Expectativas vs. Realidad: Cómo evitar la frustración emocional

14 de marzo de 2025

Las expectativas son las creencias o deseos que tenemos las personas sobre cómo nos gustaría que fueran o cómo deberían ser las cosas en el futuro. Es decir, una expectativa es una proyección de un objetivo o un resultado en el futuro.


Según Ruiz, las expectativas se relacionan con la creencia que tiene una persona sobre si sus acciones afectarán o no los resultados, a esto lo llaman “Locus de control”. Aquí influyen dos aspectos importantes, por un lado, tenemos la creencia de que lo que nos ocurre se encuentra fuera de nuestro control, es decir, el resultado dependerá de la suerte, de otras personas o del contexto (externalismo). Y por otro lado, está la creencia de que lo que nos pasa depende únicamente de nosotros mismos y de lo que hacemos (internalismo).


Las expectativas forman parte de nuestra vida y nos ayudan a enfocar nuestras acciones hacia ciertos objetivos. Sin embargo, cuando los resultados no son los que esperábamos, esto puede generar frustración y en algunos casos puede llevar a que la persona se paralice, es decir, que surja esa sensación de quedarse estancada o la incapacidad de actuar.

Según el artículo, es muy importante aceptar que no siempre es posible controlar todo y que pueden surgir obstáculos. Las personas que se frustran, a menudo, reaccionan con ira cuando no consiguen lo que quieren, y aquellas personas con baja tolerancia a la frustración son más propensas a padecer ansiedad o depresión o si está sintomatología ya está presente a que aumente.


En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, las  altas expectativas pueden generar una sensación de presión y un sentimiento de frustración o tristeza cuando creemos que debemos cumplirlas, pero nos damos cuenta de que no somos capaces de alcanzarlas. Por ello, es importante ser conscientes de esto, si no podemos manejar ciertas situaciones, buscar el apoyo de un profesional de la salud mental.


Por Instituto Carbonell 17 de julio de 2025
El Dr. José Carbonell , médico y psiquiatra, reflexiona en este texto sobre una actitud defensiva y común en personas que atraviesan un mal momento emocional: “yo estoy bien, el problema son los demás”. Esta postura puede aparecer cuando amigos o familiares intentan acercarse con preocupación genuina, señalando cambios negativos o señales de sufrimiento, y reciben como respuesta una negación total acompañada de un discurso que proyecta el malestar en el entorno. Carbonell describe cómo estas personas, a menudo sin darse cuenta, adoptan una percepción distorsionada de la realidad, viéndose como víctimas constantes de su entorno y rechazando cualquier crítica o sugerencia de ayuda. Aun así, el Dr. Carbonell subraya la importancia de no abandonar a quienes se encuentran en esa situación. Si queremos y valoramos a esa persona, debemos procurar mantenernos a su lado con paciencia, sin confrontaciones, acompañando el proceso sin dejarnos arrastrar emocionalmente por su visión negativa o su aislamiento. Es crucial, según el doctor, conservar nuestro propio equilibrio: no asumir como verdad todo lo que la persona dice, ni dejarnos afectar por su percepción distorsionada. Al mismo tiempo, hay que entender que, en ciertos casos, la mejor forma de ayudar es recomendar que esa persona busque apoyo profesional. No siempre podremos cambiar o convencer a alguien desde el afecto o la amistad; hay ocasiones en las que la intervención de un terapeuta o psiquiatra es necesaria para iniciar un verdadero cambio.  El mensaje final de Carbonell es claro: el apoyo emocional es valioso, pero debe ir acompañado de límites sanos y de la conciencia de que ayudar no siempre significa resolver, sino a veces guiar hacia quien sí puede hacerlo.
Por Instituto Carbonell 16 de julio de 2025
El Dr. José Carbonell , médico y psiquiatra, nos invita en este mensaje a establecer una conexión terapéutica directa con él, destacando la accesibilidad de sus servicios a través de la modalidad online. Señala cómo, especialmente desde la pandemia, tanto los pacientes como los profesionales de la salud mental se han acostumbrado a mantener consultas a distancia, permitiendo así un acompañamiento cercano, sin importar la ubicación geográfica. Desde su base en Palma de Mallorca, el Dr. Carbonell atiende a muchas personas que, aunque pasaron por la isla, continúan sus tratamientos con él desde cualquier parte del mundo. Ya sea por videollamada en WhatsApp, Skype, Zoom u otras plataformas, él y su equipo de psicólogos garantizan una atención flexible y adaptada a las herramientas disponibles para cada paciente.  Con años de experiencia realizando terapias online, el Dr. Carbonell asegura que este tipo de atención es efectiva y confiable. Su mensaje es claro: si estás buscando apoyo profesional en salud mental, puedes contactarlo fácilmente a través del enlace que aparece en la plataforma del video. Él mismo se compromete a ofrecer una atención cercana, personalizada y de calidad, estés donde estés.
Por Instituto Carbonell 15 de julio de 2025
El Dr. José Carbonell aborda en este texto el difícil momento en el que una persona se enfrenta a un sufrimiento emocional tan intenso que ya no puede funcionar con normalidad. Describe con claridad ese punto de agotamiento profundo, en el que incluso después de haber intentado terapias, cambios de estilo de vida, mejoras en las relaciones y en el entorno laboral, la persona sigue atrapada en pensamientos negativos persistentes, falta de energía, alteraciones del apetito y un bloqueo general frente a la vida. Reconociendo el estigma que todavía pesa sobre estos medicamentos y sobre los propios psiquiatras, aclara que la medicación no solo es segura —con más de 50 años de uso clínico—, sino que en casos de depresión grave, se ha comprobado mediante estudios de neuroimagen que el cerebro reduce su actividad funcional, lo que puede requerir apoyo farmacológico para recuperarse. El Dr. Carbonell insiste en que lo verdaderamente preocupante no es tomar medicación, sino seguir viviendo en un estado de sufrimiento crónico que impide llevar una vida digna y funcional. Si bien la terapia psicológica es fundamental y valiosa, reconoce que en algunos casos la combinación con antidepresivos, o incluso su uso independiente, puede ser decisiva para recuperar el equilibrio.  Su mensaje final es claro: no hay que temerle a los antidepresivos, hay que temerle a una enfermedad que no te deja vivir. Buscar ayuda médica no es un signo de derrota, sino una forma de empezar a reconstruir la vida desde un lugar de mayor estabilidad y salud.