Las experiencias impactantes pueden sacar lo mejor de ti

18 de marzo de 2015

Existen determinadas experiencias que nos evocan un tipo de emoción especial. Admiración, asombro, plenitud o inspiración. Pueden ser acontecimientos sociales o culturales, fenómenos de la naturaleza o de otra índole pero coinciden en despertar un sentimiento de admiración hacia algo imponente.

Según estudios recientes, este tipo de experiencias impactantes tienen el poder de beneficiarnos a distintos niveles, favoreciendo nuestra  percepción de las cosas, y por tanto nuestra salud mental y comportamiento con los demás.

Hacer puenting, tirarse de un paracaídas, navegar, hacer inmersión submarina, surfear, contemplar el firmamento una noche estrellada, nadar con delfines, ver ballenas, ser voluntario en una ONG, asistir a una conferencia o un concierto y formar parte de la emoción colectiva… y afortunadamente miles de cosas más,  son ejemplos de experiencias asombrosas que pueden despertar algo en nosotros. Algo bueno. Las investigaciones apuntan que poseen la capacidad de aumentar nuestro sentimiento de humildad y de reforzar nuestra empatía, es decir, nuestra capacidad para ponerse en la piel del otro, sentir  compasión  y por lo tanto, obrar con generosidad.

Dacher Keltner, director del laboratorio de Berkeley de Interacción Social de la Universidad de California, ha realizado diversas investigaciones para estudiar este fenómeno.  En una de los estudios se encontró que tras exponer a un grupo de estudiantes de secundaria a un emocionante viaje de rafting, los alumnos  informaron de estar más comprometidos y curiosos con lo que sucedía a su alrededor. En otra de sus investigaciones publicadas en la revista Emotion en enero del 2015, mostró que las personas con tendencia a sentir emociones positivas y entre ellas la de asombro, mostraban menores niveles de marcadores de inflamación en su saliva. En estudios anteriores se había encontrado que las personas con depresión poseían mayor nivel de inflamación. Jennifer Stellar, investigador principal del estudio afirma que “La emoción de asombro podría ser una gran intervención para la depresión”.

El Dr. Paul Piff , profesor  de Psicología  de la Universidad de California,  atribuye  estos cambios a que, en sus propias palabras “Las experiencias asombrosas minimizan nuestra identidad individual y nos sintonizan con cosas más grandes que nosotros mismos”  Uno de los estudios realizados consistió en 300 participantes separados  en  tres grupos a los que se  exponían  videos diferentes. A continuación los participantes se sometieron a un experimento  para medir la generosidad.  Se repartían 10 billetes de lotería asignando a cada participante  un compañero que no sabía nada del sorteo. Los participantes  del grupo que visualizó imágenes editadas para evocar asombro, decidió regalar a sus socios un 25% más que los participantes de los otros grupos.  Además estaban de acuerdo con declaraciones como “me siento insignificante ante el gran esquema de cosas”.

Las experiencias asombrosas nos permiten ver más allá de nuestro de ego, sacando en muchos casos, lo mejor de nosotros mismos.

Por Instituto Carbonell 26 de abril de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, plantea una verdad incómoda pero universal: todos mentimos en algún momento de nuestra vida , incluso cuando afirmamos lo contrario. Y al hacerlo, probablemente también estamos mintiendo. Según el doctor, mentir es un recurso humano , una herramienta que, aunque no siempre sea ética, muchas veces se utiliza como un atajo para evitar conflictos, suavizar una verdad dolorosa o simplemente para ahorrarse explicaciones. Lo interesante de su enfoque es que no condena moralmente la mentira , sino que la analiza desde una perspectiva realista. Las llamadas “mentirijillas” forman parte del tejido social cotidiano. Sin embargo, esto no exime de consecuencias . Carbonell advierte que hay dos grandes riesgos al mentir: el primero es que, si alguien te descubre, pierdes credibilidad y empiezan a verte como una persona poco confiable. El segundo es que, incluso cuando digas la verdad, la duda ya estará sembrada y será más difícil que los demás crean en tu versión de los hechos. Por eso, su recomendación es clara y sencilla: intenta tener una sola versión de la historia , que sea honesta y coherente. Esto no solo te protege de futuras contradicciones, sino que también refuerza tu integridad personal. Si alguien no te cree, eso ya no depende de ti. Pero si tú sabes que estás siendo claro y honesto, llevas las de ganar. Además, el Dr. Carbonell subraya que las explicaciones sinceras, aunque a veces incómodas, suelen ser más efectivas y respetadas que las mentiras piadosas. Decir la verdad no siempre garantiza una reacción positiva inmediata, pero sí construye relaciones más auténticas y duraderas a largo plazo.  En resumen, mentir puede parecer fácil en el momento , pero a menudo complica más de lo que soluciona. La verdad, aunque incómoda, te libera. Por eso, en palabras del doctor, “mi recomendación es no dejar de reconocer las cosas, porque a la larga, la sinceridad siempre sale más rentable .”
Por Instituto Carbonell 25 de abril de 2025
El Dr. José Carbonell, médico y psiquiatra, lanza un mensaje directo y necesario: ir al psiquiatra no debería ser motivo de vergüenza ni de estigma . En pleno siglo XXI, aún existen personas que sienten miedo o pudor al decir que acuden a un profesional de la salud mental. Esto, según el doctor, es algo que necesitamos cambiar urgentemente. Carbonell explica que un psiquiatra es, ante todo, un médico , como cualquier otro especialista. La gran diferencia con el psicólogo es que el psiquiatra, además de abordar lo emocional, también evalúa el componente biológico y orgánico de los trastornos mentales. Esto incluye valorar si el paciente tiene otras enfermedades, está tomando medicación que pueda influir en su estado anímico, o si su salud mental afecta funciones como el sueño, el apetito o la energía, llegando incluso a requerir medicación. El propósito de este mensaje no es solo aclarar conceptos, sino también normalizar y visibilizar la importancia de acudir a un profesional cuando uno no se siente bien . Cuidar la salud mental no es un signo de debilidad, sino de responsabilidad y amor propio. Así como vamos al dentista cuando tenemos un dolor de muelas, también debemos ir al psiquiatra o al psicólogo cuando sentimos que algo no está funcionando bien en nuestro mundo interno. El Dr. Carbonell invita a dejar atrás el estigma, a romper esa barrera cultural que durante tantos años nos ha impedido hablar abiertamente de nuestros malestares emocionales, y a reivindicar la salud mental como un pilar del bienestar integral . En sus palabras, "mantener una higiene mental es la consecuencia de un trabajo que vamos haciendo cada día".  Este mensaje no solo va dirigido a quienes ya están en tratamiento, sino también a quienes aún dudan en dar el paso. Porque pedir ayuda es valiente , y porque hablar de salud mental es el primer paso para sanar y crecer.
Por Instituto Carbonell 24 de abril de 2025
Aprender a no darlo todo – Estrategias para superar el perfeccionismo