Heredabilidad del Alzheimer

16 de noviembre de 2017

El Alzheimer es una enfermedad que afecta a más de cinco millones de americanos. El diagnóstico de esta enfermedad es devastador tanto para el paciente como para sus familiares y amigos. Los síntomas característicos son una pérdida importante de memoria, olvidos, desorientación y dificultad para la toma de decisiones y en la realización de tareas cotidianas.

Tal como indica el artículo “ Alzheimer: ¿los antecedentes familiares garantizan que lo padecerás?” Publicado en el FoxNews en agosto del 2017 hay varios factores que contribuyen a la aparición del Alzheimer que van más allá de la genética. Un factor de riesgo es la edad, puesto que al llegar a los 65 años la probabilidad de sufrir esta demencia aumenta. Los factores ambientales y el estilo de vida también tienen un efecto importante en el futuro desarrollo de esta demencia.

En realidad el peso que tiene la parte genética a la hora de predecir el futuro desarrollo de esta enfermedad es solo del 5%, por lo cual el hecho de tener un familiar con esta enfermedad, no implica necesariamente que vayamos a desarrollarla. Otra forma más directa de averiguar si contamos o no con una predisposición genética a padecerlo es haciendo un análisis de sangre que busque la presencia o ausencia del gen asociado al Alzheimer. De cualquier manera, debido al peso relativo del factor genético , no debemos precipitarnos a la hora de sacar conclusiones de esta prueba.

Así pues dado que los factores ambientales juegan un papel mucho mas importante que la genética, es interesante conocer los hábitos que podemos incorporar en nuestro estilo de vida para reducir las posibilidades de padecer esta enfermedad. Estos incluyen el ejercicio frecuente, no fumar, controlar la presión arterial y el colesterol y tener una dieta rica en frutas y verduras.

En opinión del Dr. Carbonell, en este artículo se hace referencia a que el peso genético no es tan importante como pensábamos y que el controlar los factores ambientales puede ser muy rentable en la prevención del mismo.

Por Instituto Carbonell 14 de octubre de 2025
Los cambios estacionales como las altas temperaturas o el frío pueden suponer un papel importante en la variación emocional de algunas personas, pero más allá de esto, los ciclos anuales de invierno, primavera, verano y otoño, también pueden interferir en el comportamiento y estado de ánimo.  En el artículo Echeburúa, E. denomina a este suceso como “meteorosensibilidad”, esto se puede manifestar de diferentes formas: - En zonas geográficas o épocas en las que hay inviernos largos con poca luz solar se produce una disminución de serotonina (neurotransmisor clave para el estado de ánimo, la motivación y la energía) y alteraciones en la melatonina que pueden producir trsiteza, pensamientos negativos, cansancio, sentimientos de culpabilidad, entre otros. - En zonas donde hay mucho viento se asocia con sensación de irritabilidad, agobio, insomnio y fatiga. También con nerviosismo, problemas de concentración y dolores de cabeza. - En casos de olas de calor bruscas pueden descompensar a pacientes con ciertos trastornos mentales graves. En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, es importante tener en cuenta como influyen estos factores en nuestro estado de ánimo, sobre todo en personas que ya se encuentran en manos de profesionales de la salud mental, para así poder llevar a cabo un buen seguimiento y apoyo ante la posibilidad de experimentar alguno de estos síntomas.
Por Instituto Carbonell 5 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando alguien rompe una relación y deja un vacío lleno de dolor, es normal sentirse destrozado y vivir un proceso de duelo. Subraya que no se puede forzar a otra persona a quedarse, por lo que lo esencial es aceptar su decisión y empezar a mirar por uno mismo. Recomienda dar espacio, cortar los contactos que dificulten la recuperación y permitirse sufrir sin buscar compensaciones inmediatas. Señala que este tiempo de reconstrucción personal ayuda a reconectar con uno mismo, crecer y transformarse en una mejor versión, recordando que siempre habrá luz al final del túnel.
Por Instituto Carbonell 4 de octubre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que cuando el sexo en pareja deja de ser satisfactorio, lo fundamental es hablarlo con claridad y complicidad , aunque resulte difícil expresarlo. Señala que es importante comunicar si el deseo ha cambiado o si la experiencia ya no resulta gratificante, y hacerlo sin miedo, buscando soluciones conjuntas. Recomienda, además, recurrir a un terapeuta o especialista en sexualidad si la comunicación directa no basta, de manera que se pueda intentar recuperar la conexión antes de considerar el fin de la relación.