia con sensación de irritabilidad, agobio, insomnio y fatiga. También con nerviosismo, problemas de concentración y dolores de cabeza. - En casos de olas de calor bruscas pueden descompensar a pacientes con ciertos trastornos mentales graves. En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, es importante tener en cuenta como influyen estos factores en nuestro estado de ánimo, sobre todo en personas que ya se encuentran en manos de profesionales de la salud mental, para así poder llevar a cabo un buen seguimiento y apoyo ante la posibilidad de experimentar alguno de estos síntomas.
Por Instituto Carbonell 5 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando alguien rompe una relación y deja un vacío lleno de dolor, es normal sentirse destrozado y vivir un proceso de duelo. Subraya que no se puede forzar a otra persona a quedarse, por lo que lo esencial es aceptar su decisión y empezar a mirar por uno mismo. Recomienda dar espacio, cortar los contactos que dificulten la recuperación y permitirse sufrir sin buscar compensaciones inmediatas. Señala que este tiempo de reconstrucción personal ayuda a reconectar con uno mismo, crecer y transformarse en una mejor versión, recordando que siempre habrá luz al final del túnel.
Por Instituto Carbonell 4 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando el sexo en pareja deja de ser satisfactorio, lo fundamental es hablarlo con claridad y complicidad , aunque resulte difícil expresarlo. Señala que es importante comunicar si el deseo ha cambiado o si la experiencia ya no resulta gratificante, y hacerlo sin miedo, buscando soluciones conjuntas. Recomienda, además, recurrir a un terapeuta o especialista en sexualidad si la comunicación directa no basta, de manera que se pueda intentar recuperar la conexión antes de considerar el fin de la relación.