La ansiedad una asignatura pendiente a nivel global

21 de febrero de 2019

Un artículo publicado el diario ABC en enero de 2018 arroja datos alarmantes respecto a la falta de tratamiento de los trastornos de ansiedad a nivel mundial. Concretamente, estos trastornos sólo son tratados en un tercio en los casos en los países desarrollados.

Un estudio internacional con más de 51.500 individuos de 21 países diferentes describe por primera vez la falta de tratamiento en trastornos de ansiedad a nivel mundial. Este estudio fue realizado por la Organización Mundial de la Salud y liderado por Jordi Alonso, director del IMIM e investigador del CIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP). Del estudio se extraen los siguientes resultados:

1- Hay diferencias dependiendo de la zona geográfica . Por ejemplo, los europeos tienen casi el doble de ansiedad (10’4%) que los africanos (5’3%).

2- Las diferencias de edad del inicio de los diferentes trastornos de ansiedad . Particularmente las fobias, la ansiedad social y la ansiedad por separación, empiezan a una edad muy temprana (de los 5 a los 10 años de edad), mientras que otros como el trastorno generalizado de ansiedad, el trastorno de pánico y el trastorno de estrés postraumático tienden a aparecer entre los 24 y los 50 años.

3- Solo 1 de cada 10 pacientes con trastornos de ansiedad recibe el tratamiento adecuado .

En conclusión, el estudio refleja que muchos casos no son tratados porque le paciente no es consciente que sufre ansiedad, porque el sistema de salud no identifica los casos y en especial, por el estigma al que está asociado.

En opinión del Dr. Carbonell, la ansiedad es un problema mundial que requiere una concienciación tanto de la persona que lo padece como del sistema de salud para poder afrontarlo.

Por Instituto Carbonell 25 de abril de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, lanza un mensaje directo y necesario: ir al psiquiatra no debería ser motivo de vergüenza ni de estigma . En pleno siglo XXI, aún existen personas que sienten miedo o pudor al decir que acuden a un profesional de la salud mental. Esto, según el doctor, es algo que necesitamos cambiar urgentemente. Carbonell explica que un psiquiatra es, ante todo, un médico , como cualquier otro especialista. La gran diferencia con el psicólogo es que el psiquiatra, además de abordar lo emocional, también evalúa el componente biológico y orgánico de los trastornos mentales. Esto incluye valorar si el paciente tiene otras enfermedades, está tomando medicación que pueda influir en su estado anímico, o si su salud mental afecta funciones como el sueño, el apetito o la energía, llegando incluso a requerir medicación. El propósito de este mensaje no es solo aclarar conceptos, sino también normalizar y visibilizar la importancia de acudir a un profesional cuando uno no se siente bien . Cuidar la salud mental no es un signo de debilidad, sino de responsabilidad y amor propio. Así como vamos al dentista cuando tenemos un dolor de muelas, también debemos ir al psiquiatra o al psicólogo cuando sentimos que algo no está funcionando bien en nuestro mundo interno. El Dr. Carbonell invita a dejar atrás el estigma, a romper esa barrera cultural que durante tantos años nos ha impedido hablar abiertamente de nuestros malestares emocionales, y a reivindicar la salud mental como un pilar del bienestar integral . En sus palabras, "mantener una higiene mental es la consecuencia de un trabajo que vamos haciendo cada día".  Este mensaje no solo va dirigido a quienes ya están en tratamiento, sino también a quienes aún dudan en dar el paso. Porque pedir ayuda es valiente , y porque hablar de salud mental es el primer paso para sanar y crecer.
Por Instituto Carbonell 24 de abril de 2025
Aprender a no darlo todo – Estrategias para superar el perfeccionismo
Por Instituto Carbonell 24 de abril de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, reflexiona en este mensaje sobre una de las trampas emocionales más comunes tras una ruptura o una gran discusión de pareja: quedarnos esperando . Muchas veces, después de que una relación se rompe, nace la esperanza de que tal vez todo vuelva a su cauce, de que la persona con la que compartíamos la vida reflexione, cambie y regrese. Nos aferramos a la idea de que lo que fue puede reconstruirse, de que ese proyecto de vida que diseñamos juntos aún puede tener sentido. Sin embargo, Carbonell advierte que esta espera nos paraliza y nos hace perder tiempo vital . Mientras deseamos que la otra persona reconsidere sus decisiones, dejamos de vivir el presente. Posponemos nuestra recuperación emocional, nuestras metas personales y, lo más grave, nuestra vida misma, esperando algo que tal vez nunca suceda. Además, el doctor señala que, muchas veces, la otra persona ya está en otra etapa , ha dado pasos hacia adelante e incluso puede haber pasado de un sentimiento de amor a indiferencia o rechazo. En cambio, quien espera se queda anclado a un pasado idealizado que ya no existe. Vivir de esa forma es hipotecar el futuro por una esperanza que no depende de nosotros. Por eso, el llamado es claro: deja de esperar . Centra tu atención en ti, en reconstruir tu autoestima, en recuperar tus proyectos, tu bienestar, tus ilusiones. Invierte en ti y en tu vida sin estar condicionado por lo que otra persona haga o deje de hacer. Solo así podrás avanzar, crecer y abrirte a nuevas experiencias que sí estén alineadas con tu presente y con tu valor.  Carbonell concluye animando a compartir experiencias sobre cómo cada uno ha gestionado este tipo de situaciones, reconociendo que sanar es un proceso individual pero más llevadero cuando se hace en comunidad y con consciencia.