La ansiedad social en adolescentes
10 de junio de 2020
En la adolescencia, se comienza a dar cierta importancia a las opiniones de los demás, a decidir cómo vestir, qué decir o actuar en función de la influencia de la sociedad. También aparece cierta vergüenza a hacer cosas porque creen que eso les puede influir en su propia imagen.
Pensar que los demás están prestando atención a lo que ellos hacen, les puede generar cierta ansiedad a muchos adolescentes, incluso pudiendo generar ansiedad social.
Es un trastorno que se podría definir como preocupación excesiva por lo que puedan pensar los demás sobre el comportamiento de uno mismo, que dejan de hacer cosas que les gusta por el miedo a sentir vergüenza.
Según el Child Mind Institute, la mayoría de adultos con este trastorno comienzan a notarlo cuando tienen entre 8 y 15 años. El Dr. Jerry Bubrick, director del Child Mind Institute, explica “los niños con este trastorno no solo están nerviosos en situaciones sociales, sino que viven con ansiedad constante por cómo las personas lo ven”. Por eso, es importante saber en qué situaciones nuestros hijos tienen ansiedad y porque. La diferencia con ser tímido, es que la timidez se va graduando con el tiempo, mientras que la ansiedad social no cambia y te impide hacer cosas.
Cuando se tiene ansiedad social, la mayoría de las veces, se piensa que los demás la perciben. Pero la realidad, es que a veces es difícil reconocerla, ya que ellos mismos tienden a ocultar sus pensamientos y emociones, y a evitar todas las cosas que les preocupa y prefieren quedarse en casa para no tener que enfrentarse al miedo.
Este tipo de ansiedad tiene consecuencias a corto y largo plazo en la vida de un adolescente. Por eso, se recomienda pedir ayuda a profesionales de la salud mental, ya que aprenderemos a gestionar la ansiedad y el miedo, y a poner en práctica habilidades sociales para manejar las situaciones sociales de una forma positiva.
En opinión del Dr. Carbonell,
hay que prestar atención a la aparición de cualquiera de los síntomas de la ansiedad para poder poner las medidas necesarias por un profesional de la salud mental.

El Dr. José Carbonell lanza un mensaje claro y directo: "No pienses tanto, no le des vueltas a las cosas". Desde su experiencia como médico y psiquiatra, comparte que muchas personas llegan a su consulta atrapadas en un patrón de pensamiento excesivo y rumiativo, donde dudan constantemente de sí mismas, cuestionan si lo que piensan está bien o mal, o viven pendientes de lo que los demás puedan estar opinando sobre ellas. Explica que esta sobrecarga mental puede convertirse en una especie de bola creciente, difícil de detener, y que acaba afectando seriamente la estabilidad emocional. Muchas veces, añade, quienes sufren este tipo de pensamiento repetitivo ni siquiera reconocen que necesitan ayuda, y acaban atrapados en un ciclo que los lleva, una y otra vez, al mismo punto de partida: ansiedad, estrés, incertidumbre y malestar emocional. El Dr. Carbonell insiste en que es fundamental aprender a manejar el estrés, la ansiedad y, sobre todo, los propios pensamientos. Si uno puede establecer límites mentales y aplicar pautas de autorregulación por su cuenta, eso es positivo. Pero si este pensamiento excesivo —o overthinking— comienza a interferir con la vida diaria, impidiendo el descanso, la concentración o el bienestar general, es necesario acudir a un profesional. Buscar ayuda no es señal de debilidad, sino una manera responsable y valiente de recuperar el equilibrio mental y aprender herramientas eficaces para gestionar lo que ocurre en la mente.

El Dr. José Carbonell reflexiona sobre la importancia y efectividad de la terapia online, especialmente en contextos en los que la vida cotidiana dificulta el acceso presencial a un profesional de la salud mental. Señala que muchas personas —como madres con hijos pequeños, personas con familiares dependientes, profesionales con agendas muy exigentes o quienes viajan constantemente— simplemente no tienen el tiempo ni la posibilidad de desplazarse hasta una consulta. Ante esta realidad, el Dr. Carbonell afirma con claridad que la terapia online es una alternativa perfectamente válida y, en muchos casos, extraordinariamente efectiva. Aclara que, si bien lo ideal puede ser el encuentro presencial, es mucho mejor optar por la modalidad online que dejar de recibir ayuda por falta de tiempo. Subraya que no debemos permitir que las obligaciones diarias se conviertan en excusa para no cuidarnos emocionalmente, sobre todo cuando la solución puede estar tan cerca como una llamada o una videollamada. Desde la pandemia, asegura, la terapia online se ha convertido en una práctica habitual y sus resultados son muy positivos. Por tanto, anima a no descartar esta vía de apoyo y a priorizar el bienestar emocional sin importar las circunstancias.

El Dr. José Carbonell aborda en este mensaje una idea clave: no hay que tener miedo ni vergüenza de contarle la propia vida a un profesional de la salud mental, aunque este sea, al principio, un completo extraño. Explica que muchas personas llegan a su consulta con la duda o resistencia de hablar de temas personales con alguien que no conocen, temiendo ser juzgados por sus decisiones o por su historia de vida. Sin embargo, el Dr. Carbonell aclara que los profesionales, ya sean psicólogos o psiquiatras, están precisamente para escuchar sin juicio, para comprender y ayudar. Su labor no consiste en dictaminar si las decisiones tomadas han sido buenas o malas, sino en acompañar al paciente en el proceso de entender sus dificultades y encontrar herramientas para gestionar mejor su vida cotidiana. Además, insiste en que no es necesario estar en una situación extrema para acudir a terapia. Pedir ayuda no implica debilidad, sino inteligencia emocional y compromiso con uno mismo. Todo el trabajo personal que se realiza en consulta —aunque sea con un "extraño"— se traduce directamente en mayor bienestar, equilibrio y calidad de vida a largo plazo.