Identificadas las neuronas responsables de la ansiedad

14 de mayo de 2018

La revista Neuron ha publicado recientemente la investigación según la cual se han identificado las neuronas responsables de la ansiedad.

Llamamos ansiedad a la anticipación involuntaria que el organismo experimenta frente a estímulos externos (situaciones) o internos, (pensamientos o sensaciones), percibidos como amenazantes– ya sea justificada o injustificadamente-. Consecuentemente el cuerpo se ‘prepara’ para reaccionar y experimentamos unos síntomas desagradables–como la sudoración o la taquicardia–. Así, la ansiedad se presenta como una respuesta natural frente a las situaciones de estrés. La cuestión es, ¿dónde se origina esta ansiedad?

Según un nuevo estudio dirigido por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia en Nueva York (EE.UU.), la ansiedad se origina en un grupo de neuronas localizadas en el hipocampo y bautizadas como ‘neuronas de ansiedad’. Un descubrimiento que, según sus autores, puede abrir la puerta al desarrollo de tratamientos para combatir la ansiedad, muy especialmente cuando se dispara hasta el punto de suponer una enfermedad –el conocido ‘trastorno de ansiedad’.

René Hen, co-autor de esta investigación explica, «hemos encontrado estas neuronas en el cerebro de ratones, si bien es probable que también existan en los humanos. Y las denominamos ‘neuronas de ansiedad’ porque solo se activan cuando los animales se encuentran en lugares y situaciones que son innatamente percibidos como amenazantes . En el caso de un ratón, estos lugares podrían ser un espacio abierto en el que hay una mayor exposición a los depredadores».

Sentir ansiedad es normal y necesario ya que es un mecanismo de alarma para evitar comportamientos o situaciones que amenazan nuestra existencia. El problema tiene lugar cuando una persona tiene una percepción desmesurada de las amenazas . Por ejemplo, cuando su cerebro interpreta que caminar entre una multitud o hablar en público tiene el mismo peligro que enfrentarse a una fiera salvaje. En estos casos, la ansiedad deja de ser una molestia transitoria para convertirse en una enfermedad.

El objetivo del nuevo estudio fue intentar comprender qué es lo que funciona mal en el trastorno de ansiedad. Para ello utilizaron ratones para intentar descifrar cómo el cerebro procesa la ansiedad ‘saludable’.

Las evidencias recientes apuntan a que el hipocampo, a parte de la creación de nuevos recuerdos y otras funciones, también está implicado en la regulación del estado de ánimo, hasta el punto de que la alteración de la actividad en el ápice ventral de esta región puede disminuir la ansiedad. También se sabe que el hipocampo envía señales a otras áreas del cerebro –sobre todo a la amígdala y al hipotálamo– implicadas en el control del comportamiento relacionado con la ansiedad .

Los autores encontraron que los animales se encontraban en una situación que les provocaba ansiedad, se activaban un grupo de neuronas específicas en la región ventral del hipocampo. Es más; cuanto mayor era la ansiedad del animal, mayor era la activación de estas neuronas y, por tanto, más intenso era el envío de señales a las regiones cerebrales encargadas de desencadenar los comportamientos asociados a la ansiedad –como sería, por ejemplo, buscar refugio.

Los autores emplearon una técnica que permite controlar la actividad de las neuronas con la emisión de haces de luz. Cuando ‘apagaban’ estas neuronas del hipocampo, los animales perdían el miedo y se paseaban por sitios elevados y estrechos y no les importaba permanecer en espacios abiertos a la vista de todos. Por el contrario, cuando estas células eran sobreestimuladas, los ratones se mostraban totalmente temerosos incluso en los lugares que en condiciones normales percibían como totalmente seguros.

Posible tratamiento

Como indica Jessica Jiménez, directora de la investigación, «ahora que ya sabemos donde encontrar estas células en el hipocampo, se abren nuevas áreas para la exploración de posibles tratamientos que ni siquiera sabíamos que existían».

René Hen, concluye «estamos analizando si estas neuronas son molecularmente diferentes de otras neuronas. Y si encontramos un receptor específico en las ‘neuronas de ansiedad’ que permitan distinguirlas de sus vecinas, entonces será posible desarrollar un nuevo fármaco para reducir la ansiedad ».

En opinión del Dr. Carbonell, las nuevas investigaciones nos permiten comprender mejor los mecanismos que hay detrás de las enfermedades mentales, en este caso de los trastornos de ansiedad, posibilitando postular nuevos posibles tratamientos.

Por Instituto Carbonell 2 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell sostiene que ser feliz depende de cada persona, de su edad y de varios factores personales y sociales. Explica que la felicidad surge del equilibrio entre las expectativas que nos han inculcado —familia, pareja, sociedad— y lo que realmente podemos o queremos cumplir. Señala que es un trabajo interior constante, donde la persona encuentra tranquilidad al sentirse satisfecha con lo que ha logrado, mientras mantiene sus ambiciones y continúa haciendo lo que le gusta. Concluye que la felicidad es una consecuencia del esfuerzo personal por equilibrar deseos, expectativas y realidad en la propia vida.
Por Instituto Carbonell 1 de diciembre de 2025
El Dr. José Carbonell explica que el síndrome del amor histriónico describe relaciones que empiezan con gran intensidad, rapidez y fantasía, alcanzando estados casi irreales de ilusión y euforia, pero que luego caen con la misma fuerza en tristeza, melancolía o desestructuración. Son vínculos que oscilan entre extremos, como los amores idealizados de las telenovelas, donde lo maravilloso convive con dramas profundos. Señala que, aunque al inicio puede vivirse como algo mágico, las fases dolorosas pueden resultar muy difíciles de sostener. Por ello, el Dr. José Carbonell recomienda acudir a un terapeuta si se quiere que este tipo de relación funcione a largo plazo, de modo que los extremos se moderen, la pareja gane estabilidad y la relación pueda mantenerse de forma más saludable en el tiempo.
Por Instituto Carbonell 30 de noviembre de 2025
El Dr. José Carbonell afirma que la amistad entre un hombre y una mujer sí es posible, siempre que ambos tengan claros los límites y las expectativas. Explica que muchas veces uno de los dos evita expresar sus sentimientos por miedo a perder la relación, mientras que en otros casos la amistad fluye sin complicaciones porque desde el inicio queda claro que no habrá nada más. Reconoce que las circunstancias, la vulnerabilidad o el paso del tiempo pueden transformar una amistad en una relación amorosa, y que muchas parejas nacen precisamente de una amistad previa. Sin embargo, advierte que también muchas amistades se rompen cuando uno quiere avanzar y el otro no. Concluye que la amistad es viable, pero puede ser fluctuante y requiere honestidad y claridad por ambas partes.