La salud y la depresión en las personas mayores
29 de junio de 2020
La depresión es una de las enfermedades de salud mental más frecuentes, sobretodo, en las personas mayores. En Reino Unido, según la OMS, una de cada tres personas mayores tiene síntomas de depresión.
Esta enfermedad se relaciona con la tristeza, la desmotivación, la baja autoestima, ... y en personas mayores también con insomnio, problemas de memoria y otros problemas de salud.
En el “Journal of Affective Disorders", se publicó un estudio que consistía en identificar los síntomas de depresión que pueden aparecer en las personas mayores, y su relación con otros factores como la aparición de enfermedades crónicas.
Se realizó un seguimiento a personas mayores de 65 años en el Reino Unido, a quienes se les pasaba tests sobre síntomas depresivos y otros factores sociales y de salud. El resultado mostró que aquellas personas con un buen nivel de salud tenían síntomas depresivos de “baja intensidad”. En cambio, aquellas que tenían una baja calidad de vida y/o enfermedades, como la diabetes o pérdidas de audición, mostraron síntomas más crónicos.
En opinión del Dr. Carbonell,
estudios como el comentado anteriormente, nos demuestran la importancia de mejorar la salud de las personas mayores, tanto física como psicológicamente ya que uno repercute sobre el otro.
Los cambios estacionales como las altas temperaturas o el frío pueden suponer un papel importante en la variación emocional de algunas personas, pero más allá de esto, los ciclos anuales de invierno, primavera, verano y otoño, también pueden interferir en el comportamiento y estado de ánimo. En el artículo Echeburúa, E. denomina a este suceso como “meteorosensibilidad”, esto se puede manifestar de diferentes formas: - En zonas geográficas o épocas en las que hay inviernos largos con poca luz solar se produce una disminución de serotonina (neurotransmisor clave para el estado de ánimo, la motivación y la energía) y alteraciones en la melatonina que pueden producir trsiteza, pensamientos negativos, cansancio, sentimientos de culpabilidad, entre otros. - En zonas donde hay mucho viento se asocia con sensación de irritabilidad, agobio, insomnio y fatiga. También con nerviosismo, problemas de concentración y dolores de cabeza. - En casos de olas de calor bruscas pueden descompensar a pacientes con ciertos trastornos mentales graves. En opinión del Dr. Carbonell y M. Miranda, es importante tener en cuenta como influyen estos factores en nuestro estado de ánimo, sobre todo en personas que ya se encuentran en manos de profesionales de la salud mental, para así poder llevar a cabo un buen seguimiento y apoyo ante la posibilidad de experimentar alguno de estos síntomas.

El Dr. José Carbonell explica que cuando alguien rompe una relación y deja un vacío lleno de dolor, es normal sentirse destrozado y vivir un proceso de duelo. Subraya que no se puede forzar a otra persona a quedarse, por lo que lo esencial es aceptar su decisión y empezar a mirar por uno mismo. Recomienda dar espacio, cortar los contactos que dificulten la recuperación y permitirse sufrir sin buscar compensaciones inmediatas. Señala que este tiempo de reconstrucción personal ayuda a reconectar con uno mismo, crecer y transformarse en una mejor versión, recordando que siempre habrá luz al final del túnel.

El Dr. José Carbonell explica que cuando el sexo en pareja deja de ser satisfactorio, lo fundamental es hablarlo con claridad y complicidad , aunque resulte difícil expresarlo. Señala que es importante comunicar si el deseo ha cambiado o si la experiencia ya no resulta gratificante, y hacerlo sin miedo, buscando soluciones conjuntas. Recomienda, además, recurrir a un terapeuta o especialista en sexualidad si la comunicación directa no basta, de manera que se pueda intentar recuperar la conexión antes de considerar el fin de la relación.


