La importancia del tratamiento durante la cuarentena
3 de abril de 2020
El Dr. José Carbonell explica la importancia de no dejar el tratamiento durante la cuarentena
Desde que empezó la cuarentena, en muchas ocasiones, me han preguntado qué es lo que se debe hacer con el tratamiento psiquiátrico como con el tratamiento psicológico. Estamos hablando de una situación en la cual no nos tenemos que enfrentar a muchos de los problemas del día a día, excepto aquellas personas que hagan teletrabajo desde su casa. Incluso estos casos no tienen que enfrentarse ni al tráfico, ni a los compañeros del trabajo o a jefes que nos hacen la vida complicada.
Por otro lado, nos encontramos en una situación totalmente novedosa que es la de una pandemia y la de tener que quedarnos en casa sin poder salir teniendo que convivir día y noche con las personas que tenemos más cerca.
En conjunto, estamos cambiando unos factores estresantes por otros. Por lo tanto, no hay que caer en la idea de que al no tener la presión diaria es un buen momento para tomar menos medicación o interrumpir la terapia.
En mi opinión, la esencia del tratamiento de cualquier padecimiento mental o la del tratamiento de mantenimiento estando libre de enfermedad se basa en la estructura. Ésta puede consistir en tomar medicación, realizar terapia psicológica o la combinación de ambas. En la situación actual, recomiendo mantener la estructura terapéutica que ha funcionado hasta la fecha, siguiendo con los controles psiquiátricos o las terapias psicológicas. La posibilidad de hacer consultas online nos permite poder continuar con el tratamiento que se ha ido realizando. Por consiguiente, excepto en caso de no encontrarse bien por lo cual debería adelantar su cita, mi consejo es continuar con la estructura terapéutica que le ha funcionado hasta la fecha.

El Dr. Carbonell analiza el comportamiento de las personas excesivamente insistentes, aquellas que, a pesar de no recibir respuesta o interés, siguen buscando contacto a través de llamadas, mensajes, correos o apariciones frecuentes. Este tipo de insistencia, que puede comenzar como una muestra de interés legítimo, se convierte en un problema cuando no se respetan los límites que la otra persona intenta establecer. Según el Dr. Carbonell, es comprensible que al principio alguien insista con la intención de demostrar interés o de confirmar si hay una posibilidad real de vínculo. El problema surge cuando esa insistencia se vuelve invasiva, persiste frente a señales claras de rechazo o incomodidad, y no se acepta un “no” como respuesta. Por eso, el Dr. Carbonell recomienda establecer límites firmes y expresarlos de forma clara y directa. Es importante comunicar sin ambigüedades que no se desea continuar el contacto, que la otra persona está actuando unilateralmente y que su comportamiento está empezando a generar un impacto negativo. Si, pese a ello, la insistencia persiste y se traspasan los límites del respeto y la libertad personal, es necesario considerar la posibilidad de acudir a recursos legales para proteger el bienestar y la integridad emocional. En resumen, el Dr. Carbonell subraya la importancia de no permitir que una relación indeseada o desequilibrada invada el espacio personal. La claridad, el autocuidado y, si es necesario, la intervención formal, son esenciales para poner fin a este tipo de situaciones.

El Dr. Carbonell aborda el fenómeno de la doble vida, un comportamiento que, aunque sorprendente, ha observado en numerosas ocasiones a lo largo de su experiencia clínica. Explica que existen personas que son capaces de mantener dos vidas paralelas —en ocasiones, incluso dos familias distintas— sin que una sepa de la existencia de la otra. Este tipo de comportamiento no siempre está asociado a perfiles extravagantes o fácilmente sospechosos; al contrario, muchas veces proviene de personas aparentemente normales, discretas y sencillas, lo que genera una gran sorpresa en quienes las rodean. El Dr. Carbonell subraya que su función como profesional no es juzgar, sino comprender y acompañar. No obstante, pone el foco en quienes sufren las consecuencias de estas dobles vidas: las víctimas, que pueden descubrir años después la existencia de otra familia, otros hijos, u otra vida completamente desconocida. A esas personas les recuerda que no tienen ninguna culpa de lo ocurrido y que la responsabilidad recae únicamente en quien eligió vivir con ocultamientos y engaños. En cuanto a las personas que llevan esa doble vida, muchas veces, cuando intentan justificar sus actos, reconocen que la situación se les fue de las manos. Afirman que no supieron cómo ponerle fin, ni a quién elegir, y que, finalmente, aprendieron a sostener ambas realidades simultáneamente, aunque ello implicara una gran carga emocional y, en muchos casos, daño colateral. En definitiva, el Dr. Carbonell confirma que sí, existen personas capaces de llevar una doble vida, pero lamentablemente, los que más sufren no son quienes la viven, sino quienes la descubren tarde y deben reconstruir su mundo emocional a partir de esa traición.

El Dr. Carbonell reflexiona sobre una situación común en las relaciones sociales: cuando dos personas cercanas, amigos o conocidos, presentan versiones diferentes de un mismo conflicto y nos piden que tomemos partido. Ante esta disyuntiva, subraya que ambas personas pueden tener razón desde su propia perspectiva, ya que cada uno interpreta la realidad a través de su experiencia emocional y subjetiva. El Dr. Carbonell aconseja no intervenir directamente ni posicionarse a favor de una de las partes. En cambio, propone escuchar con empatía a ambos, recordando que, muchas veces, lo único que buscan es ser comprendidos, más que tener razón. Tomar partido solo puede llevar a tensiones innecesarias, e incluso al deterioro de las relaciones con uno u otro amigo. Además, advierte que involucrarse en un conflicto ajeno, incluso si nos presentan pruebas como mensajes, vídeos o imágenes, puede colocarnos en una posición incómoda o comprometida. Al brindar apoyo a uno, es fácil que el otro se sienta traicionado o juzgado, algo que no es deseable si se quiere mantener una relación saludable con ambos. En conclusión, el Dr. Carbonell recomienda mantener una postura neutral y no dejarse arrastrar por dinámicas de confrontación entre terceros. Cada uno tiene su versión legítima de los hechos y no es nuestra responsabilidad resolver un conflicto que no nos pertenece.