La importancia de la farmacoterapia
23 de junio de 2020
La farmacoterapia
es el tratamiento que tiene como objetivo disminuir o eliminar síntomas que nos producen malestar, aportando sustancias que nos ayudarán a mejorar. Esto es lo que ocurre con el tratamiento farmacológico en el ámbito de la salud mental. Medicamentos como los antidepresivos, nos aportan la serotonina que nuestro cerebro le falta y nos ayudan a conseguir el equilibrio emocional que necesitamos.
Cuando un profesional de la salud mental decide establecer este tipo de tratamiento es porque ha tenido en cuenta el problema del paciente, sus síntomas y sus necesidades. También se recomienda su combinación con terapia psicológica para mejorar la efectividad de todo el tratamiento.
En la actualidad, existen diferentes fármacos en función de los síntomas, e incluso se pueden combinar para potenciar los beneficios de ambos.
Este tratamiento es la mejor opción terapéutica para toda persona que necesite aliviar el malestar y mejorar su estado de ánimo. Le aportará bienestar general, recuperará salud y le proporcionará aquellas sustancias, como la serotonina, importantes para salud mental.
En opinión del Dr. Carbonell,
hay que desmitificar que el uso de los medicamentos puede ser perjudicial. Es importante dejarse siempre aconsejar por un profesional de la materia.

El Dr. José Carbonell explica que cuando una relación no fluye de manera natural —ya sea con amistades del pasado, con una expareja, con hijos o con los propios padres— forzarla solo genera desgaste y tensiones innecesarias. Señala que es legítimo intentar recuperar la cordialidad, pero también es esencial reconocer el punto en el que el esfuerzo deja de ser sano y empieza a perjudicar nuestro bienestar. Añade que no debemos supeditar nuestra vida al deseo de obtener perdón o restaurar algo que no avanza por sí solo. Concluye que, si las cosas fluyen, adelante; pero si no, no vale la pena sacrificar la salud emocional intentando que funcione lo que no está preparado para funcionar.

El Dr. José Carbonell explica que los altibajos forman parte natural de cualquier relación y que no existen parejas que vivan en un estado idílico permanente. Señala que, así como las personas tienen días buenos y malos, también las parejas atraviesan momentos de gran complicidad y otros de desconexión, ya sea por estrés, cansancio, desacuerdos o situaciones personales. Subraya que una relación sana no se basa en la perfección, sino en el trabajo diario: comunicación constante, comprensión de las necesidades del otro, mostrar amor y cariño, y estar atentos a evitar actitudes que puedan generar sentimiento de rechazo. Añade que la presión social por aparentar relaciones ideales —siempre felices, siempre en viajes, siempre perfectas— es irreal y perjudicial. El Dr. José Carbonell concluye que estas fluctuaciones no son fallos de la relación, sino parte de su esencia. El amor, el respeto y el apoyo mutuo se construyen día a día, especialmente en los momentos difíciles.


